María Dolores Ocaña debuta esta semana como nueva secretaria de la Reina. Tras su incorporación de manera oficial a la Casa del Rey al anunciarse su nombramiento en el BOE el pasado martes, ha sido este lunes en el Teatro Real de Madrid, con ocasión del concierto EmociónArte, en colaboración con los premios Princesa de Girona, en el que voces del pop y la lírica se han unido por el bienestar emocional.
Dirigir la secretaría de la Reina será un completo reto para la Ocaña, ya que esta abogado del Estado hasta la fecha ha tenido experiencia principalmente en la Administración General del Estado. En concreto, como Subsecretaria en el Ministerio de Agricultura y Pesca, y como Abogada del Estado-jefa en el Ministerio de Educación, bajo mandato de la ex ministra Isabel Celaá. Este medio se ha puesto en contacto con personas que coincidieron con ella, y la describen como una persona de “extraordinaria simpatía y cercanía”.
“Capacidad de liderazgo, potenciación del trabajo en equipo, motivación para el trabajo en un entorno honesto y cooperativo. Carácter que facilita un entorno agradable y positivo en el trabajo. Generación de confianza en el asesoramiento jurídico”. Así se describe ella misma en su perfil de Linkedin. “Pues no miente en lo que dice”, asegura una persona que trabaja en el departamento de comunicación del ministerio y coincidió con ella cuando se incorporó.
Ocaña llegó en Enero de 2020 al ministerio, después de que su antecesora muriera de forma repentina debido a una aneurisma. “Su llegada cogió a todo el mundo en medio de una gran conmoción, muy afectados aún”.
Esta situación no impidió que la actual mano derecha de Doña Letizia se hiciera rápidamente con la situación. “Los abogados del Estado son la élite dentro del funcionariado público, pero ella siempre trató a todo el mundo por igual”, cuenta. “Comunicación comparte planta con ellos y llamaba la atención que siempre venía al café”.
“Es una persona muy amable y sonriente”
“Muy sociable y sonriente”, Ocaña no hacía sólo trabajo de papeleo en su despacho, sino que le gustaba ir al café de las mañanas a reunirse con los demás. “Charlaba con los secretarios y los ordenanzas de igual a igual”. La última película en el cine, temas de actualidad, cómo había pasado el fin de semana en familia, solían ser los temas a tratar como cualquier persona.
Apenas dos meses después de su aterrizaje en Educación, las agradables mañanas despertando las neuronas en equipo frente al café tuvieron su fin: España fue confinada. “Fue una época de mucha normativa y mucho papeleo, en la que había mucha colaboración con las Comunidades Autónomas”, recuerda. “Ella tenía mucho trabajo y siempre era muy dispuesta“. Lo que no quita para que, como cualquier madre de estos tiempos, se desahogara con los demás por lo que le costaba teletrabajar con los niños en casa. “Solía decir que le resultaba muy difícil conciliar trabajando en el BOE y con los niños corriendo por la casa”.
“En sus temas profesionales era muy discreta, nunca contaba nada”
En lo que concernía a su trabajo, era “muy discreta”. Aseguran que “nunca contaba nada de sus temas profesionales”. En sus cuatro años dentro del ministerio, tuvo que lidiar como abogado del Estado asuntos polémicos, como el Real Decreto por el que el título de la ESO o el Bachillerato se podían conseguir sin límite de suspensos, o la Ley LOMLOE o más conocida como Ley Celaá, muy polémica por aprobar, entre otras cosas, que el castellano no fuera la lengua vehicular.
Los siguientes retos de Ocaña
Conectar con la gente joven es una prioridad para la Corona, ya que serán las futuras generaciones las que tendrán que aceptar a Leonor como Jefa del Estado. En esta línea, este martes, La Reina presidirá otro acto relacionado con los jóvenes, la 46ª entrega de los Premios “Barco de Vapor” y “Gran Angular”.