Los socios de Pedro Sánchez aploman la legislatura un poco más. Aumenta la presión para que el PSOE y Sumar acepten la proposición no de ley (PNL) de Junts que insta al jefe del Ejecutivo a someterse a una cuestión de confianza. Una propuesta cuya aceptación a ser debatida debió resolver este martes la Mesa del Congreso de los Diputados, y que finalmente fue postergada.
Desde un plano estrictamente político, la primera pesa fue puesta por el portavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, quien indicó que una proposición de este tipo no tiene “ningún efecto vinculante”. Pese a ello, añadió que desde su formación “no ven problemas” para que la Mesa del Congreso de los Diputados la califique. Es decir, avalar su tramitación para que posteriormente sea debatida en el pleno.
“La confianza o no de este Gobierno no se juega en una PNL. La verdadera cuestión de confianza que tiene el Gobierno es el cumplimiento de los acuerdos y la aprobación de una verdadera agenda social”, defendió Sánchez Serna. Pese a ello, fuentes de la formación morada situaron la iniciativa de los de Carles Puigdemont dentro de una estrategia para presionar al Gobierno, y así dar su apoyo a los presupuestos generales. Una línea en la que Podemos rechazó estar.
Esta reflexión fue compartida por ERC, pues este miércoles Gabriel Rufián apuntó que no ve problema en que se debata en el Congreso, puesto que no es más que una proposición no de ley que no obliga a nada al Gobierno. Además, y al igual que Podemos, cree que se está dando una “importancia que no tiene”.
Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurúa, indicó “respetar la estrategia” de Junts. De hecho, le parece “bien” que formulen esa proposición y no se oponen a su debate. Pero, en cualquier caso, según dijo, su partido no apuesta por que Sánchez se someta a la mencionada cuestión de confianza.
Desde el PNV, otro de los socios del Ejecutivo, se reservaron y señalaron a Artículo14 que no ven necesario valorarla públicamente. Una similar estrategia adoptada por Coalición Canaria. Desde el partido insular justificaron que el tema es “aún prematuro”.
El PP lo ve como un “debate necesario”
En paralelo, el portavoz nacional y vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, expresó no ver motivos para impedir que se debata en el hemiciclo la iniciativa de Junts. A su entender, es un “debate necesario” en España, máxime cuando Sánchez no quiere ejercer esa facultad “por sí mismo”.
Sobre la decisión tomada este martes por la Mesa, el portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado, la bautizó como una “auténtica innovación parlamentaria”. Es más, Tellado llegó a expresar que la resolución del órgano de gobierno de la Cámara Baja es “una especie de democracia a la carta impuesta por el PSOE”: “Si me beneficia lo tramito, si me perjudica lo paro”.
VOX reserva sus cartas
VOX también se pronunció sobre esta mediática PNL. Fue su portavoz en el Congreso, Pepa Millán, quien señaló que se trata de “otro paripé” enmarcado en una “acción chantajista de los separatistas”. Asimismo, y con respecto a las declaraciones de Sémper y Tellado, Millán reveló la “sorpresa” de su grupo parlamentario por la “apertura” del PP al “negociar con Junts”.
La portavoz tampoco pudo obviar las preguntas sobre el sentido de voto de su partido en caso de que la proposición fuera aprobada en un futuro por la Mesa. Un punto en el Vox también guardó sus cartas, pues Millán únicamente expresó que la formación no va a hacer “política ficción” de nada que no esté sobre la mesa.
Gobierno
El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, comenzó señalando que el informe de los letrados “dice que hay precedentes de una cosa y de la contraria”. Algo que, según su criterio, justifica que la Mesa se tome un tiempo para estudiar su tramitación, puesto que es un asunto que trata la “constitucionalidad”. Como remarcó López, la cuestión de confianza es algo que, como señala el artículo 112 de la Carta Magna, solo el Ejecutivo puede plantear.
Cuestionado sobre el respaldo del PP a la tramitación de la iniciativa del partido independentista, López dijo que le sorprenden “estas declaraciones de amor” que algunos líderes “de la derecha” están lanzando a Junts “cuando hasta hace cinco minutos eran unos delincuentes prófugos”. “Ahora ya no les importa, no solo negociar, sino pactar con ellos para echar a Pedro Sánchez”, agregó.
En paralelo, el portavoz socialista pareció desestimar el valor de la mencionada proposición no de ley, precisando que la herramienta que la oposición tiene al alcance de su mano es la moción de censura, “no la cuestión de confianza”.
En representación del otro partido del Gobierno, Sumar, Aina Vidal expresó que la PNL no altera el orden jurídico, aunque sí puede ser utilizada “a modo de presión como una expresión política”. Pasadas una horas, Vidal reprochó a Junts su actitud “pueril”, además de calificar como “vergonzoso” que a los independentistas catalanes les parezca “viable” una coalición de PP y Vox como alternativa al Gobierno de Sánchez.
Los precedentes
Toda esta secuencia de declaraciones tiene como punto de partida la tramitación de la iniciativa de Junts que pide instar al presidente del Ejecutivo a que se someta a una cuestión de confianza.
Como adelantó este periódico, los letrados que asesoran a la Mesa recomendaron en un principio no calificar esta iniciativa, aunque finalmente emitieron un informe en el que no se pronunciaron ni a favor ni en contra. Una decisión con la que dejaron la pelota en el tejado del órgano de gobierno de la Cámara Baja.
Dicho texto, emitido este martes, consta de 14 páginas en las que se plantean ejemplos de otras legislaturas donde la Mesa ha actuado en un sentido y en otro. “No cabe extraer una línea de actuación unívoca”; “Corresponde a la Mesa fijar un criterio”, reza el escrito.
Fuentes consultadas por Artículo14 explicaron que el caso “tiene mucha enjundia técnica”, e incidieron en que este movimiento por parte del órgano de gobierno “no supone ningún retraso en el debate”.
Sobre la votación solicitada por Junts en sí, esta no tendría ninguna consecuencia real, pero sí se cargaría de un fuerte valor simbólico y político. En este sentido, fuentes del Ejecutivo reconocieron que la decisión de los letrados de ponerse de perfil ante la PNL puede suponer el “preludio” a que la propuesta “pueda pasar”, y por tanto ser sometida a votación en pleno.