La reciente sanción de la Ley de Amnistía por parte del Rey Felipe VI ha suscitado un debate significativo en la esfera política y social de España. El Congreso de los Diputados aprobó la ley con 177 votos a favor y 172 en contra el pasado 30 de mayo de 2024. Entonces, el monarca procedió a sancionarla el 3 de junio del mismo año. La cuestión central que surge de este evento es si, como han sugerido desde Vox, podría haberse negado a tumbar dicha ley. La respuesta, según la Constitución Española, es muy clara: no, el rey no puede negarse a sancionar una ley aprobada por el Parlamento.
¿Cuáles son las obligaciones constitucionales del Rey Felipe VI?
La Constitución Española establece un marco claro para las funciones del Rey Felipe VI en relación con la promulgación de leyes. De acuerdo con el artículo 62 de la Constitución, el monarca tiene el deber de sancionar y promulgar las leyes aprobadas por las Cortes Generales. En caso de negarse a cumplir esta obligación, el jefe del Estado se enfrentaría a la posibilidad de abdicación o inhabilitación.
El papel del Rey Felipe VI en el sistema político español es, en gran medida, simbólico y de moderación. Aunque es el jefe del Estado, sus funciones están claramente delimitadas y no incluyen la capacidad de veto sobre las leyes aprobadas por el Parlamento, como desearían en Vox. Este marco asegura la estabilidad y continuidad del sistema democrático, evitando que decisiones políticas fundamentales sean bloqueadas por el monarca.
La obligación del Rey Felipe VI de sancionar las leyes se alinea con su rol como garante de la Constitución y del orden democrático. Esta función evidencia la importancia de la monarquía parlamentaria en España, donde el poder legislativo recae en las Cortes Generales y el ejecutivo en el Gobierno, con el monarca actuando como una figura de unidad y continuidad.
Un debate político y social que se extiende en el tiempo
Manifestación convocada por el PP contra la amnistía el año pasado (Partido Popular)
La Ley de Amnistía ha generado un intenso debate en la sociedad española. Desde su planteamiento, se han producido numerosas manifestaciones en contra de la medida. Las protestas han sido particularmente intensas en Madrid, especialmente en la sede del PSOE en la calle Ferraz, donde miles de manifestantes expresaron su oposición a la ley y al gobierno del presidente Pedro Sánchez. Algunas de esas concentraciones fueron particuarlemte intensas.
Las consignas en las manifestaciones reflejan una profunda división en la opinión pública. Frases como “Sánchez delincuente”, “Sánchez traidor, Sánchez dimisión” o “¡Viva la unidad de España!” ejemplifican el nivel de polarización que genera la Ley de Amnistía. La sanción de esta medida por parte del Rey Felipe VI y la reacción de partidos como Vox ponen de manifiesto los problemas de las políticas sanchistas. Y el conflicto solo acaba de empezar.