Dos veces aprobó este año el Congreso de los Diputados el techo de gasto con los votos de Junts. Dos veces tumbó el Senado el techo de gasto gracias a la mayoría del PP. Y, esta vez, a la tercera no fue la vencida, con un “no” demoledor de Junts para los intereses de Pedro Sánchez. Los Presupuestos son esenciales para dotar de estabilidad a una legislatura que vuelve a estar en el alambre.
El techo de gasto es el punto de partida para empezar a formular las cuentas. Marca lo que pueden gastar las arcas públicas en ese ejercicio. Este mes de julio, el Consejo de Ministros aprobó ese límite en 195.353 millones de euros. “Empieza hoy nuestra aprobación de los presupuestos para 2025 que profundizarán en la consolidación de derechos, en el fortalecimiento de las clases medias y trabajadoras, y en el impulso al tejido productivo”, celebró la ministra de Hacienda.
Pensaba que lo tenía atado, que en el super pleno de este martes pasaría el trámite parlamentario, pero para enorme sorpresa del Ejecutivo, Carles Puigdemont dio la orden de votar que “no”. Y la frustración del Gobierno quedó verbalizada por Ernest Urtasun, víctima de un micrófono abierto cuando mantenía una conversación privada en el patio del Congreso: “En el Consejo de ministros nos han dicho que lo tenían atado, y ahora resulta que no. Es una hostia para el Gobierno”, reconocía Urtasun.
En todo caso, María Jesús Montero no tirará la toalla y continuará con su hoja de ruta. Fuentes del ministerio de Hacienda preguntadas por Artículo 14 aseguran que se presentarán las cuentas “en el tiempo y forma previstos”, esto es al inicio del curso político, en septiembre. Aunque son conscientes de que se avecina una negociación parlamentaria “endiablada” pero “es lo que hay”, comentan las fuentes.
El Gobierno lleva meses trabajando a fondo para que los Presupuestos puedan ser aprobados. De ahí que en la ley de paridad, el PSOE introdujera una enmienda para quitar el derecho a veto al techo de gato que posee el Senado. Lo hizo porque en la Cámara Alta el PP tiene mayoría absoluta y este año tumbó dos veces el límite de gasto propuesto por Montero.
Una estrategia parlamentaria denunciada por dos letrados de las Cortes en dos informes durísimos. La letrada del Congreso aseveró en un escrito que la enmienda del techo de gasto “nada tiene que ver con la regulación de la representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, por lo que no existe mínima conexión de homogeneidad de estos apartados de la enmienda con el proyecto de ley orgánica”. Concluía que podría violar el artículo 23 de la Constitución. Por su parte el letrado del Senado fue más allá y dijo en su informe que supone un “evidente riesgo para el principio de seguridad jurídica”.
Pese a los informes desfavorables, la ley de paridad se aprobó este martes en el super pleno del Congreso. Fue una de las pocas votaciones que sacó adelante el Gobierno. Por tanto, con esta ley en vigor, el PP ya no tiene derecho a veto en el Senado para el techo de gasto. Aunque eso ya da igual porque con el rechazo de Junts en la cámara Baja, el límite de gasto de Montero no llegará al Senado.
El precedente de 2019
Los independentistas y la derecha ya tumbaron unos presupuestos de Montero en 2019, que abocó al presidente del Gobierno a convocar un adelanto electoral. Entonces, los independentistas solicitaban hablar de la autodeterminación de Cataluña y Montero rechazó aceptar ese “chantaje”. Defendió la ministra de Hacienda que “el Gobierno no iba a aceptar lo inaceptable a cambio del apoyo a los PGE”.
Ahora los independentistas también son el escollo para la titular de Hacienda. En Junts, Carles Puigdemont arguyó que los presupuestos son injustos: “Que en Cataluña se ejecute el 45% de lo que se aprueba y en Madrid más del 210% es inmoral”, aseveró en las redes sociales. El líder de Junts eleva sus exigencias en un momento clave en las negociaciones para una eventual investidura del candidato del PSC, Salvador Illa, y con la financiación “singular” para Cataluña en el aire.