La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha manifestado sentir “vergüenza” por la negativa del PSOE a suscribir el manifiesto por el Día Internacional de la Mujer, acusando al partido de haber traspasado la “peor línea roja” en la lucha por la igualdad.
“Siento vergüenza como presidenta de la Junta de Extremadura, pero siento vergüenza, sobre todo, como mujer extremeña. Es un día terrible para esta tierra”, expresó Guardiola en un video publicado en ‘X’ y recogido por Europa Press.
En esa línea, la presidenta extremeña señaló que, con esta decisión, el PSOE se posiciona “en contra” del feminismo, de las mujeres víctimas de violencia de género y violencia sexual, así como de la unidad y la ciudadanía.
Por ello, en su opinión, el PSOE ha cruzado la “peor línea roja” contra la igualdad “únicamente por intereses políticos”, y sostuvo que no suscribir el manifiesto del 8M es “más que un error”. “Es una mala noticia, es enfrentar a costa de los derechos y del dolor de las extremeñas”, afirmó.
“Estamos ante un PSOE irreconocible, dispuesto a usar a las mujeres para su propaganda y centrado en el ruido. Hoy faltan el respeto a las instituciones y a las personas. Las excusas que ha dado el PSOE de Extremadura para no unirse al manifiesto no tienen nada que ver con las mujeres, ni con la verdad, ni con una lucha justa por la igualdad”, enfatizó la presidenta.
María Guardiola insistió en que la igualdad y el feminismo “no deben estar marcados por siglas, partidos ni cálculos electorales” y que, “por respeto a las mujeres que han sufrido y sufren violencia machista”, no deberían utilizarse estrategias políticas que fomenten la confrontación.
Para la líder del Ejecutivo extremeño, el PSOE en la región ha sobrepasado “todos los límites morales e institucionales” y, en un día como el 8M, donde el protagonismo debería recaer en la igualdad y su reivindicación, ha optado por “desmarcarse y negar su firma, perjudicando a las extremeñas”.
Por su parte, el PSOE de Extremadura ha explicado que no suscribirá el manifiesto con motivo del 8 de marzo, argumentando que no pueden “firmar con la ultraderecha y, mucho menos, con quienes blanquean a esa ultraderecha”.