APERTURA AÑO JUDICIAL

Perelló advierte: “Ningún poder del Estado puede dar instrucciones a los jueces”

La nueva presidenta califica de "histórico" el que por primera vez una mujer presida el Tribunal Supremo y hace un llamamiento a las fuerzas políticas para que "respeten el trabajo que los magistrados realizan"

El rey Felipe (d), y la presidenta del CGPJ Isabel Perelló, en el Tribunal Supremo este jueves donde se celebra el acto de apertura del año judicial Efe

Un lustro ha costado que el Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial tenga presidenta: Isabel Díaz Perelló. En un discurso profundamente reivindicativo hacia la mujer, Perelló ha comenzado sus palabras destacando que “es la primera vez que una mujer es elegida para afrontar esta gran responsabilidad”, y por ello, ha destacado que supone para ella “una gran responsabilidad”, y lo ha calificado de “hecho histórico”.

Para Perelló, su nombramiento es “un reconocimiento” a la “importante labor de las mujeres” a todos los niveles en la Administración de la Justicia.

La nueva presidenta ha subrayado la evolución de la mujer en la sociedad española. “Nací en una España en la que las mujeres no podían acceder a la carrera judicial, y ahora somos mayoría, un 80”. Pese a ello, ha recordado que aún las mujeres siguen siendo minoría en los altos cargos judiciales.

Perelló no ha querido ceñirse únicamente al mundo de la Justicia y ha destacado que es un gran día para recordar a todas las mujeres que “en la actualidad realizan su trabajo dando lo mejor de sí mismas”.

Perelló ha reconocido que el volumen de resgistro de asuntos ha seguido su “imparable curva ascendente”, lo que “unido a la falta de cobertura de vacantes de plazas de magistrados de Sala ha causado un imparable retraso”. Por este motivo, la nueva presidenta se ha comprometido a “revertir esta situación” y “proveer las vacantes existentes con rigor”.

Los retos de la presidenta

El otro gran reto que ha destacado Perelló es “defender la independencia judicial, piedra angular de nuestro estado de derecho”. En un momento de gran convulsión política, en el que la independencia judicial está en entredicho debido al ataque del Gobierno hacia la Justicia tras la imputación de su mujer, la nueva presidenta ha aseverado que “ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces sobre cómo interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico”. Porque, ha recordado, “sólo aquellos Estados en los que la separación de poderes está garantizada puede son realmente Estados de Derecho”. Estas frases no han sido suficientes para Perelló, que ha concluido: “De ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a injerencias externas”.

Dentro de estas premisas, ha puntualizado que “en derecho, la discrepancia es posible, habitual, incluso podría decirse inherente al debate jurídico”. Pero esto, a su juicio, “no nada tiene que ver con la descalificación y el insulto”.

Que la nueva presidenta no va a admitir intervenciones en este Poder es algo que ha dejado claro, e incluso ha puesto nombre a sus advertencias: “Quiero hacer un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado, que respeten el trabajo que los jueves y magistrados realizan”.

Las palabras del fiscal general

Previamente, el fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, ha dirigido unas palabras en la apertura del año judicial. “Renovado por fin”, ha dicho  García Ortiz, que se encuentra inmerso en este momento en un proceso judicial por su presunta revelación de secretos en el caso del novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que el ministerio fiscal ejercer sus funciones con “profesionalidad, responsabilidad, lealtad y escrupuloso respeto a la Constitución”. Y le ha asegurado a Perelló un “ofrecimiento sincero de colaboración”. En su discurso ante el Jefe del Estado, en el que ha presentado la Memoria de la Fiscalía, ha incidido en la percepción de la opinión pública en cuanto a la actuación de la Justicia, y ha aseverado que la ciudadanía no espera “quejas ni lamentos, discusiones estériles ni juegos estadísticos”, sino “un trabajo serio y responsable”. García Ortiz ha reivindicado la “defensa de la Institución”, integrada por 2.795 fiscales que “diariamente prestan un servicio público técnico, profesional y de calidad”. Tras esta declaración de intenciones, el fiscal ha pasado a detallar el contenido de la Memoria Fiscal del pasado año.

En un dardo a los medios de comunicación, el fiscal general del Estado ha presentado la Memoria Democrática como “una de esas fuentes que se proyecta en el tiempo con el rigor de sus datos frente a la banalidad de otros comentarios destinados a morir en algunos titulares de prensa”. El fiscal, que se ha convertido en el primero sobre el que un juez ha pedido formalmente su imputación,  ha pedido a la ciudadanía estar “tranquila”, y ha aseverado que el Ministerio Fiscal que dirige “ha actuado, actúa y actuará”, porque, ha matizado, “así debe hacerlo”, de manera “imparcial” y sometiéndose “únicamente al imperio de la ley”.

García Ortiz ha sacado pecho de que la Justicia constituye “una de las instituciones más avanzadas en materia de paridad”, y ha destacado que no sólo el 66% de sus integrantes son mujeres, “sino que su presencia en los cargos directivos alcanza ya el 45%”.