La bronca entre el PSOE y el PP por la crisis en Venezuela escala todavía más. La confesión de Edmundo González sobre lo ocurrido en la embajada española, antes de su asilo en nuestro país, ha llevado al eurodiputado y vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, a acusar al Gobierno de estar implicado en una operación para convertir a Nicolás Maduro en un “dictador por tiempo indeterminado” al haber sido “cómplice” del “chantaje” a González. Ferraz ya ha pedido la dimisión de Pons mientras que Génova le respalda.
Sin asumir las palabras de González Pons, desde Roma, Alberto Núñez Feijóo fue muy duro en su mensaje al Gobierno. Reclamó la retirada del embajador español en Caracas, la misión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, amén de explicaciones urgentes al presidente del Gobierno, tras las revelaciones de Edmundo González.
En una entrevista en esRadio, González Pons expresó su “asco” y “vergüenza” por la “complicidad del Gobierno de España” y de la representación española en Venezuela en “la operación de convertir a Maduro dictador” por un tiempo “indeterminado”. “Nuestro gobierno es cómplice de lo que ha sucedido en Venezuela”, sentenció en el programa de Federico Jiménez Losantos.
También recordó que González Urrutia estuvo acogido en un principio en la Embajada de Países Bajos en Caracas, no en la española. “Muy probablemente Países Bajos no les permitió chantajearlo en la residencia de su embajador. Luego fue trasladado a la residencia del embajador español para que el chantaje y la coacción fueran posibles”, destacó Pons, de la confianza de Alberto Núñez Feijóo.
Preguntado por la implicación del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en la salida de Venezuela de Edmundo González, Pons destacó que es quien “está detrás de todo esto” y que es el “urdidor” de “un plan en el que ha comprometido al Gobierno de España”. En su opinión, esta “operación” orquestada por el exdirigente socialista es “la más sucia de la historia reciente de la diplomacia española”, tal y como recoge la agencia de noticias Europa Press.
Fuentes de Exteriores respondieron a estas acusaciones que “el Gobierno de España no tiene nada que ver con cualquier documento o negociación entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela”. “Cuando Edmundo González solicitó ser acogido en la residencia del embajador español tuvo la garantía de que podía verse o realizar las gestiones que decidiera hacer en relación a su situación. El ministro de Exteriores dio instrucciones directas al embajador de no inmiscuirse en las gestiones que pudiera realizar el líder opositor”, expusieron, informa Aurora García Mateache.
La reacción de Ferraz tampoco se hizo esperar. “Es intolerable que el encargado de las relaciones internacionales del Partido Popular sea un hooligan cuyo único problema es la frustración de no haberse enterado de que Edmundo González estaba refugiado en la Embajada de España en Venezuela y sería acogido en nuestro país”, expusieron fuentes socialistas autorizadas.
Del mismo modo, el grupo socialista señaló que las declaraciones del vicesecretario de Institucional del PP “son incompatibles con la diplomacia. Si este señor llegase algún día a encabezar las relaciones exteriores de España acabaríamos en el extrarradio de la política internacional”. Tildan sus palabras de “gravedad” por lo que exigen su “dimisión inmediata”
Inmediatamente después de la reacción de los socialistas, fuentes de Génova consultadas por Artículo14 la calificaron, irónicamente, como “graciosa“: “Es bastante gracioso que tras conocerse las coacciones y amenazas del régimen de Maduro a Edmundo González en nuestra embajada en Caracas y en presencia de nuestro embajador en Venezuela, el PSOE pida la dimisión… de Esteban González Pons”, destacaron. Esto es, respaldan a su vicesecretario general.
La escalada de tensión entre socialistas y populares no gusta a todos en el PP. Un sector de la formación reconoce que “no se puede hacer oposición a todo” y subraya que hay que hacer las declaraciones con “tiento”. Tal y como desveló Artículo14, el Gobierno se niega a dar explicaciones al principal partido de la oposición sobre la crisis diplomática.