“El Gobierno de España llegará al 2% antes del verano”, dijo el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Y por si no había quedado claro el motivo, señaló que un misil lanzado desde Rusia tarda sólo 10 minutos más a Madrid que a Varsovia. El verano empieza el 21 de junio, y la Cumbre de la Alianza Atlántica se celebrará los días 24 y 25 del mismo mes para concretar la línea geoestratégica que seguirán los países integrantes dentro del nuevo orden mundial.
El Ejecutivo de Sánchez mostró su malestar ante la presión, y matizó que España “intentaría acercarse todo lo posible” para cumplir con la cantidad exigida.
No obstante, el presidente ha puesto en marcha una maquinaria que intentará esté lista, o al menos en proyección, para la gran cita internacional y llegar con la “cara lavada” frente al resto de las naciones. Fuentes europarlamentarias así lo explican a este medio: “Sánchez irá a la reunión de la OTAN y actuará conforme a las decisiones que se tomen allí”, explican. De ahí, consideran, que no anuncie aún si potenciaremos la presencia de nuestras tropas y que supedite el envío al proceso de paz en Ucrania que se negocia entre Rusia y Estados Unidos, entre otras cuestiones. “Pero no puede llegar con las páginas en blanco con las presiones que está recibiendo desde la OTAN”.
El presidente de Francia, Emmanuele Macron, anunció esta semana un plan en conjunto con Reino Unido, para establecer una fuerza militar disuasoria frente a Rusia en Ucrania. Esta acción conjunta, reconoció el presidente galo, no podrá contar con el apoyo de todos los países, ya que, tal y como él mismo reconoció, algunos tienen falta de capacidades, y otros, crisis política, clasificación en la que se registra España.
Aunque Sánchez no pueda presentar unos presupuestos que den una imagen estable, como ha exigido la presidenta de la Comisión, Úrsula Von Der Leyen, ni quiera presentar en la Cámara Baja un plan detallado en cuanto a estrategia y financiación, bajo el nombre de “Gran Plan Nacional” se encontrarán una serie de proyectos para impulsar la tecnología e industria de la seguridad y Defensa españolas”.
En esta línea, el presidente se refirió al actual plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que pertenece a los Fondos Europeos Next Generation que se crearon en la época del Covid para ayudar a los países europeos, con una inversión de 130.000 millones de euros. Según informó, su plan Nacional se basará en el que diseñó bajo el paragüas europeo.
Según ha podido saber este periódico, Sánchez planea destinar un PERTE -Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica- Aeroespacial a financiar drones, satélites y aviones. Sumado a este, hay uno, llamado CHIP, que tiene prevista una movilización pública de 12.250 millones hasta 2027 y, sin embargo, sólo se han usado 330,5 millones de euros.
Este mismo viernes, toda la agenda del presidente estuvo organizada en esa dirección. A primera hora, participó en el foro “Fondos Europeos: hacia la autonomía estratégica”, que organiza elDiario.es en Madrid, a la que asistieron los ministros de Interior, de Transportes y Movilidad Sostenible, de Educación, Agricultura, Pesca y Alimentación, y de Ciencia, Innovación y Universidades. Asimismo, mantuvo un encuentro con empresas del sector aeroespacial y telecomunicaciones, y después un almuerzo de trabajo con empresas del sector de la seguridad y la defensa, dentro de La Moncloa.
Si actualmente estamos a la cola de los países dentro de la Unión Europa en cuanto a inversión en Defensa se refiere -nos encontramos en el 1,28%-, Sánchez tapará el desnivel con inversiones, además de sufragadas con estos fondos, con créditos extraordinarios, fondos de contingencia y la cláusula que aprobó durante el Covid para que el ministerio de Hacienda pudiera mover partidas de las cuentas públicas sin pasar por el Congreso.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que el haber cerrado el ejercicio 2024 con un déficit del 2,8 % del PIB, dos décimas inferior al comprometido con Bruselas, deja margen para otras políticas, entre ellas la de defensa. “Del 2,8 al 3 existen dos décimas en las que evidentemente hay flexibilidad para poder destinar esos recursos hacia otras políticas que puedan resultar importante para el Gobierno de España”, explicó.

Los líderes europeos posan tras una reunión sobre Ucrania en Londres
De manera paralela, fuentes del Ejecutivo informan de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, está manteniendo reuniones con Ministerios como el de Transición Ecológica o Industria para “conocer sus necesidades”, es decir, conocer qué partidas que no sean estrictamente de carácter militar pueden ser incluidas en el gasto de Defensa. No obstante, el Gobierno de Sánchez ya es consciente de que la Unión Europea va en serio y que no accederá a iniciativas como la que tuvo el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, de incluir como gasto en Defensa partidas que vayan destinadas al cambio climático.