“Si Mazón ahora completa un buen trabajo y se aparta, es posible que tenga otra vida política porque habrá hecho un gesto poco común: dimitir”. Es la reflexión de un miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular. En los últimos tiempos, pocas cuestiones han tenido tanta unanimidad dentro de las filas populares, como la necesidad de la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. No hablan de una dimisión inminente, pero sí cuando la situación en los municipios afectados empiece a mejorar. Miembros del PP creen que si dimite ahora “sería reconocer negligencia desde el principio”. Pero lo que no descartan en la Dirección Nacional es la dimisión “más pronto que tarde” de otros miembros del Gobierno valenciano. El equipo de Mazón tampoco ha estado a la altura y los fallos en la gestión de varias consejeras -como la responsable de Justicia e Interior, Salomé Pradas- son alarmantes.
Esta semana, a la falta de apoyo público se han unido críticas realmente feroces hacia Mazón por parte de sus compañeros de partido: “Hace daño a nivel nacional. La mala gestión de la tragedia se vincula con la marca del PP”, piensa un miembro del Comité de Dirección. “Tiene que dimitir. Allí (en la Comunidad Valenciana) no van a poder mirarle a la cara. Tiene que apartarse y, después, la vida da muchas vueltas y más en política”, reflexiona otro cargo popular. Por eso, casi nadie -en privado- cree que Mazón tenga “otra salida”.
La realidad es que miembros del partido aseguran haberle visto realmente “superado” por la magnitud de la catástrofe: “Es valiente, pero está superado (…) El liderazgo genuino crece en la adversidad y Carlos no lo tiene. Ha habido momentos en los que aparecía hasta con cara de susto en los medios”, señala un líder territorial.
En las filas populares también creen que la situación vivida en la Comunidad Valenciana es “una emergencia nacional” y coinciden con la dirección de Feijóo, y contra el criterio de Carlos Mazón, en que el Gobierno debió asumir el mando desde el minuto uno de la tragedia, lo que habría implicado quitarle las competencias al valenciano: “Yo creo que se debería haber declarado. Es una emergencia nacional. Ahora ya (después de tantos días) es un debate de política ficción”, explica un barón autonómico. “Feijóo ha pegado un tiro a Mazón pidiendo la emergencia nacional y le ha dejado a los pies de los caballos”, cree un miembro del PP madrileño.
Ha habido hasta estrategias desconcertantes. En los últimos días, hemos asistido a un intercambio de papeles entre el líder popular y el valenciano: el jueves 31 de octubre, Feijóo, que viajó hasta Valencia, culpó al Gobierno de la tragedia y, quince minutos después, Mazón exhibió unidad junto a Pedro Sánchez. “Querido presidente”, dijo el presidente de la Generalitat que, además, agradeció la “coordinación” desde el inicio de la DANA. Pasaron cinco días y, el lunes 4 de noviembre, Feijóo ofreció una declaración institucional en la que tendió la mano a Sánchez: “El Gobierno cuenta con el PP. Tiene nuestros votos para las ayudas a las víctimas(…) Es momento de estar todos a una. Hay un antes y un después”. El mismo día, fue Mazón quien culpó a la Confederación Hidrográfica del Júcar, que depende del Ministerio de Transición Ecológica, y arremetió contra la UME. Dentro del partido hay quien piensa que Mazón está ya en “una estrategia de control de daños judiciales”: “Sabe que va a judicializarse y está en el relato”, explican los populares.
La soledad de Mazón
La cruda realidad es que, ante las cámaras, miembros de la cúpula han evitado un respaldo expreso a la gestión de Mazón y se han limitado a decir que se “ha volcado” con lo que tenía “a su disposición”. Se trata de una especie de operación de “maquillaje” para intentar disimular la debilidad y lo cuestionado que está internamente el presidente de la Generalitat.
