“Voy a pedirle explicaciones esta misma mañana y voy a escucharla“. Estas fueron las escuetas palabras de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en el Congreso de los Diputados al ser preguntada por la polémica que acecha a la directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García. La ministra ha convocado a García a una reunión este miércoles para decidir sobre su situación.
Sobre Isabel García y sobre su pareja, Elisabeth García -exasesora del PSOE en el Senado-, pesan unas informaciones publicadas por El Español, según las cuales ambas habrían conseguido 64 contratos por valor de 250.000 euros de ayuntamientos controlados por el PSOE para gestionar los puntos violeta de cada municipio. Puntos que sirven para luchar contra la violencia de género y organizar actividades que promuevan la igualdad y el feminismo.
Esto lo habrían conseguido a través de dos sociedades llamadas Elig Consultoría de Igualdad y Diversidad e IMBER Consultoría de Igualdad. Según recoge el medio, estas empresas no tienen ningún trabajador dado de alta y para la gestión de los puntos violeta utilizan a voluntarios. Por lo que, prácticamente, se llevan de manera íntegra la partida presupuestaria reservada para estos espacios.
Se encargan de estas adjudicaciones desde mediados del año 2022. Se estima que en estos dos años han conseguido más de 250.000 euros. Además, sus empresas también han ingresado 50.000 euros por administraciones locales donde gobernaban los socialistas. Concretamente en ayuntamientos de la Comunidad Valenciana como Catarroja, Picanya, Burjassot, Moncada y Cullera, entre otros.
También amañaron dos concesiones
Eso no es todo. Sino que desde que García llegó a su puesto en diciembre del año pasado, habría amañado dos concursos en San Fernando de Henares por los que se habría llevado 23.000 euros. Primero por un contrato en concepto de “materiales divulgativos y publicitarios para la campaña de las jornadas del 8-M” por el que habría ingresado 5.050 euros. Después, por otra adjudicación con valor de 18.041 euros por “la organización de los puntos violeta para las fiestas patronales de San Fernando de Henares de 2024“. Ambas concesiones pertenecían a sus dos empresas.
El modus operandi fue sencillo. Presentaron tres empresas con ofertas similares, sin embargo, había una en concreto que pedía un importe inferior a las demás. Las sociedades que se presentaron fueron las dos suyas y una tercera en la que no consta actividad alguna pero en la que figura un correo personal a nombre de Isabel García Sánchez.
Piden su dimisión o cese
No es la primera vez que a Isabel García le rodea una polémica. Al poco de tomar su cargo como directora del Instituto de las Mujeres, en diciembre del año pasado, se conocieron unos tweets antiguos de ella en los que decía que “las mujeres trans no existen. Invisibilizáis la transexualidad”. También llegó a escribir que “la teoría queer avanza sin descanso con el único objetivo de perpetuar el heteropatriarcado y borrar a las mujeres de lo político“.
Ahora, ya son muchas personas las que han pedido su dimisión o cese. Entre ellas, Elizabeth Duval, secretaria de comunicación de Sumar, en su cuenta de X: “Isabel García no debió ser nombrada directora del Instituto de las Mujeres: la transfobia y el ataque a los DDHH no tienen cabida en las instituciones. Si encima se investiga y hubo enriquecimiento personal, no hay excusa: tiene que dimitir o ser cesada”.