Carlos Mazón hará este viernes autocrítica en su esperada intervención ante las Cortes Valencianas y desgranará un plan de acción de futuro, centrado en la reconstrucción de la zona devastada por la DANA. Así lo avanzan fuentes de su equipo directo. Un mensaje claro a la ciudadanía de que tiene un proyecto de futuro para la Comunidad y que, pese a los errores cometidos, está convencido de resistir. No dimitirá, como avanzó este periódico. Sí ajustará su gabinete a la nueva coyuntura, con Susana Camarero como pieza clave del nuevo Consejo.
Hace diecisiete días, la gota fría más mortífera de la historia reciente de España devastó el área metropolitana de Valencia. Todavía no se sabe con precisión el número de personas que perecieron por las riadas que formaron las lluvias torrenciales. Se cuentan por centenares. Y sigue habiendo desaparecidos. Desde que el agua empezó a anegar toda la comarca de la Huerta Sur en la tarde-noche del 29 de octubre, ha estado en entredicho la actuación de los políticos. Especialmente, la de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana y, por ende, representante ordinario del Estado sobre el terreno.
Una alerta tardía, la posterior falta de respuesta, el dilema sobre las competencias, la cerrazón de mantener el mando de la gestión de la crisis, un silencio administrativo, las difusas explicaciones sobre las horas previas al diluvio, una comida con una periodista… El itinerario del barón popular en este tiempo ha sido objeto de debate y, sobre todo, de crítica. También entre los miembros de su partido, que de manera oficial le han brindado un cierre de filas, pero que, off the record, han cargado las tintas contra su papel en estas semanas. De momento, la consigna es prolongar el respaldo. No obstante, en el PP se ponen en guardia con los siguientes pasos de Mazón.
Desde la dirección nacional, Alberto Núñez Feijóo ha brindado un claro apoyo a Mazón, al menos públicamente. Incluso cuando ha reconocido diferencias de parecer con algunas de sus decisiones, como la de no pedir al Gobierno que declarase el Estado de emergencia para hacerse cargo de la situación. Feijóo, “sin ninguna duda”, así lo hubiera hecho. Es más, se lo llegó a recomendar a través de un mensaje en la noche trágica y, también, a los dos días, cuando le visitó en el Cecopi, centro de coordinación de emergencias.
Finalmente, ha llegado el momento de rendir cuentas. De poner las cartas boca arriba. De explicar, con luz y taquígrafos, minuto a minuto, qué sucedió aquella fatídica jornada; de responder a los interrogantes: ¿por qué tantas personas perdieron la vida? ¿por qué todavía, a día de hoy, sigue faltando ayuda en algunos lugares? Carlos Mazón comparece este viernes en las Cortes valencianas. Estaba previsto que lo hiciera ayer. La alerta roja por una nueva DANA obligó a posponer los planes 24 horas. Para su aparición estelar se ha generado una elevada expectación. Han llegado a circular todo tipo de rumores: desde un anuncio de dimisión hasta una revolución en el Consell.
Lo cierto es que no está previsto que el presidente valenciano dé un paso atrás. Ni tampoco que comunique que lo hará en diferido. Todo lo que cabe esperar, según insisten en su equipo, es una ampliación y remodelación del Govern para enfocarlo en la reconstrucción de las zonas afectadas, un territorio que equivale, en extensión, a las Islas Baleares. Como avanzó ayer Artículo14, cabe esperar que Mazón haga hueco en el ejecutivo a dos personas: la exalcaldesa de Benetússer, una de las localidades afectadas, Laura Chuliá, persona de la máxima confianza del presidente valenciano; y el antaño vicepresidente valenciano, Gerardo Camps, ahora senador. También saldrá reforzada la actual vicepresidenta: Susana Camarero, que tendrá “un papel clave”. Todo apunta a que dirigirá una macroconsellería de Emergencias.
Más allá de los cambios, dirigentes del PP -muchos de ellos decepcionados por la gestión- esperan una explicación contundente. Y una disculpa por los errores cometidos, como su equipo avanza que hará. El propio Mazón admitió fallos hace poco. Ha de ser “un antes y un después”, en palabras de un alto cargo de la formación. “Que la gente se sienta reconfortada”, como llegó a afirmar Feijóo.