Las elecciones europeas suelen tomarse como las menos importantes de todas las que nos incumben por aquello de la lejanía de las instituciones comunitarias. La prueba es que participación suele quedarse en torno al 45%, pero lo cierto es que sus resultados acaban siendo bastante más que un termómetro de la política nacional. En 2014, por ejemplo, las elecciones europeas hundieron al bipartidismo y propulsaron el impactante nacimiento de Podemos.
Diez años después de aquellas europeas, Podemos vuelve a estar en el centro de las miradas aunque por motivos muy distintos. La candidatura liderada por la exministra Irene Montero aspira a resucitar en estas europeas después de medio año malviviendo en los márgenes del Congreso con sus cinco diputados tras romper con Sumar al poco de ponerse en marcha la legislatura.
Tal y como explicó el analista electoral Andrés Medina en Artículo14, Podemos tiene en el punto de mirar conseguir tres eurodiputados en estas elecciones y, lo que es más importante, igualar a Sumar con esa misma cifra. Un empate permitiría a Podemos resurgir de sus cenizas, modificaría el relato entre el espacio a la izquierda del PSOE y añadiría más nervios en las filas de Yolanda Díaz.
En las últimas semanas, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha optado por separarse del PSOE ante el temor de verse completamente superada en este flanco por Podemos. No le han dolido prendas a la vicepresidenta con forzar derrotas parlamentarias del Gobierno porque consideraba más importante marcar perfil propio que no mantener a salvo la cohesión de la coalición.
Los datos del CIS dado a conocer al inicio de la campaña no tranquilizó precisamente a los Yolanda Díaz, puesto que su pronóstico es que Sumar obtenga con 4 europarlamentarios (5,9-7,2%) y Podemos se haga con 2-3 (4,4% – 5,4%).
A la yugular del PSOE
Montero ha olido la sangre, ve a Sumar a tiro y sabe perfectamente por dónde debe dirigir su campaña: hay que multiplicar los ataques al PSOE. Y a eso se está aplicando la exministra de Igualdad, que este mismo domingo arremetió contra la “insoportable hipocresía” del PSOE que, dijo, no merece salir “premiada” el 9J, dado que es “incomprensible” que la ministra de Defensa, Margarita Robles, diga que en Gaza hay un “genocidio” y el Ejecutivo no rompa relaciones diplomática con Israel.
“La propia Margarita Robles ha dicho claramente que lo que Israel está haciendo en Palestina es un genocidio y, por tanto, es incomprensible que el gobierno no rompa relaciones diplomáticas de forma inmediata con Israel y haga un embargo total de las armas, además de promover las sanciones para los responsables de ese genocidio. Necesitamos que la hipocresía del PSOE no sea premiada en estas elecciones”, dijo Montero.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no lo tiene tan sencillo para descolgarse con ataques al PSOE, pero también trata de hacerlo. Su último argumento es que Sumar es la única opción “antiausteridad” en la UE y que el PSOE acabará siendo “un obstáculo” para avances laborales como la reforma del despido o la reducción de la jornada laboral.
Así que Díaz se empeño de nuevo en diferenciarse del PSOE, al que afeó la “contradicción” de gobernar en España con Sumar y en Europa con el PP, con una “discrepancia enorme” en materia de vivienda. En este sentido, presionó a su socio en el Ejecutivo con que la prioridad es bajar el precio del alquiler y “no hacer una Ley del Suelo pactada con el PP, las inmobiliarias y las constructoras”.