Tres veces se han visto las caras los veinte nuevos vocales del Consejo General del Poder Judicial: en la jura del cargo ante el Rey hace justo siete días y en los dos plenos de esta semana para elegir a su nuevo presidente. Tres encuentros han bastado para que algunos vocales tengan la sensación de que “este CGPJ está peor que el saliente”, y no es baladí teniendo en cuenta que el ambiente en la recta final del anterior Consejo era irrespirable tras cinco años con el mandato caducado por el bloqueo político para su renovación.
El día de la jura había esperanzas de “consenso” y un proceso rápido. Se propusieron siete perfiles provenientes del Tribunal Supremo: Esperanza Córdoba, Antonio del Moral, Ana Ferrer, Ángeles Huet, Carmen Lamela, Pablo Lucas y Pilar Teso. De todos ellos, Teso siempre ha sido la favorita, vista con buenos ojos por el Ejecutivo, como avanzó Artículo14.
El objetivo era ir votando en el pleno de este martes hasta dar con el candidato definitivo que ha de contar con el voto favorable de al menos tres quintos de los vocales, es decir, al menos con 12 votos de los 20. El martes llegaron a la última votación Pablo Lucas (candidato de los conservadores) y Pilar Teso (favorita para los progresistas), pero tras cuatro horas de reunión no hubo acuerdo para decantarse definitivamente por uno de los perfiles.
Se emplazaron al día siguiente para elegir entre los finalistas, pero las posturas estaban enrocadas: “La impresión que trasladamos es que somos incapaces. Nos quejamos de que nos impongan al presidente y cuando nos dejan elegir no somos capaces de llegar a un acuerdo”, lamentan fuentes del CGPJ consultadas por este periódico.
Pilar Teso, la favorita
El bloque progresista defiende que tiene que ser una mujer quien encabece el órgano de los jueces: “Hay una ley de paridad recién aprobada. Ahora mismo estamos justos para cumplir la ley (son 12 hombres frente a 10 mujeres). Si incluimos un hombre más en la presidencia nos saltamos la norma”, aseguran las fuentes consultadas en el seno del Consejo, que subrayan la importancia de tener una mujer al frente del órgano de los jueces por primera vez en la historia.
Además, piensan que Pilar Teso tiene un perfil que se “acerca más a la ciudadanía” y una carrera judicial impecable. Insisten en que Teso ya se postuló para presidir el órgano en 2022 y el sector conservador la aceptó. De momento, el ala más conservadora insiste en Lucas.
El próximo lunes intentarán desencallar la situación porque el objetivo es tener presidente para la apertura del año judicial el 5 de septiembre. Es vital que la situación se desbloquee porque hasta que no haya presidente, el órgano de gobierno de los jueces no puede comenzar a trabajar con normalidad. No se pueden constituir comisiones de trabajo, ni realizar el casi centenar de nombramientos pendientes que mantienen a la Justicia paralizada.
Tampoco se podría empezar a discutir la propuesta que tienen que enviar a las Cortes para reformar el sistema de elección del órgano de los jueces. La nueva ley del Poder Judicial aprobada tras el acuerdo PP-PSOE da un plazo de seis meses al consejo para realizar los cambios y enviar el texto a las Cámaras. El tiempo apremia y ahora no son los políticos quienes bloquean al Poder judicial, sino que es el Poder judicial quien se bloquea a sí mismo.