Izquierda

Podemos lanza a Irene Montero como candidata y sepulta la opción de pactar con Yolanda Díaz

La formación morada echa un pulso a la vicepresidenta por liderar la reunificación de la izquierda; ambas nunca irán en la misma lista electoral

Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y Pablo Iglesias.
KiloyCuarto

Irene Montero ha puesto las cartas sobre la mesa mucho antes de lo previsto, provocando un nuevo terremoto en la izquierda. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sorprendió este domingo al escenificar su petición a la eurodiputada y exministra de Igualdad para que sea la candidata de los morados en las próximas elecciones generales, que no se prevén hasta 2027.

Era un secreto a voces que Montero aspiraba a liderar la lista de su espacio político, pero el partido no había dado señas de querer quemar esta bala tan lejos de los comicios. En septiembre de 2023, cuando todavía no habían roto con el grupo de Sumar en el Congreso, ya había signos claros de que Montero lideraría la lista de su partido a las europeas. Lo oficializaron unos meses más tarde, a medio año de las elecciones del 9-J.

Desde la dirección de Podemos llevan meses advirtiendo de que Pedro Sánchez puede pulsar el botón del adelanto electoral antes de tiempo, cogiendo a las fuerzas de su izquierda con la guardia baja. Este escenario no sólo lo descarta Sumar, sino también ministros y ministras con carnet socialista.

Sánchez no puede ir a elecciones sin que la izquierda se rearme y esté en condiciones de reeditar la coalición. Y menos, como explicaban hace escasos días fuentes de La Moncloa, con un contexto internacional tan complejo y lleno de incertidumbres.

Podemos lo sabe, si bien esgrime dos argumentos para justificar este paso adelante de Montero, en este preciso momento. Uno es “el contexto de rearme” de “estas semanas”, “un motivo político de peso”. Ese contexto, en constante cambio, arrancó con la presentación por parte de la Comisión Europea de un plan de rearme entre los 27 por valor de 800.000 millones de euros, hace un mes. Desde entonces, tanto Sánchez como Yolanda Díaz y sus aliados parlamentarios han rechazado un mero incremento del gasto en armas -aluden a la ciberseguridad y a otras partidas-, y el presidente ha comprometido que los futuros desembolsos no afectarán a las partidas sociales.

Por otra parte, los morados recuerdan que se encuentran en mitad de su V Asamblea Ciudadana, que concluirá el próximo sábado y que permitirá a Belarra renovar la Secretaría General -el resto de aspirantes no reunieron los avales necesarios-. Están “fijando la hoja de ruta para lo que viene”, explican. Y han apostado por poner toda la carne en el asador.

El rearme de la izquierda

Aunque obvian este elemento, el anuncio se produce una semana después de que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar cerrara el congreso de su partido, Movimiento Sumar, llamando a la unidad de la izquierda en los propios comicios. La coordinadora general de su formación, Lara Hernández, avanzó el martes una ronda de contactos con todas las fuerzas de su espacio político, incluida Podemos, mientras Pablo Iglesias y la cúpula morada vendían que Sumar está “políticamente muerto”.

Una semana después de que los de Díaz redoblaran la presión, los morados han pasado de repetir que seguirán su propio camino, de considerar que no toca abordar este debate sin convocatoria electoral a la vista, a hacer público que Montero será su candidata. Deberá superar un proceso de primarias en el que hoy no se contempla que pueda surgir un rival con opciones serias.

“Este es el momento para comprometerse. Os pido hoy que asumáis conmigo la tarea de levantar una candidatura de paz, de esperanza y de más derechos”, reclamó Montero. Y especificó que no desea que la candidatura sea “sólo de Podemos”, sino que buscará que tienda “la mano a la sociedad civil organizada” y a las personas que están “desencantadas” con el Ejecutivo. Montero se posiciona así como aspirante a liderar la reunificación de la izquierda, el mismo rol que está jugando Díaz.

La vicepresidenta segunda, sin embargo, no ha confirmado públicamente su intención de volver a liderar sus listas, aunque sí se lo ha confiado a algunos dirigentes de su espacio político. Montero es la referencia de un único partido, pero cohesionado en torno a su figura y a la de Belarra. Díaz es el rostro de la alianza de una decena de formaciones que hoy no pueden asegurar que vayan a reeditar este diseño. Aunque doblan a la formación de Belarra en el último CIS.

Ni la vicepresidenta ha perdonado los palos en las ruedas que Podemos puso a su candidatura desde antes de que la presentara en el polideportivo Magariños (abril de 2023), ni los morados han olvidado el veto a Montero en las listas al 23-J. Podemos aspira a recuperar el puesto de mando entre las fuerzas que hoy se mantienen como aliadas de Sumar (en particular Izquierda Unida). Da a Díaz por amortizada, y alienta que las fuerzas que la acompañaron el 23-J hoy interpreten que no hay futuro bajo las siglas de Sumar.

Además, si hay algo claro en todo el espacio político es que ni Montero aceptará ir en una lista que lidere Díaz, ni a la inversa. En la dirección de Sumar sostienen que este movimiento no les pilla desprevenidos, y aseguran que “no cambia la hoja de ruta”.

Un dirigente interpreta este paso adelante de la exministra de Igualdad como un avance en la escalada de hostilidades, y cree que los nervios le han jugado una mala pasada. No ven forma de que Sánchez convoque elecciones, porque la izquierda hoy no sumaría y PP y Vox tendrían fácil hacerse con las llaves de la Moncloa. Es exactamente lo que creen que desean los morados.