Lluís Prenafeta, el que fuera todopoderoso secretario general de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña durante diez años (1980-1990), ha fallecido este martes a los 86 años de edad. Prenafeta fue el fontanero jefe de Jordi Pujol a su llegada a la presidencia, el hombre que más hilos movió en la sombra del president y, sin duda, una de las figuras más decisivas para conseguir que el pujolismo fuera dominante en Cataluña.
Fue decisivo en los grandes proyectos que Pujol impulsó para consolidar una visión catalanista hegemónica en la sociedad catalana. Lo hizo creando poderosos instrumentos como TV3 y Catalunya Ràdio y, posteriormente, dando impulso a los Mossos d’Esquadra. También fue muy activo en la proyección exterior de Cataluña, otro de los grandes resortes de propaganda del pujolismo. Todos ellos fueron pilares muy valiosos para que Convergència i Unió dominara el escenario político en Cataluña sin apenas oposición política.
Los negocios de Prenafeta
Prenafeta, unido íntimamente a Pujol más allá de lo político, personificaba a la perfección lo que dio en llamarse “el sector negocios de Convergència”. Dimitió inesperadamente en 1990 sabedor de que la Fiscalía de Barcelona lo acorralaba investigando sus actividades privadas y la compatabilidad de las mismas con su poderoso cargo en la Generalitat.
Siendo secretario general de la Presidencia, se incorporó al consejo de administración de Iberia y participaba en las compañías Vilassar Internacional, sociedad filial al 100% de Tipel (empresa de curtidos perteneciente a su familia).
Su dimisión significó una pérdida muy importante para Pujol, que en aquellos años mantenía un pulso interno con el secretario general de Convergència, Miquel Roca, enfrentado a Prenafeta prácticamente desde sus inicios políticos.
Apartado de la política, Prenafeta fue fiel a su fama de mezclar lo público con lo privado. Creo el think tank Fundació Catalunya Oberta, que alimentaba con toda claridad el ideario de Convergència a partir de recetas liberales y catalanistas. Operó durante 17 años y en ella coincidieron los periodistas más significativos alieados con CDC.
Cárcel y corrupción
En 2009 fue arrestado en el marco de la llamada “Operación Pretoria” contra la corrupción urbanística en varias localidades del área metropolitana de Barcelona e ingresó en prisión. El juez Garzón decretó su libertad bajo fianza de un millón de euros.
En 2017, durante el juicio del caso Pretoria, confesó haber ocultado al fisco 14,9 millones de euros procedentes de comisiones urbanísticas. “Reconozco los hechos y los acepto tal como están”, dijo. Se calculó que la trama, que operó entre 2001 y 2009, pudo defraudar unos 45 millones de euros a los ayuntamientos barceloneses de Santa Coloma de Gramanet, Badalona y San Andrés de Llavaneras mediante tres pelotazos urbanísticos en esas localidades: la “operación Pallarena”, la “operación Badalona” y la “operación Niesma”.