El 25 de noviembre de 2025 se cumplirán 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Es una de las efemérides mas esperadas para el Gobierno, que este año ha marcado en el calendario más cien actos en torno a esta conmemoración cuyo objetivo, aseguran desde Moncloa, es “poner en valor la gran transformación lograda en medio siglo de democracia”. El primero de los actos se celebrará ya este mes de enero, el próximo día ocho, y se ha invitado tanto a la Casa Real como a los partidos políticos.
Moncloa incluso ha movido ficha poniéndose en contacto con el PP, según las fuentes consultadas por Artículo14. En la mañana de este lunes, el director de gabinete de Moncloa, Diego Rubio, se puso en contacto con su homóloga en Génova, Marta Varela. La conversación fue cordial pero sin acuerdo. Varela le trasladó al representante de Pedro Sánchez que el PP no participará en los actos gubernamentales. “Entendemos que dicha llamada no responde a ningún objetivo de consenso que, de existir, debería haberse impulsado con carácter previo”, subrayaron fuentes populares.
Así las cosas, el PP no estará representado ni por Alberto Núñez Feijóo ni por ninguno de sus portavoces. Para el equipo de Feijóo, los actos han sido impulsados “unilateralmente por el Ejecutivo socialista”. “Nos enteramos por los medios de comunicación y mediante un simple mail de convocatoria”, ahondan en su queja.
Desde el PP recalcan la “incoherencia de las fechas”. “Conviene recordar que el 8 de enero, fecha del primer acto, Franco todavía seguía ejerciendo de manera plenipotenciaria en nuestro país”, aseguran. “La intencionalidad de estos actos es más personal y partidista que simbólica y con sentido de Estado”, añaden desde la dirección del PP.
En el Partido Popular consideran que los actos anunciados por el Ejecutivo no son más que una “cortina de humo” para tapar los supuestos casos de corrupción que envuelven a la cúpula del partido. “El Gobierno arranca 2025 desesperado y el comodín de Franco se les hace más necesario que nunca”, afirmó Tellado en una rueda de prensa desde el Congreso de los Diputados. “Sánchez necesita hasta 100 actos para tapar la degradación judicial en la que ha instalado a su propio Gobierno”, dijo el portavoz en otro momento de su intervención. En la misma línea se manifestó Cuca Gamarra: “Siempre saca a Franco a pasear cuando tiene problemas”.
Polémica con Zarzuela
Más allá de la asistencia de dirigentes políticos, Moncloa también ha cursado invitación al jefe del Estado. Y también hay polémica. Fuentes gubernamentales aseguran que se envió una invitación al rey Felipe VI para acudir al primer acto que se celebrará el 8 de enero. Pero a la espera de conocer la agenda oficial de los reyes para la semana que viene, fuentes de la Zarzuela ya adelantan que Felipe VI tiene otros compromisos. En concreto, salvo cambio de última hora, el primer acto organizado por el Gobierno coincide con la presentación de las cartas credenciales de seis nuevos embajadores en España.
“Pretenden poner en aprietos al jefe del Estado”, sugieren fuentes del principal partido de la oposición. Públicamente, eso sí, desde las filas populares no se expresa opinión alguna sobre si el monarca ha de ir o no al acto promovido por el Ejecutivo: “Es una decisión de Zarzuela”, zanjan las fuentes consultadas en el equipo desde Feijóo.
Desde Génova defienden que el Partido Popular “conmemora la Transición y la Constitución”, y acusan a Sánchez de “conmemorar únicamente el fallecimiento del dictador, pero no la democracia”. “La sociedad española sabe perfectamente cuando llegó la democracia a nuestro país y quiénes fueron los artífices de esta democracia. Y lo que debería hacer Pedro Sánchez es preocuparse mucho más de reconocer la labor de todos aquellos que hicieron posible la Transición y conmemorar la Constitución”, terminó diciendo Gamarra.
Un calendario complicado
Desde Génova, creen que la intención del Ejecutivo no es más que diseñar una “estrategia cortoplacista para tapar sus vergüenzas políticas”. Fuentes cercanas al entorno de Feijóo aseguran a este periódico que Sánchez se enfrenta a “una agenda judicial complicada”.
Y lo cierto es que en el calendario del Ejecutivo se entremezclan estos actos de conmemoración con citas judiciales importantes para Sánchez. Sin ir más lejos, el mismo ocho de enero, 24 horas después de la celebración del primer acto, David Sánchez, el hermano del presidente, deberá comparecer ante la jueza de Badajoz para dar cuenta sobre sus presuntos delitos relacionados con la Administración Pública.
“No es nada innovador. Es evidente que los cien actos son una cortina de humo en toda regla. Imputada la mujer, el hermano, y hasta miembros del Gobierno, es lo único que le queda a Sánchez: distraer”, coinciden diputados del PP consultados por este periódico.