Obituario

Muere Marta Ferrusola, la matriarca y alma de los negocios del clan Pujol

Su empresa Hidroplant obtuvo ventajosos contratos de Banca Catalana y de la Generalitat. El juez procesó a la mujer de Pujol, pero archivó su caso por demencia severa

Barcelona, 1986. .Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola posan con sus siete hijos: Mireia, a la dch. de su madre; Oriol, detrás; Marta; Josep, con camisa azul; Jordi; Pere y Oleguer.

Hay un edificio que resulta icónico de la Cataluña pujolista y que inevitablemente trae a la memoria a una de las grandes protagonistas de aquellos 23 años de gobierno de Jordi Pujol (1980-2003). El edificio es la antigua sede de Banca Catalana (hoy propiedad del fondo Blackstone), en el número 662 de la avenida Diagonal de Barcelona, y la protagonista es Marta Ferrusola, fallecida este lunes a los 89 años de edad después de sufrir alzhéimer.

La sede de Banca Catalana se inauguró en 1980 y se convirtió de inmediato en una torre emblemática en Barcelona gracias a su exuberante ajardinamiento vertical complementado con un sistema de irrigación tan insólito como costoso. Quien se encargó de implantar el riesgo de toda la fachada fue Hidroplant SA, la sociedad constituida por Marta Ferrusola y otras dos mujeres (Mercè Vila y Núria Claverol).

La misma Hidroplant fue adjudicataria de varios contratos de mantenimiento durante el pujolismo de departamentos de la Generalitat como Economía, Medio Ambiente, Presidencia y Gobernación. Sería impensable hoy en día ver semejante concesión de trabajos con tan pasmosa naturalidad, pero así fue durante años. Porque Ferrusola sentía que aquello era poco menos que la parte que le tocaba por el sacrificio que su marido estaba haciendo por Cataluña. Así al menos lo interpretan varios biógrafos de Pujol, que siempre señalaron a su mujer como la gran matriarca del clan familiar y como el verdadero alma de los negocios en casa (de los suyos y de los que animó a hacer a sus hijos).

Los intereses en Banca Catalana

Ferrusola mostró sus ambiciones desde siempre. Antes de que Pujol volcara su vida en la política, dedicó varios años a Banca Catalana. Fueron años muy ventajosos para el clan familiar. El periodista Pere Ríos (1962-2023) explica su libro Banco Catalana, caso abierto que si hubo alguna práctica que benefició extensamente a la familia Pujol y a la familia Ferrusola, esta fueron los depósitos a plazo formalizados a través de Plau SA, una de las sociedades instrumentales de Banca Catalana.

Estas empresas carecían de cualquier autonomía y eran utilizadas para desviar dinero de Banca Catalana a la contabilidad paralela de la caja B y beneficiar a un grupo minoritario de clientes a los que se abonaba aun interés superior al del mercado. Esta práctica también fue escondida a los órganos de control de la entidad bancaria y al Banco de España.

El 8 de marzo de 1982  cuando Jordi Pujol llevaba ya casi dos años en la presidencia de la Generalitat, constituyó junto a con su esposa, Marta Ferrusola, un depósito de diez millones de pesetas a un interés del 13% y con vencimiento a un año.

Un depósito tras otro

Marta Ferrusola también formalizó en solitario tres depósitos en esas mismas condiciones: de dos millones de pesetas (1981) , otro de 700.000 pesetas (1981) y un tercero de medio millón (1982). Del mismo modo, Marta Ferrusola y su madre, Carme Lladós Martí, constituyeron otros dos depósitos a través de la misma sociedad instrumental de Banca Catalana; uno de dos millones de pesetas y otro de un millón. En ambos casos con vencimiento a un año y el 13% de interés. En esas mismas condiciones, Marta Ferrusola, su hermano Josep y su madre formalizaron otro depósito de medio millón de pesetas (1981).

El Banco de España detectaría que al vencer estos depósitos se abonó un interés complementario, que sumado al ordinario ascendió a los 2,27 millones de pesetas.

Esas contrataciones de depósitos de la familia Pujol Ferrusola son solo un botón de muestra de la utilización de la sociedad Plau SA para canalizar operaciones al margen de la contabilidad oficial. Entre 1978 y 1982 la empresa captó 2.342 millones a través de la contratación de depósitos.

Cuando cundió el pánico entre los clientes por la crisis de la entidad la mayoría de ellos procedieron a cancelar la inversión y no obtuvieron la rentabilidad prevista, mientras que los parientes de Pujol ya habían cobrado los interés porque habían vencido prácticamente todos los depósitos.

Un depósito tras otro

El caso Banca Catalana, pese a los informes del Banco de España, no pasó factura judicial al clan Pujol Ferrusola. La matriarca pudo seguir con sus negocios, al igual que sus hijos, durante 23 años, hasta que el tripartito desbancó a CiU de la Generalitat en 2003. De aquella época es su frase más conocida, la frase que refleja con exactitud que Ferrusola sentía el Palau de la Generalitat como el patio de su casa. “Ganamos las elecciones pero nos robaron el gobierno. Es como si entran en tu casa y te encuentras los armarios revueltos porque te lo han robado todo”.

Tras la explosiva confesión de Pujol en 2014 acerca de su fortuna ocultada al fisco en el extranjero, el juez la procesó por considerarla uno de los cerebros financieros de la familia, pero la causa contra ella quedó archivada por demencia severa. Con la muerte de Ferrusola se marcha una protagonista en mayúsculas de la Cataluña contemporánea, de una Cataluña oficialista de doble moral.