Escándalo en Podemos

“Monedero te hablaba mirándote a los pechos, era invasivo, de mano larga”

Excompañeras de Podemos y exalumnas narran a Artículo14 las escenas de acoso del exdirigente, propenso a tocamientos invasivos. “Le llamábamos ‘El Babas’", dicen

Una imagen de Juan Carlos Monedero Efe / Kiloycuarto

El relato de varias excompañeras de Podemos sobre Juan Carlos Monedero dibuja un perfil marcado por actitudes invasivas, paternalistas y comportamientos impropios hacia las mujeres del partido. “Le llamábamos ‘El Babas’. No era agresivo ni violento, pero sí intimidatorio”, explica una excompañera a Artículo14. “Todas sabíamos cómo era porque entre nosotras nos avisábamos, pero es que, además, él no se cortaba. Le daba igual si se encontraba en un entorno laboral o festivo: si había una chica joven, se le acercaba e invadía su espacio buscando el contacto”, relata.

Otra excompañera, que formaba parte de su círculo de confianza, describe su actitud como insistente e incómoda. “Te hablaba mirándote a los pechos, era un tipo invasivo, de mano larga, no respetaba el espacio vital. Muchas compañeras se lo decíamos: ‘Córtate un poco, Juan Carlos, esto nos traerá problemas’, pero le daba igual. Se lo tomaba a broma”, explica.

Una de sus colegas de Podemos, ahora alejada de la política, reconoce que Monedero le hizo pasar innumerables momentos de bochorno. “Una noche, después de una reunión de equipo, salimos a tomar una copa en José Alfredo. Había un grupo de chicas portuguesas bastante jóvenes. Él se acercó a una de ellas y, después de invitarla a una copa, le bajó el escote. La chica le apartó y le afeó el gesto. Su equipo de prensa llegó a hablar con él para que dejara de ser tan invasivo y baboso con las chicas”, afirma.

Mirar los pechos, tocar el culo

Su trato hacia las mujeres, cuentan, tenía un tono paternalista. Se dirigía a ellas en diminutivo y mantenía un contacto visual que, de inmediato, desviaba hacia los pechos. “Pretendía que te dieras cuenta”, asegura una de las fuentes consultadas.

“Estos comportamientos, hace una década, se veían como algo propio de un viejo verde, pero no como motivo de denuncia. Ahora, afortunadamente, la percepción ha cambiado”, coinciden quienes trabajaron con él.

“A mí nunca me hizo nada, pero sí viví comportamientos que le recriminé: tocarle el culo a una chica o buscar el roce, hasta el punto de empalmarse. Fue en un acto en Zaragoza”, explica una exalumna cercana al núcleo duro de Podemos. Y matiza: “Juan Carlos no tiene un perfil depredador como lo podría tener Íñigo”.

La puerta de su despacho

Esa misma exalumna confiesa que, en la Complutense, solían bromear con que ellas sólo entraban a su despacho si la puerta permanecía abierta.

Ahora, la universidad lo investiga tras la denuncia de una estudiante por acoso sexual. Desde la Complutense aseguran que se ha abierto “un expediente de información reservada confidencial por una denuncia de una alumna” y que se tramita conforme al protocolo contra el acoso sexual de la institución.

Podemos supo de las denuncias de acoso sexual de Juan Carlos Monedero en septiembre de 2023, cuando Irene Montero era ministra de Igualdad. El martes 12 de septiembre de 2023, la Secretaría de Feminismos de Podemos recibió un correo electrónico que encendió las alarmas en la organización. Una mujer denunciaba comportamientos inapropiados por parte de Monedero, describiéndolo como alguien que “se dedica a incomodar y manosear a mujeres jóvenes en entornos del partido”.

La denunciante detallaba episodios en los que el cofundador de Podemos realizaba “tocamientos en cintura y trasero” y profería “comentarios inapropiados sobre mujeres muy jóvenes”. Además, mencionaba incidentes en los que Monedero, bajo los efectos del alcohol, intentó besar a una compañera. Este testimonio, lejos de ser un caso aislado, se sumaba a una serie de rumores y susurros que, según la denunciante, eran “vox populi” en ciertos círculos del partido.

Apenas dos días después de la recepción de este correo, Monedero anunciaba en redes sociales su dimisión de la presidencia del Instituto República y Democracia, la fundación vinculada a Podemos. En su mensaje, agradecía a la militancia y expresaba su intención de continuar apoyando al partido desde otras trincheras. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, respondía públicamente con palabras de agradecimiento, destacando su “incansable trabajo” y su dedicación a la militancia. Sin embargo, en ningún momento se hacía alusión a las acusaciones que comenzaban a emerger.

Reacciones internas y procedimientos cuestionados

Ante la gravedad de las acusaciones, Podemos asegura haber actuado “desde el primer minuto”. Fuentes del partido afirman que, tras recibir el testimonio, se activaron los protocolos internos y se trasladó el caso a la Comisión de Garantías, ofreciendo a la denunciante una vía “confidencial y segura” para aportar más detalles. No obstante, según la formación, no se obtuvo respuesta a estas comunicaciones.

Paralelamente, miembros de la dirección recibieron otro testimonio de una mujer que también señalaba a Monedero por comportamientos inapropiados y solicitaba que se le apartara de las actividades del partido. Como resultado, Podemos afirma haber dejado de convocar a Monedero a sus eventos desde entonces.

Monedero, por su parte, niega rotundamente las acusaciones. En un comunicado, asegura llevar “doce años sufriendo denuncias falsas” y considera que estas imputaciones buscan dañar su imagen y, por ende, debilitar a Podemos. El cofundador sostiene que nunca fue informado de estas quejas y que ha continuado participando en actos del partido por toda España después de septiembre de 2023.

Además, critica que se lancen acusaciones basadas en rumores sin pruebas concretas, enfatizando que cualquier relación debe basarse en el consentimiento y que “no se puede decir que algo suena a delito y soltarlo sin más”.

“Fue advertido y reprendido tanto por compañeras del partido como por su propio equipo de comunicación”, insisten quienes presenciaron y afearon los comportamientos del ‘Babas’ del partido.