Fumata blanca. Victoria parcial de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y referente de Sumar. El Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Trabajo han alcanzado este viernes, absolutamente in extremis, un acuerdo para que quienes cobran el SMI no tributen en el IRPF en 2025. El pacto se ha anunciado poco después de que Díaz cargara contra Hacienda y le acusase de “levantarse” de la mesa de negociaciones.
“El acuerdo consiste en introducir una deducción en la cuota del IRPF que haría que los asalariados que cobran el SMI o menos no tribute en el IRPF en 2025”, avanzaban fuentes del Gobierno. Esta deducción supondrá una merma en la recaudación de algo más de 200 millones de euros, según afirmó la vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, el jueves. La victoria es parcial porque Hacienda ha exigido que el SMI sí cotice a partir del próximo año, a partir de las previsibles nuevas subidas.
El pacto ha llegado sobre la bocina, a escasos minutos de la reunión de la Mesa del Congreso, en la que se exponían a elevar el choque hasta niveles nunca vistos. Esto es, a que Hacienda oficializase el veto a las proposiciones de ley (PLs) de PP, Sumar y Podemos, que perseguían elevar el umbral de tributación por IRPF para que los perceptores del SMI no tuvieran que pagar el impuesto sobre la renta de las personas físicas tras la nueva subida.
El Gobierno ha incrementado en 50 euros el salario mínimo para 2025, hasta los 1.184 euros brutos en 14 pagas. Ante este incremento, Hacienda rechazó elevar el umbral exento de tributación, como ha hecho otros años, y Sumar prometió hacer lo posible para que quienes cobran el SMI no paguen IRPF.
Incluso asumió pactar con el PP en la Mesa, levantando el veto presupuestario con el que amagó el Ejecutivo. A su vez, desde el PSOE deslizaron que tenían en su mano presentar un recurso de atribuciones ante el Tribunal Constitucional, lo que habría escalado el conflicto aún más.
Este viernes expiraba el plazo para que el Gobierno ejerciera su facultad constitucional de veto ante iniciativas que afectan a los Presupuestos o a la recaudación, y el bloqueo a las iniciativas de PP y Podemos ya se ha formalizado, como confirman fuentes de la Mesa de la Cámara Baja. Lo que no ha llegado es el veto a la proposición de ley del socio de coalición del PSOE, y por eso se da por hecho que Sumar retirará su proposición de ley.
Montero en perfil bajo; Díaz escenificando las diferencias
Montero, que ha tenido que asumir este cambio tras mes y medio de pulso, se mantiene en un discreto segundo plano. A primera hora de la mañana, desde su equipo afirmaban que no había acuerdo, y que las posiciones seguían “muy alejadas”, pero negaban haber volado los puentes.
Díaz, por su parte, acusaba a Hacienda de haber bloqueado la negociación en la noche del jueves. “A las 10 de la noche ella dio la instrucción de levantarse de esa mesa”, aseguró en una entrevista en Telecinco.
La vicepresidenta segunda presumió de “haberle trasladado hasta cinco propuestas” a la ministra de Hacienda, y criticó el veto por motivo presupuestario que ya daba por hecho. “Ya estamos en manos de los vetos que vaya a practicar el PSOE”, dijo. Minutos después, su equipo anunciaba el acuerdo.
El momento tampoco es casual: el CIS de marzo apunta a una leve mejoría de Sumar en las encuestas, coincidiendo con esa batalla con la vicepresidenta primera y con su esfuerzo por diferenciarse del PSOE. Y el colofón del conflicto ha llegado a poco más de 24 horas del arranque de la Asamblea de Sumar, el congreso con el que aspira a rearmarse políticamente.