Llegó el día clave para Íñigo Errejón. En los juzgados de Plaza Castilla, a las 12:30 de la mañana, frente al juez Adolfo Carretero, ante las acusaciones de agresión sexual de Elisa Mouliaá, con la expectación seguro de decenas de periodistas. Un escenario que nadie esperaba para el hasta hace tres meses dirigente del partido de la vicepresidenta Yolanda Díaz y referente de la izquierda española en los últimos años.
Eso sí, el despliegue de este jueves podría no ser el único. La actriz Elisa Mouliaá ya adelantó a Artículo14 que había más mujeres que se habían puesto en contacto con ella porque también se habían sentido agredidas por el exdirigente de izquierdas. En total, según su relato, serían 16 mujeres las que estarían planteándose emprender acciones legales contra el exdiputado. Esto es, “otras 15 víctimas” más ella.
La actriz aseguró que eran “bastantes las violaciones” y que las otras mujeres habían sufrido “cosas más fuertes” que lo vivido por ella con el ex político. Pero por el momento ninguna de ellas ha dado el paso. Según explica Mouliáa a este periódico, está en contacto con ellas y “las otras víctimas están con miedo, la verdad no se atreven”. Y añade que están expectantes ante la cita judicial de hoy. “Imagino que querrán ver cómo va lo mío”, añade la actriz, que asegura se enfrenta a la cita “concentrada y confiada en que todo salga bien”.
Cambio de letrado
Eso sí, muestra el descontento con el juez Adolfo Carretero. El magistrado había suspendido la causa porque la abogada de Mouliaá, Carla Vall, se encontraba de baja por maternidad y pidió posponer la declaración. Carretero explicó que Mouliaá se había “negado a designar a otro letrado que la sustituya de su confianza”, por lo que “la consecuencia inevitable” era “la imposibilidad de la continuación del procedimiento”.
Pero la abogada de Errejón presentó un escrito ante la Audiencia Provincial de Madrid porque consideró la actuación de “fraude de ley” que buscaba “generar y provocar, a propósito, dilaciones indebidas, en un proceso de esta envergadura mediática y pública, alargando la pena de banquillo”. Afirmó que Mouliáa podría elegir otro letrado que sustituyera a Vall y consideró que no hacerlo evidenciaba “mala fe, fraude de ley y abuso de derecho”. Gimbernat aseveró en el escrito que el juez Carretero estaba dejando el caso en un “limbo procesal jurídica y humanamente inaceptable”.
El juez instructor admitió el recurso y reactivó el caso fijando la declaración para este jueves. Dice Mouliáa que esto le ha obligado a cambiar de abogada a última hora. Le acompañará a los juzgados el letrado Alfredo Arrién, que también lleva la defensa de Lesly la becaria que denunció a Nacho Cano: “El juez ha adelantado el juicio y no sé cómo quería que preparase el caso con mi abogada en Barcelona y habiendo dado a luz hace nada”, se queja a este periódico y añade que la decisión del juez “haciendo caso a Errejón” ha motivado el cambio de abogado: “Ha sido un auténtico despido”, lamenta.
A la defensa de Errejón no le bastó con la reapertura del caso. También se quejó que la declaración de su cliente fuera a las 12:30 y la de Mouliáa a las 11 de la mañana. Consideraba que no tenía margen de maniobra para preparar la declaración de su representado dejando pasar tan poco tiempo por eso solicitó el aplazamiento de la cita. El juez rechazó cambiar de nuevo el día de la declaración de Errejón, pero su abogada asegura a Artículo14 que, independientemente de la hora que acabe Mouliáa, el ex portavoz de Sumar tendrá “al menos 30 minutos” de reunión con su abogada para poder preparar su defensa.
El caso de Mouliáa
Mouliáa presentó la denuncia ante una comisaría justo al día siguiente de que la periodista Cristina Fallarás, que usa su cuenta de Instagram como altavoz para casos de violencia machista, publicara un testimonio anónimo sobre una víctima de Errejón: “A mí me pasó con un político que vive en Madrid (…) Es un maltratador psicológico”, contaba el mensaje de la mujer que se viralizó en cuestión de horas propiciando la dimisión del ex portavoz de Sumar y motivando a la actriz a contar ante la Policía unos hechos acaecidos en septiembre de 2021 que podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual que podría estar castigado con entre uno y cinco años de cárcel.
En una comisaría madrileña, contó cómo se gestó su relación por redes sociales. El día de los hechos, el político le invitó a la presentación de su libro. Después se tomaron algo y de ahí se fueron a casa de una amiga de Mouliáa. De acuerdo con el relato de la actriz, ya en el coche él adoptó “una actitud dominante”. Y en el ascensor directamente la habría agarrado “fuertemente” de la cintura y besado “de forma violenta”, “dejándola sin respiración”. Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado “por la fuerza” a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos “sin el consentimiento” de la actriz.
Mouliaá describe en la denuncia que Errejón la quitó el sujetador, profirió frases “lascivas” del tipo “cómo me pones”, acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y la hizo tocamientos. “Paralizada”, “fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta”. Errejón le habría contestado que “salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa”. “Estuvieron un rato más en la fiesta”, pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político.
Allí, “sin mediar palabra”, él habría reanudado los tocamientos. Ella “le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda”, que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo “muy violento”. Y finalmente le dijo: “Íñigo, ‘solo sí es sí’, parece mentira que me esté pasando esto contigo”, culminando ahí el relato plasmado en la denuncia.