La esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, sigue siendo el centro de la controversia política que ha capturado la atención de la opinión pública y política española desde hace semanas. Su nombre está en el centro de la investigación por tráfico de influencias y corrupción en negocios privados. Todo ello pone bajo escrutinio tanto sus actividades empresariales como sus conexiones dentro del ámbito académico.
La investigación se centra ahora mismo en los contratos adjudicados a Juan Carlos Barrabés, un empresario con quien Begoña Gómez ha tenido vínculos comerciales. El propio Barrabés admitió ante el juez Peinado que se reunió en el Palacio de la Moncloa con Pedro Sánchez y su mujer. La Fiscalía Europea ha tomado un interés particular en estos contratos, y trata de determinar si hubo irregularidades que podrían constituir un delito.
Begoña Gómez, quien ha operado durante los últimos años en el ámbito del desarrollo sostenible y la innovación, ahora tiene por delante una serie de acusaciones que podrían manchar su reputación y la de su familia. Y que han puesto en jaque la legislatura de Sánchez. La defensa de Gómez está haciendo todo lo posible para mitigar el impacto de estas investigaciones, incluyendo la oposición a ciertas declaraciones que consideran perjudiciales.
El temor a las declaraciones del exvicerrector Juan Carlos Doadrio
Uno de los puntos más llamativos de la defensa de Begoña Gómez está siendo su intento de evitar la declaración del exvicerrector Juan Carlos Doadrio. Doadrio, quien ocupó un cargo de relevancia como viceconsejero de Cultura de la Comunidad de Madrid hace 25 años, durante la administración de Alberto Ruiz-Gallardón, se ha convertido en una figura relevante durante esta investigación. Al menos, durante las últimas horas.
La defensa de Begoña Gómez sostiene que la denuncia original no menciona ninguna irregularidad específica relacionada con la Complutense. Por tanto, consideran que la declaración de Doadrio, así como la del actual vicerrector José María Coello, no son relevantes para el caso. Según sus abogados, el testimonio de Doadrio podría introducir elementos que desviarían la atención de los hechos pertinentes y podrían ser utilizados en su contra de manera injusta. Temen que pueda ‘barrer para casa’ y beneficiar al Partido Popular de forma mediática.