“De lo que no hay duda es que Mazón se ha volcado con todo lo que tenía desde el primer momento y nos gustaría poder decir lo mismo del Gobierno de España”, respondió Cuca Gamarra al ser preguntada por el apoyo expreso al presidente de la Generalitat. La estrategia es señalar al Gobierno -al que acusan de haber dejado abandonada a la Comunidad Valenciana– para que, cuando Mazón “caiga”, poder pedir lo mismo al máximo responsable nacional: Sánchez. En el PP creen que si la comunidad hubiese estado gobernada por el PSOE, el Gobierno se hubiese involucrado de forma muy diferente en la tragedia.
Un día después, el portavoz parlamentario, Miguel Tellado, calcaba la respuesta de Gamarra cuando los medios le hicieron la misma pregunta. Palabras idénticas y mismo argumentario. Además, se desmarcó de la actuación de Mazón las horas previas de la DANA: “Le corresponde a él dar explicaciones sobre su agenda“, dijo Tellado. El portavoz parlamentario no ha hablado con Mazón durante la primera semana tras el paso de la DANA.
En este punto, es interesante el papel que ha tenido el eurodiputado popular, Esteban González Pons. El Vicesecretario institucional del PP no nombró a Mazón durante una entrevista radiofónica esta semana. Ni mencionó su gestión. Pons es valenciano y su enemistad con Mazón es de sobra conocida dentro del partido. A su vez, el portavoz nacional, Borja Sémper, no ha realizado ni una declaración en los últimos 10 días.
Lo cierto es que tampoco ha tenido apoyo por parte de sus homólogos en el PP. Así, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha tenido un perfil muy bajo desde que la DANA asoló la Comunidad Valenciana: “No puedo. Lo lamento. Solo quiero lo mejor para el pueblo de Valencia”, respondió, visiblemente emocionada, a los periodistas cuando le preguntaron por la gestión de Mazón. Tampoco le respaldó públicamente el presidente de Castilla y León: “Estamos ante una situación de emergencia nacional y quien tiene que estar al frente de esto es el Gobierno de España”, dijo Alfonso Fernández Mañueco, preguntado por si su compañero Mazón debió pedir al Ejecutivo central que le retirasen sus competencias. Ninguno de los barones populares ha salido a respaldar al valenciano. Tampoco ninguno ha viajado a la Comunidad Valenciana. Son conscientes de que quien lo haga quedará “vinculado” a la discutible gestión llevada a cabo.
Dentro del partido -y hay que subrayar que siempre en privado- han puesto en duda hasta la suma de dinero (31.402 millones de euros) que ha solicitado Mazón al Gobierno como ayudas para paliar los efectos de la DANA: “No hay un balance de daños, ha pedido una cuantía equivalente a todo el presupuesto de la Generalitat. No tiene ni pies ni cabeza”, critican en las filas. También creen que la gestión “post DANA” ha sido nefasta: “Los vecinos han estado una semana con la sensación de estar abandonados (…) se tendría que haber puesto en cada municipio a alguien supervisando todo… una especie de “jefe de operaciones” en cada punto crítico, que pidiese los refuerzos necesarios”, piensa un miembro del PP.
Mazón se prepara para resistir
En la relación entre el presidente del PP y Mazón es importante recordar que Génova siempre ha considerado que el valenciano fue decisivo para que Feijóo no consiguiese llegar a Moncloa en julio de 2023. Culpan a Mazón de frustrar su llegada a la presidencia del Gobierno al precipitar su pacto con VOX haciendo irrespirable la campaña electoral. Aun así, Feijóo y Mazón han hablado durante varias veces al día durante la crisis de la DANA, según confirman los equipos de ambos.
El viernes, el líder PP reunió a todos los presidentes autonómicos a través de una videoconferencia. En ella, los barones y la Dirección Nacional exhibieron buena sintonía con Mazón y se prepararon para la “normalización y reconstrucción” de Valencia. Una operación de maquillaje de cara a la imagen interna que estaban trasladando con muy pocos apoyos al valenciano.
Según adelantaba Artículo14, lejos de las especulaciones que han surgido recientemente, Mazón no piensa en dimitir. Se prepara para resistir. “Está bien, animado y con ganas. Centrado en currar”, explican fuentes de su entorno más directo. El próximo jueves, día 14 de noviembre, está previsto comparezca ante las Cortes valencianas para explicar su gestión. Una comparecencia que el presidente se preparará a conciencia.