Los socios de Sánchez llevan su rechazo a Moncloa: “Escalar en belicismo no es viable”

El Gobierno matiza su discurso y deja abierta la puerta a posibles votaciones en el Congreso. La mayoría de partidos que pasarán por Moncloa, contrarios a aumentar el gasto en Defensa

Los primeros espadas de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados trasladan este jueves su actividad al complejo del Palacio de la Moncloa, donde se reunirán en un formato inusual con el presidente del Gobierno. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, volverá a reunirse con Pedro Sánchez 15 meses después de su último bis a bis, para abordar el previsible aumento del gasto en defensa y seguridad, ya comprometido por el presidente.

No hay plazos ni cifras concretas que acoten esta promesa, que hoy se reduce a llegar al 2% del PIB, inicialmente previsto para 2029, “lo antes posible”. Ni se espera que el presidente del Gobierno detalle sus planes, mientras en la UE se suceden las conversaciones que pueden desembocar en un escenario de desembolso conjunto.

Según fuentes de La Moncloa, Sánchez informará sobre el desarrollo del último Consejo Europeo, la semana pasada, y sondeará a los grupos para conocer cómo afrontan esta etapa. Del encuentro con el líder del Partido Popular, en el Ejecutivo ya avanzan que no esperan aproximar posturas: “No aborda estos temas con altura de Estado”.

Como Feijóo, los portavoces de otros 8 partidos con representación parlamentaria (todos menos PSOE, Sumar y Vox), acudirán a la llamada del presidente. Y todos reiteran que quieren conocer sus planes, antes de desvelar sus hojas de ruta.

Se trata de una cuestión que va mucho más allá del ámbito nacional, y entienden que “lo primero es escuchar” a Sánchez. Pero, además, los aliados de izquierdas argumentarán que en sus planes no está destinar más dinero a la defensa, y menos si eso implica tocar políticas sociales. El presidente ya tranquilizó a Yolanda Díaz, afirmando que no habrá recortes en estas partidas.

A priori será un no a gastar más en el Ejército español. Tampoco les ilusiona lo que pueda considerarse gasto en seguridad -aún por definir-, y son cuatro los partidos que recelan abiertamente de la opción de disparar la inversión en estas partidas: ERC, Bildu, BNG y Podemos. 

Los tres primeros insisten en escuchar en primera instancia, mientras que el partido morado es el más beligerante: ha llegado a referirse a Sánchez como “señor de la guerra”, una denominación que hasta hace poco más de año y medio reservaban para José María Aznar. Cuando gobernaban con el “señor de la guerra”, como recuerdan desde el PSOE, sí asumieron que disparara el gasto en defensa, pero ahora están fuera del Consejo de Ministros, y golpean con más fuerza.

El resto de socios de izquierdas matizan un poco más sus posiciones, conscientes de la enorme gravedad del contexto. Políticamente, todos tienen muy difícil defender ante sus electores destinar más recursos a comprar más armamento. Y saben que, con el esquema que tiene hoy el Ejecutivo sobre la mesa, por concretar debido a las enormes incertidumbres, tampoco van a ser necesarios sus votos. 

En esto, el Gobierno ha corregido su discurso. Si el martes, tanto el PSOE como Sumar, asumían que no habrá nada que votar en la Cámara Baja sobre esta materia, hoy desde el ala socialista sostienen que, si tienen algo que traer, “vendrá”. Más allá del discurso, trabajan con fórmulas que permitan que la Cámara Baja no llegue a tener la sartén por el mango.

En Sumar, a su vez, insisten en que son partidarios de que el Congreso debata sobre esta materia, pero obvian que, si hubiera que votar una iniciativa que supusiera destinar más recursos a este uso, tendrían muy difícil votar todos a una.

Tras jornadas de tensión por las diferencias de postura dentro de su grupo -IU pide ir mucho más allá que la formación de Díaz, y rechazar de plano cualquier incremento-, hoy fuentes de la dirección parlamentarias respiran con cierto alivio. Asumen que ha faltado “pedagogía”, que la presión de Podemos no les beneficia, pero piden salir del debate primario (si invertir más o no), para poder avanzar en la concreción.

Sostienen que, pese a la complejidad del debate, han logrado pautar algunas posiciones comunes, y emplazan a esperar para ver en qué se concreta el nuevo escenario. Como hace Sánchez sin disimulo, apuntan a Bruselas: si la UE costea buena parte de los nuevos desembolsos, bien con créditos, emisiones de deuda comunitaria o transferencias a fondo perdido, creen que la sangre no llegará al río.

ERC apuesta por “fortalecer la seguridad y defensa” sin gastar más en los ejércitos nacionales

“Se acaban de comprometer ustedes con un fascista peligroso como Donald Trump a duplicar el gasto militar en cuatro años en nuestro país”. La intervención de Ione Belarra este miércoles, en la sesión de control, sorprendió por su dureza, y recibió una contundente contestación por parte de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. En ambos lados del Ejecutivo indignó la descarga de Belarra, que acusó a Sánchez de “lamer las botas” al propio Trump.

El resto de grupos de izquierdas, los mismos que hoy expresarán sus recelos ante Sánchez, tienen un discurso más matizado. “Queremos fortalecer la seguridad y defensa de Europa, en lugar de incrementar el gasto de los ejércitos nacionales. Apostamos por más integración europea, no se soluciona el problema si cada estado destina recursos de forma descoordinada a sus ejércitos. Seguimos pidiendo, como siempre, reforzar el estado del bienestar, con más recursos”, abundan desde ERC, que reclama a la UE más implicación en cuestiones de defensa o en la lucha contra el cambio climático. “La línea roja es mantener la Europa social y fortalecerla”, avisó este miércoles el diputado Francesc Marc Álvaro.

Bildu insiste en que quieren escuchar antes de dar más pasos, pero estos días ya recordaban su rechazo a la permanencia en la OTAN, o a un aumento de la inversión en defensa que cercene el gasto social. “Escalar en militarismo, belicismo y reforzar imperialismos no es una opción vitalmente viable”, apuntó el parlamentario Oskar Matute durante la comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

“Más gasto militar no es sinónimo de más seguridad. Lo es de más inestabilidad y de más recortes sociales”, aseguró el diputado del BNG, Néstor Rego. “Mientras algunos hablan de invertir 3% o mismo 5% del PIB en armamento, en el BNG tenemos clara nuestra prioridad: se hay que escoger entre hospitales y bombas, escogemos hospitales”, afirmó Rego el miércoles, ante el ministro de Exteriores.

Albares comparecerá dos veces

Albares tiene previsto comparecer en dos ocasiones durante la jornada. Lo hará después del primer bloque de reuniones, que incluye a Feijóo; Gabriel Rufián (ERC); Miriam Nogueras (Junts); Mertxe Aizpurua (Bildu) y Aitor Esteban (PNV).

Y volverá a hacerlo tras la segunda tanda, que incluye a Belarra; Rego; Cristina Valido (Coalición Canaria) y Alberto Catalán (UPN). Las puertas de Moncloa permanecerán abiertas desde las 10.00 hasta las 17.00 horas para recibirlos, si bien muchos de los portavoces apostarán por comparecer en el Congreso.

En el Gobierno son conscientes de la expectación y la alarma generadas desde que Ursula Von der Layen anunció su plan para movilizar 800.000 millones para defensa. Y aseguran que el debate se cocinará a fuego lento. Que no habrá grandes respuestas en el corto plazo. Que los ejes de la agenda pública se han desplazado, y aún es pronto para saber cuánto.