La catástrofe ocasionada por la DANA en Valencia sigue dejando interrogantes en el aire, quizá ninguno tantas veces repetido como el de por qué no llegó una alerta a los móviles hasta las 20:11 horas de la tarde del fatídico martes, 29 de octubre.
Un repaso al intercambio de comunicaciones entre organismos públicos, centros de emergencias y administraciones deja una primera conclusión: nada preocupó tanto a las autoridades a lo largo del violento temporal como la situación en la presa de Forata y no fue hasta que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, comunicó a la consellera de Justicia de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, que el riesgo de rotura del muro era probable cuando se decidió enviar una alerta a todos los móviles de la zona.
La reconstrucción de la jornada
Aunque el centro de coordinación de emergencias estableció alertas naranjas por lluvias en todo el interior de la provincia de Valencia desde primera hora de la mañana y también se suspendieron clases en varios municipios antes de que comenzara la jornada escolar, las autoridades trabajaron durante el día con dos elementos sobre la mesa: la hipótesis de que a partir de las 18:00h las precipitaciones torrenciales disminuirían y la cruda realidad (el empeoramiento de la situación en varios lugares del territorio valenciano).
Dos de los municipios que preocupaban particularmente a las autoridades eran los de Carlet y Utiel. El alcalde de esta última localidad había avisado a la consellera de Justicia —responsable del servicio de Emergencias— del riesgo de desbordamiento del río Magro. Esta advertencia motivó una comunicación entre la consellera y la delegada el Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. Sobre las 14.00 horas, Pradas pidió la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y a partir de las 15.00 horas, se pasó a Nivel de Emergencia 2, puesto que la situación en Utiel se agravaba.
El CECOPI, en marcha
Lejos de remitir, las crecidas de agua van en aumento y el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) —que integra a la Generalitat, a la Delegación del Gobierno, a la Confederación Hidrológica del Júcar (CHJ), a cuerpos y fuerzas del Estado, a Emergencias y al Consorcio de Bomberos— se pone en marcha a las 17.00 horas con la vista puesta en Utiel por su proximidad al río Magro. En paralelo a la reunión del CECOPI, la CHJ comunicó en varios correos al Ministerio de Transición Ecológica el creciente caudal que estaba recibiendo la presa de Forata.
Los técnicos de la CHJ dirigieron un total de ocho correos entre las 15:54 horas y las 19:33 horas al Ministerio en los que advirtieron tanto de la crecida de los caudales la presa como de la declaración de nuevos escenarios de alerta. En uno de ellos, a las 18:04h, comunicó que la presa entraba en escenario 2, una circunstancia que significa “riesgo de rotura”.
En cambio, la CHJ no puso el foco sobre la evolución del flujo en el barranco del Poyo ni emitió ninguna notificación a Emergencias entre las 16:13 horas y las 18:46 horas, a pesar de que los protocolos establecen que a partir de un caudal de 150 m3 por segundo la comunicación debe ser inmediata a Emergencias. (A las 17:00 horas, el caudal era de 325,52 m3 por segundo y a las 18:00 horas el caudal se había disparado hasta los 1725,89 m3).
El caudal en Forata
La situación en la presa de Forata, en paralelo, es cada vez más preocupante puesto que el vertido alcanza los 900 m3 por segundo y pueden llegar, según estimaciones, hasta los 1500 m3/s en el río Magro. En estos momento se entra en escenario 3 (es decir, que la probabilidad de rotura aumenta a elevada). Este riesgo se comenta verbalmente en el seno del CECOPI por parte de los representantes de la CHJ.
La comunicación entre Gobierno y Generalitat se acelera con esa información sobre la mesa. A las 20.00 horas, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, llamó por teléfono a la consellera Pradas. El secretario de Estado informa a Pradas que no puede asegurar que la presa de Forata resista. Tras esta conversación, los integrantes del CECOPI (con presencia telemática de la Delegación del Gobierno, la CHJ, Guardia Civil y Policía Nacional y asistencia presencial de la Generalitat, Diputación de Valencia y la UME) acuerdan que la Generalitat envíe el mensaje masivo a la población. Eran las 20:11 horas.
Así es como se acabó enviándose una alerta sobre la que no existe ningún protocolo, porque el sistema ESALERT está pendiente de aprobación por parte de la Comisión Nacional de Protección Civil.