“La crisis con Milei puede estirarse hasta 2027 si hace falta”. La hipérbole de un dirigente socialista al ser preguntado por el conflicto entre Pedro Sánchez y el presidente argentino, describe bien las intenciones de Moncloa. Sánchez ha encontrado en el populista argentino el catalizador perfecto para la remontada de los socialistas en la campaña de las europeas, y lo más importante, una base incontestable donde cimentar la defensa de Begoña Gómez en la comparecencia que hará mañana en el Congreso .
Los argumentos que esgrimirá el presidente en relación a las informaciones que apuntan a un presunto tráfico de influencias en la labor profesional de Begoña Gómez, serán similares a los expuestos tras sus cinco días de reflexión en La Moncloa. Esquivará el detalle porque la estrategia pasa porque el marco sea “no hay caso, hay fango”. Aquí Milei ha surgido como el aliado perfecto. Las acusaciones de corrupción del argentino contra su esposa en un mitin de Vox son el contexto perfecto. Los fontaneros de Moncloa olieron pronto la sangre. Al margen de la gravedad de las palabras del argentino, en clave electoral se detectó rápidamente que el choque con Milei puede dar rédito en la urnas el 9-J.
La tensión con todo lo que el presidente argentino representa encaja a la perfección con el eje de campaña que buscaba el PSOE para dejar fuera de juego al PP. Institucionaliza la posición del presidente, que mañana hará en el Congreso una encendida defensa del “respeto” a las instituciones con las informaciones sobre la labor profesional de Begoña Gómez y los ataques de Milei como hilo conductor. Huirá de la victimización de su esposa, pero colocará el centro de su discurso en denunciar el hostigamiento hacía su persona, su familia y su Gobierno por parte de la derecha y la ultraderecha. Frente a la máquina del fango, reiterará su compromiso en la defensa de la democracia. En este mensaje ha estado trabajando con su equipo en las últimas horas.
Milei mide los daños
Con este horizonte lejos de amainar, el conflicto diplomático con Argentina seguirá abierto. Exteriores no se ha movido ni un ápice de su exigencia de “disculpas públicas”. La llamada a consultas de la embajadora es “sine die” y el cruce de declaraciones de ayer con la Casa Rosada no da margen para rebajar el tono. Los portavoces del presidente argentino han dejado claro que no se disculpará y niegan que llamase “corrupta” a Begoña Gómez escudándose en que no la citó.
El departamento de Milei también está midiendo la dimensión de la crisis. En Argentina aseguran que Sánchez ha elevado el tono porque está en plena campaña a las europeas. Saben que su presidente es el “perfecto oponente”. Tiene con conflictos diplomáticos abiertos con Colombia, Brasil o China desde que llegó a la Casa Rosada. Así, el mandatario argentino tendrá que morderse la lengua si no quiere favorecer los votos del PSOE en las urnas. El embajador argentino, Roberto Bosch, no será llamado a consultas como sí ha hecho Albares con la diplomática española María Jesús Alonso Jiménez. El Gobierno argentino, aunque no pida disculpas públicamente, no va a subir el tono hasta después del 9 de junio.
En Génova también son conscientes de la munición electoral que da a Sánchez este pulso. Alberto Núñez Feijóo no está cómodo. Es complicado compatibilizar su papel institucional con la crítica. Además hay una variable más. Si Sánchez elige a Vox como enemigo a batir desdibuja el papel del PP. Los tracking de Moncloa muestran que los de Santiago Abascal están fuertes y esto supone una sangría para los populares. De hecho, Feijóo ya ha dado la orden de rebajar las expectativas. La distancia con el PSOE es hoy de cinco puntos pero la tendencia es a que se acorte. Las catalanas han dado alas a los socialistas.
Preocupación en las baronías
Los barones contemplan con preocupación como Sánchez marca la agenda a Feijóo. Temen que “PSOE y Vox hagan un sándwich” a su líder en el inicio de campaña con la polémica de Milei. “En este es tema el PP no tiene nada que rascar, simplemente evitar cometer errores”, según el diagnóstico de un presidente autonómico.
Génova mantendrá la ofensiva sobre Begoña Gómez en la comisión de investigación, aunque son conscientes de que deberán medir bien el tono. Sánchez identificará los ataques a su esposa con los ataques a un modelo de país que dista mucho del que la ultraderecha de Milei representa. Una vez más, la fontanería de Moncloa ha sabido ajustar los tiempos y a Feijóo le costará imponer su mensaje. La llamada del ministro de Exteriores al portavoz del PP, Miguel Tellado, a cuenta de la crisis con Argentina fue el preludio de lo que le espera al PP. La presión es fácil quién no esté en la defensa de las instituciones españolas , y por extensión de Sánchez y su esposa, está con los ultras.
Mientras, la diplomacia sigue sus propios tiempos. Milei insiste en que volverá a España el 21 de junio a recoger el premio que le otorga el Instituto Juan de Mariana. En Moncloa trabajan en esta visita que según el propio gobierno argentino adelantó antes del choque con Sánchez, tendría un carácter oficial. Su intención era incluso reunirse con Felipe VI. Para entonces se espera que la tormenta haya amainado. Las europeas ya serán historia.