“Vamos con todo”. El Partido Popular ha puesto la cabeza de Teresa Ribera en la picota y está echando hasta el resto para que encalle su nombramiento en la Unión Europea como vicepresidenta de la Comisión, donde Ursula Von der Leyen le ha reservado un puesto clave. Ni más ni menos que de número dos y, más importante aún, responsable de la cartera de Competencia. Una de las más codiciadas. El nombramiento pende de un hilo, según trasladan los populares, que han decidido librar una guerra sin cuartel y sin precedentes contra la todavía responsable de Transición Ecológica del Ejecutivo español. Hasta el punto de que el propio Alberto Núñez Feijóo ha trasladado recientemente a las presidentas de la Comisión y del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, del riesgo de que Ribera “sea imputada” por este asunto. Todo para equilibrar las culpas en la gestión de la DANA.
La semana pasada, el PP se adjudicó como logro el retraso de la votación de Ribera, que finalmente no tuvo lugar justo después del tradicional “hearing” en el Parlamento europeo: el examen exhaustivo que se realiza a los futuribles comisarios para analizar sus competencias y al que ella se enfrentó el martes. Aunque sí se sometió al interrogatorio, la decisión se tomará más adelante. Previsiblemente, en los próximos días. La tesis de los populares es que su familia en Bruselas no dará su visto bueno hasta que la socialista se someta a un particular “hearing” español: dos comparecencias monográficas, en el Congreso y en el Senado, para rendir cuentas por su papel en la mayor catástrofe medioambiental de la historia reciente de España.
Conscientes del momentum político, los populares han encontrado en Ribera un filón para desviar el foco de atención del presidente valenciano y su polémico papel en esta crisis. Este miércoles, en las Cortes, tratarán de endosarle las negligencias previas a las riadas que devastaron decenas de municipios en el levante español y que se han cobrado la vida de 219 personas, según el último parte oficial.
Particularmente, pondrán el foco en las actuaciones del Ministerio de Transición Ecológica, por no haber acometido las obras en las zonas más afectadas que ayuden a paliar los efectos de las lluvias torrenciales; y también por no haber avisado a tiempo de la magnitud de la tragedia a través de los organismos oficiales a su cargo: la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar.
En definitiva, el principal partido de la oposición lo que busca hoy es poner contra las cuerdas a la vicepresidenta y demostrar que cuenta con una mácula indeleble en su historial político: la DANA más mortífera en nuestro país desde 1962. En la Cámara Baja, el PP ha encomendado la interpelación a Teresa Ribera a uno de sus perfiles más beligerantes: Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación. En la Alta, será Paloma Martín, responsable de Vivienda de la formación, quien lleve la comparecencia. La primera, asumirá un papel “duro, político” y la segunda otro “más preciso”, técnico.
“¿Dimitirá de vicepresidenta de la Comisión si fuera imputada por su gestión de la DANA?”, le preguntará directamente Muñoz a Rivera, según las fuentes consultadas por Artículo14.
Más allá de lo que suceda en esta jornada en las cortes españolas, en Génova son conscientes de que fagocitar el nombramiento de Ribera es una misión harto difícil. Pero no imposible. En parte, todo depende también de los juegos de malabares entre las distintas fuerzas políticas de la Eurocámara. De hecho, la reticencia del PP español, que ha logrado arrastrar a su terreno a los populares de otros países, ha llevado a Pedro Sánchez a mover ficha para salvar a su candidata. “Está tratando de convencer a los partidos de Meloni y Orban para que apoyen a Ribera a cambio del voto de los socialistas a los comisarios de ‘extrema derecha’”, denunciaban ayer, a última hora de la noche, fuentes populares.
“El PPE se mantiene en su posición: no habrá novedades hasta escuchar a Ribera dar explicaciones en el Congreso. Ester Muñoz preguntará mañana a Ribera si dimitiría como vicepresidenta de la Comisión si fuera imputada por su deficiente respuesta a la DANA y su nula prevención de las riadas que afectaron a Castilla-La Mancha y a la Comunitat Valenciana”, añaden.
Además, los populares aseguran que hay un enfrentamiento en el seno de la familia socialdemócrata “por la negativa de algunos eurodiputados a avalar a los comisarios húngaro e italiano para salvar la candidatura” de Ribera. “Aún quedan socialistas a los que les preocupa la coherencia y los principios, aunque por desgracia ninguno sea español”, ironizan en las filas populares.
Lo que es definitivo, rubrican, es que el PP “seguirá defendiendo su rechazo” a la candidata de Sánchez. “Y lo haremos aunque eso implique no apoyar el Colegio de comisarios que conformará el nuevo Gobierno comunitario”. Una decisión que conocen “tanto la dirección del PP europeo como la presidenta” Von der Leyen. Algo que, apunta un destacado dirigente popular, “no ha pasado nunca en la historia, ni siquiera con Pedro Sánchez”.