Alberto Núñez Feijóo cree tener los números atados para tumbar la candidatura de Teresa Ribera como comisaria europea. “Pinta bien”, trasladan fuentes de la delegación española en Bruselas. “No está perdido”, rebajan en Génova. El retraso en las votaciones ha sido entendido como un éxito por parte de la dirección nacional del PP, que ha aumentado la presión contra la vicepresidenta de Pedro Sánchez. “Si algo no gusta en la UE es una comisaria con problemas judiciales, y ya hay querellas contra ella por la DANA”, dicen las fuentes consultadas. Y sobre ello están alertando los populares a sus socios europeos.
En este contexto, Feijóo ha ofrecido una salida al Gobierno para tener el apoyo del PP español. “Si Sánchez pone un nombre nuevo encima de la mesa, lo apoyaríamos”, exponen en el equipo del jefe de la oposición. Así se lo han hecho saber también a Manfred Weber, el presidente de los populares europeos. Y son varios los cargos populares tanto en Bruselas como en Madrid que repiten el nombre de Luis Planas, el actual ministro de agricultura, con gran predicamento en las instituciones comunitarias.
“Esa ministra no debería ser premiada con un puesto de relevancia en la UE”, señaló el presidente de los populares, en una comparecencia extraordinaria en el Congreso. “No es la persona adecuada”, insistió. Principalmente, por su papel en las riadas del pasado 29 de octubre. “La Comisión Europea tiene que estar libre de sospecha”, aseveró Feijóo que, al igual que hizo ayer Dolors Montserrat, dio a entender que Ribera tendrá que afrontar problemas judiciales en el futuro por su gestión en esta catástrofe. “Los líderes de la Unión Europea tienen que estar libres de toda sospecha, porque sino, no pueden liderar moralmente”.
Obedecer a Von der Leyen
De momento, pese a los avisos del PP español, Ursula von der Leyen mantiene su respaldo a Teresa Ribera, según ha explicado el portavoz de la Comisión, Eric Mamer. “La presidenta ha dado su confianza al conjunto de candidatos al puesto de comisarios y el proceso para su confirmación está en curso”, afirmó Mamer. Al ser preguntado sobre las evaluaciones en el Parlamento Europeo, añadió que “evidentemente nada ha cambiado con respecto a esta posición inicial” y se abstuvo de comentar sobre las críticas recibidas por Ribera en su reciente comparecencia.
A pesar de las fuertes reservas, el Partido Popular Europeo (PPE) ha mostrado disposición a no vetar a Ribera si esta acepta dos condiciones clave: que se comprometa a dimitir en caso de resultar encausada por la DANA y que dé las explicaciones pertinentes ante el Congreso de los Diputados en España. Además, esta postura está supeditada al apoyo de los socialdemócratas y liberales a los candidatos ultraconservadores Raffaelle Fitto y Olivér Varhelyi, aunque algunos líderes del Parlamento consideran posibles ajustes en las competencias asignadas a Varhelyi. Sin embargo, la evaluación definitiva del desempeño de Ribera en su audiencia parlamentaria aún está pendiente.
Sin embargo, el PP español insiste en que no se trata de aprobar a Ribera, sino únicamente de someterla a evaluación. Fuentes de la delegación popular afirman que “al PP español no le vale” con estas condiciones para darle luz verde y que “son dos condiciones para evaluarla, que dé explicaciones en el Congreso y que se comprometa a dimitir en caso de ser encausada”. “Lo que decimos es que esas son las condiciones para que los coordinadores puedan reunirse a evaluarla, y el resultado de esa evaluación no tiene por qué ser positivo. Sin esas dos condiciones, que ni pise aquello”, recalcan.
¿Qué va a pasar con Ribera?
Los presidentes y coordinadores de cada grupo político se han reunido a puerta cerrada para evaluar si cumple con los requisitos necesarios de competencia, compromiso europeo e independencia personal para ser miembro de la Comisión. Si dos tercios de los miembros apoyan su candidatura, avanzará (lo cual ya se sabe que no va a pasar); de lo contrario, podría ser sustituida o enfrentar una nueva ronda de preguntas. Los presidentes y coordinadores enviarán una carta de recomendación confidencial a la Conferencia de Presidentes, que valorará la viabilidad de su candidatura antes de someter a votación el equipo de comisarios en la sesión plenaria del 25-28 de noviembre. Un rechazo al equipo en conjunto retrasaría considerablemente la formación de la nueva Comisión, como ocurrió en 2019 cuando tres candidatos fueron sustituidos tras ser rechazados en sus evaluaciones.