Derrota en el Congreso

El Gobierno acusa la “bomba atómica” de PP y Junts: “Estaba negociado”

Sánchez estaba en Davos, pero Bolaños y Montero no fueron capaces de salvar el decreto ómnibus para revalorizar las pensiones o mantener las ayudas al transporte. Esta vez no hubo sorpresas; lo que podía salir mal, salió mal

La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras

El Gobierno acusa el golpe de una derrota parlamentaria sin precedentes en el Congreso de los Diputados. Hasta este miércoles, nunca había sufrido el naufragio de la mayoría de iniciativas sometidas a votación en la Cámara en un solo pleno.

El hecho de que sean normas de calado, en particular el decreto ómnibus que establecía la revalorización de las pensiones, o la prórroga de las ayudas al transporte, lo hace aún más difícil de asumir. Dos de sus tres leyes sometidas a votación han saltado por los aires.

Su enfado con Junts per Catalunya se hacía evidente durante y después del único pleno de este mes, que inaugura el curso peor de como acabó. Lo reconoció un ministro que criticó al partido de Carles Puigdemont por votar en contra de las tres leyes, cuando lo que toca al decreto ómnibus, al menos, “estaba todo negociado”. “Quien diga que no estaba negociado miente”. “Otra cosa es que ellos tengan circunstancias sobrevenidas y digan ‘nos bajamos del carro’”, apostilló.

La misma fuente evitó pronunciarse sobre si esta derrota marca un antes y un después en una legislatura agónica, que el Gobierno sigue hoy decidido a apurar. Esquivó esta cuestión, pero también advirtió a Junts: “Que cada palo aguante su vela”.

Este malestar lo asumieron también varios diputados de los partidos del Ejecutivo. Un dirigente de Sumar tildó esta derrota de “bomba atómica”, y advirtió de que tienen que “reevaluar” sus estrategias, tanto en sus filas como en el marco de la coalición. “Esto complica todo mucho”, apuntó. “Lo veo muy regular, pero con Junts va por días. No sigue una lógica”, aseguraron otras fuentes del Gobierno.

Además, en los partidos del ala izquierda de la coalición consideraron “infumable” la actuación de ambas fuerzas, que junto con Vox sentenciaron los reales decretos. “Nuestra estrategia sigue íntegra, las pensiones van a subir, así como tantas otras medidas previstas en los decretos”, afirmaron, insistiendo en que son Junts y el PP quienes “deben repensar estrategias”.

“Repensar y explicar a los millones de personas que ni se planteaban la posibilidad de perder mejoras que daban por hechas. Es vergonzoso lo que hemos vivido hoy, no se juega con el pan”, apostillaron. La tónica general, sin embargo, era obviar las críticas a los de Puigdemont.

“La mayoría constructiva hemos perdido”

La sensación de vértigo era evidente durante el pleno. Después de que Junts y el PP mostraran sus cartas, María Jesús Montero, Félix Bolaños y Santos Cerdán, escenificaron una conversación en pleno hemiciclo con el número tres del PSOE y negociador jefe en las reuniones presenciales con Carles Puigdemont sentado en el escaño del presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez estaba en Davos, pero sus dos principales espadas en el Ejecutivo siguieron el espectáculo a pie de pista. Y no fueron capaces de evitar este resultado. Hay quien esperaba un nuevo conejo saliendo de la chistera, pero esta vez no hubo sorpresas; lo que podía salir mal, salió mal. Sin autocrítica pese a las reiteradas advertencias de los socios, que siempre han reclamado que negocien con tiempo y que no mezclen distintas medidas en una misma norma.

“Los que formamos la mayoría constructiva hoy hemos perdido”, admitieron fuentes de La Moncloa. También señalaron a PP, Vox y Junts, como “la mayoría de bloqueo” que hoy no puede “explicar” haber votado en contra de medidas como las ayudas a los afectados por la Dana, o la prórroga de la prohibición de desahuciar a familias vulnerables. “Los que hemos perdido vamos al ataque. El mundo al revés”, apostilló un ministro muy próximo a Sánchez.

Sintetizaban así la estrategia que seguirá la coalición tras esta derrota, que pasa por intentar dirigir todos los focos sobre el PP. El Ejecutivo se encomendó el martes a los conservadores, y presumió de contactos que, según el Partido Popular, no se habían producido.

“Nunca esperas que se pueda parar la subida de las pensiones por mera táctica política”, sostienen fuentes del PSOE. El rostro de Montero al abandonar el hemiciclo evidenciaba su enfado, pero la ministra ignoró toda pregunta para repetir que el PP “tendrá que explicar” el sentido de su voto.

Como ella, fuera de cámara, varios ministros reproducían este discurso oficial: “Es el momento de que el PP explique por qué ha tumbado la subida de las pensiones”, afirmó otro de ellos.

No se espera un Consejo de Ministros extraordinario

Todo pasa por dejar que los cambios calen, que los usuarios del transporte público vean cómo se encarecen las tarifas tras la caída de las subvenciones. Por intentar dirigir el enfado que prevén entre los pensionistas directamente hacia los conservadores. Hoy por hoy descartan la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinario que apruebe un nuevo decreto, aunque tanto el PP como Junts se han comprometido a apoyar la revalorización de las pensiones y otras medidas si se tramitan de forma independiente.

“Entendemos que estén asustados por lo que han hecho, pero ya no tiene remedio. Ahora tendrán que asumir que los ciudadanos sepan que han votado contra todo eso”, inciden fuentes del PSOE. Fuera de cámara, otro ministro confirmó esta estrategia. Preguntado por la responsabilidad de Junts, reconoció que prefería hablar del PP.

Ante las cámaras, el discurso de Sumar iba en esa misma línea en lo que toca a los de Feijóo: “El Partido Popular, cuando tiene que elegir entre mejorar la vida de la gente, ganar derechos o causar daño, siempre se queda con lo segundo”, acusó este jueves la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Sobre Junts, sin embargo, apenas destacó que “forma parte del bloque de investidura”, y que toca “recobrar la confianza”.

Lejos de los focos, desde sus filas reconocían lo evidente. No pueden ir mucho más allá contra Junts, porque los necesitan: “Seguimos negociando”. En el marco de esas conversaciones, ambas partes del Gobierno se muestran convencidas de que, si logran aprobar unos Presupuestos Generales para 2025, que hoy se antojan cada vez más difíciles, el resto de desencuentros y derrotas quedarán en segundo plano.

Por lo pronto, Bolaños empezó el día en una entrevista en la Cadena Ser, restando hierro al escenario de que finalmente no consigan aprobar unas nuevas cuentas públicas. “Tampoco es tan grave no aprobar unos nuevos, porque los Presupuestos prorrogados son nuestros y son buenos. Es una responsabilidad compartida del Gobierno y del Congreso”. El revolcón parlamentario vivido horas después restó aún más margen para el optimismo.