La fórmula romero

No hacía falta “un plan de choque” para el regreso de empresas a Cataluña

La consellera de Economía ha evitado presiones en público y en privado, pero ha insistido en garantizar a las compañías estabilidad y seguridad jurídica para que vuelvan

GRAFCAT3279. BARCELONA (ESPAÑA), 29/01/2025.- La consellera de Economia y Finanzas, Alicia Romero, durante el pleno del Parlament, que ha aprobado este miércoles su presupuesto, cifrado en casi 64 millones de euros, con el 'sí' del PSC, Junts y ERC, en una votación que ha tenido que repetirse después de que, en la primera, se haya contabilizado el voto de un diputado de la CUP que no estaba presente en el hemiciclo. EFE/ Quique García

La consellera de Economía y Hacienda de la Generalitat, Alícia Romero, sabe desde el inicio de la legislatura que hay un proyecto por el que se la va a juzgar al cabo de la legislatura: el de la financiación singular de Cataluña. Pero Romero quiere diversificar su tarea y no volcar toda su apuesta a un modelo condenado a la complejidad en la negociación y en la explicación que, si se cierra, generará un ensordecedor ruido político.

Así que la titular de Economía se ha puesto con más asuntos porque el encargo que ha recibido del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, es el de proyectar que la Cataluña seria y sin desvaríos está de vuelta y, con ella, las circunstancias adecuadas para invertir en su territorio y crear prosperidad económica. Aspira el gobierno socialista a recuperar una parte del terreno cedido a Madrid durante los años del procés y nada para ejemplificarlo como exhibir el regreso de empresas que huyeron de la Cataluña desenfrenada que dirigía Carles Puigdemont.

Los planes económicos

Compañías como Laboratorios Ordesa, Red Points y la cementera Molins fueron de las primeras en anunciar viaje de vuelto, pero en las últimas semanas se ha unido el poderío del IBEX: primero el Banco Sabadell y, unas semanas después, la Fundación La Caixa y Criteria Caixa. Detrás de todos estos regresos figuran las estrategias de las compañías, y también el empeño de una consellera que nunca consideró que fuera necesario diseñar un plan de choque a este respecto, sino un compromiso del Govern para generar estabilidad.

“Debemos poner las condiciones para que aquellos que así lo decidan o quieran decirlo, puedan volver, generando estabilidad, seguridad jurídica, intentando explicar nuestros planes económicos“. Ese el rumbo trazado por la titular de Economía, cuya papel en operaciones como el regreso de Banco Sabadell (en su caso completamente condicionado por la opa de BBVA) ha sido inevitablemente discreto.

Los aliados

“Queremos es que sientan al Govern a su lado y que, evidentemente, cuando tomen una decisión como esta, encuentren todas las facilidades y toda la cordialidad por parte del gobierno de la Generalitat. Pero no haremos un plan de choque, ni lo hemos hecho para que vuelvan empresas”. La explicación de esta negativa al plan de choque es sencilla: obligaría a muchas empresas a tener que pronunciarse sobre él, fuera por iniciativa propia o por presiones mediáticas. Y si algo quieren los consejos de administración es manejar la jugada a su aire, tal y como han demostrado Josep Oliu e Isidro Fainé.

Así que la conselleria de Economia seguirá con sus planes de “estabilidad política, seguridad jurídica y buen gobierno” y con su propósito de “recuperar el liderazgo económico para generar prosperidad compartida” mientras va tejiendo discretamente la red de aterrizaje para las empresas que se fueron. Y lo hará con un aliado hiperactivo: la patronal Foment del Treball, dirigida por Josep Sánchez-Llibre, eufórica desde que el Sabadell abrió la puerta a más regresos (“dije que muchas empresas relevantes volverían a Cataluña y esto se está cumpliendo, este es un gran paso para que Cataluña vuelva a ser la locomotora de la economía española”).