Monasterio dimite como portavoz de Vox en Madrid: historia de un largo adiós

Abascal la despojó ayer del cargo de presidenta de Vox en Madrid y hoy ha tirado la toalla en la Asamblea

Hace bastante tiempo que Rocío Monasterio (Madrid, 1974) perdió la confianza de Santiago Abascal y del núcleo que ahora dirige Vox. La salida del partido de su marido, Iván Espinosa de los Monteros —antiguo número 3 de Vox y portavoz parlamentario— en agosto de 2023 afectó directamente a Monasterio, quien quedó en una situación de debilidad interna que, sorprendentemente, hace más de un año que dura. Hasta hoy, jueves, en que ha tirado la toalla y ha dimitido de su cargo de portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, después de que ayer fuera apartada de la presidencia del partido en Madrid.

El partido de Abascal emitió un comunicado este miércoles anunciando la penúltima patada a Rocío Monasterio. La despojó de su cargo de presidenta de Vox Madrid y nombró en su lugar al portavoz nacional de Vox y diputado en la Asamblea de Madrid, José Antonio Fúster.

Se quedaba así con una última responsabilidad en Vox, la de ser portavoz del grupo en la Cámara madrileña. Pero finalmente ha renunciado a un cargo que no lucía mucho porque en las últimas elecciones autonómicas de mayo de 2023, Isabel Díaz Ayuso logró una aplastante mayoría absoluta y condenó a la irrelevancia al resto de partidos.

Ayuso construyó esa mayoría, entre otras cosas, sobre la base de criticar sin descanso a Vox por haber dejado a la Comunidad sin presupuestos en 2023. El partido ultra perdió tres diputados (de 13 a 10) y Monasterio quedó señalada de puertas adentro por haber perdido tirón electoral.

El factor Espinosa de los Monteros

Desde entonces el declive de Monasterio y de Espinosa de los Monteros se ha producido al mismo ritmo que ganaban terreno otras figuras como Jorge Buxadé e Ignacio Garriga. Espinosa de los Monteros perdió influencia hasta considerar que ya no tenía más remedio que abandonar el partido. Ahora prepara, según El Independiente, el lanzamiento de una asociación civil con sello conservador que no gusta entre los dirigentes de Vox, convencidos de que Monasterio está detrás de todo ello.

Pese a las suspicacias y la distancia, Vox honró a su dirigente territorial madrileña con un comunicado reconociendo que, bajo su presidencia, Vox Madrid  “ha logrado la implantación territorial de la formación en todo el territorio de la provincia consiguiendo ser la única fuerza política que en las pasadas elecciones municipales presentó candidatura en el cien por cien de los municipios”.

Algunas fuentes están convencidas de que Monasterio no tardará en renunciar a su última responsabilidad política en la Asamblea de Madrid y aparcar la vida política para emprender otros proyectos personales. Pero el convencimiento de que se marcha hace tiempo que dura sin que se consume el adiós.

Figuras del partido como el eurodiputado Herman Tercht no dudan, sin embargo, en arremeter con toda dureza contra Espinosa de los Monteros para convertir la situación en insostenible para Monasterio. De momento, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid sigue con su agenda sin difundir señales de desgaste.

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