Felipe VI ha entregado los despachos a los 137 nuevos jueces de la 73ª promoción en el Auditorio Fórum del Centro de Convenciones Internacional. Con puntualidad británica, a las 12.00 han llegado la flota de coches que escolta al Monarca, quien ha sido recibido por la presidenta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, en la puerta del centro. Don Felipe ha saludado a las autoridades, entre las que se encuentra el presidente de la Generalitat, Salvador Illa. Se da la circunstancia de que por primera vez desde 2016 acude el presidente de la Generalitat, debido al bloqueo durante un lustro del Poder Judicial al no haber acuerdos para elegir presidente.
El acto lo ha abierto la directora en funciones de la Escuela Judicial, Clara Carulla. En la mesa presidencial: el Jefe del Estado, la presidenta del CGPJ; el ministro de presidencia, Félix Bolaños; y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Una mesa no exenta de polémica, ya que el Tribunal Supremo que preside Perelló ha solicitado a la Fiscalía los móviles usados por García Ortiz para investigar si han sido formateados.
En un discurso sin florituras, Perelló ha felicitado a los 137 nuevos integrantes, que ha definido como un ” fiel reflejo de la sociedad y representativa de la igualdad entre hombres y mujeres”. En el mundo de la judicatura, desde 1997 son más mujeres jueces que hombres. En esta promoción, de los 137 jueces, 92 son mujeres. “Las mujeres sois mayoría, lo que favorece a que la brecha género cada vez se reduzca más”, ha argumentado. “Hace poco parecía inconcebible que hubiera una mujer presidenta”. En un momento en el que el Gobierno ha elaborado una batería de leyes para “democratizar” la Justicia, con el pretexto de que son los estudiantes de las clases altas los que llegan a ser magistrados, Perelló ha aclarado: “El porcentaje de jueces cuyos padres no tienen estudios superiores representan el 34,3%, por lo que cualquier persona de cualquier procedencia y cualquiera que sea su ideología compite en igualdad de condiciones”.
La presidenta del CGPJ se ha dirigido a los nuevos jueces y les ha asegurado: “La prudencia un juez debe estar siempre cerca de los ciudadanos a los que servimos con respeto y consideración”. Perelló se ha referido al artículo 117 de la Constitución para afirmar que “Los jueces son independientes y sometidos únicamente al imperio de la ley como piedra angular que se sustenta la Justicia”. En un contexto convulso entre el Gobierno y los jueces tras el “Caso Begoña”, ha afirmado que “la separación de poderes es esencial” y les ha recordado que deben desarrollar “su labor sin interferencias sin presiones directas o indirectas de ningún poder público”. Perelló ha sentenciado: “Solamente los Estados en los que hay independencia judicial se garantiza el Estado de Derecho”.
En esta línea, les ha dicho directamente: “Nunca os dejéis influir por elementos externos que os alejen de aplicar la ley. Sois jueces independientes sólo sometidos a la ley y a la constitución”.
La presidenta del TS ha reconocido que las críticas son positivas, en el sentido que ayudan a mejorar, pero las ha distinguido de los “embates destructivos destinados a acabar con la legitimidad del poder jusicial”. Porque, a su juicio, “No son aceptables las censuras o los reproches gratuitos” y ha considerado que la “atribución de intenciones ocultas a los jueces están absolutamente fuera de lugar”.
Previamente a Perelló ha tomado la palabra Carullá, quien les ha transmitido a los nuevos jueces cinco reflexiones: “Dudad mucho de vosotros mismos. A través de la duda se llega a la verdad. Estudiad para que la duda no se convierta en parálisis. Escuchad empática y atentamente para impartir Justicia. Trabajad y ser constantes. Es más importante el trabajo constante que la genialidad puntual. Servid. Sois servidores de la Justicia, estáis al servicio de la ciudadanía”.
Tras la entrega de los despachos, en un acto conducido por el secretario general del Poder Judicial, Manuel Luna, ha clausurado el acto Felipe VI.
“Contraéis desde este momento un compromiso inquebrantable con toda la sociedad, a través de la institución de la que ya formáis parte, puesto que en vosotros recaerá la toma de decisiones que habrán de afectar de manera importante a la vida de los ciudadanos”, se ha dirigido a los jóvenes magistrados. “Decidiréis sobre sus derechos, sus bienes y sus intereses, y tendréis que dictar resoluciones que no siempre serán fáciles. Y todo ello desde la más estricta independencia y teniendo como única guía la ley“.
El Monarca ha recordado que “el respeto” que se les reclama como jueces es obligación también para “todos los que formamos parte de la sociedad, y una condición indispensable para la pervivencia de los principios y de los valores en los que se asienta”. El Rey ha evocado las palabras de su “admirado y querido expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, “del que tuve la fortuna de ser alumno en la UAM y al que perdimos asesinado por la banda terrorista ETA hace 29 años”. Las palabras de Tomás y Valiente fueron en su discurso de despedida del TC: “Las instituciones ganan o pierden prestigio por lo que hacen, pero también por lo que con ellas se hace”.