Vox vuelve a ponérselo difícil al Partido Popular en la semana de celebración del Orgullo. Los populares se están viendo en la obligación de hacer todo tipo de equilibrios en comunidades y ayuntamientos, evitando la ruptura con la formación de Santiago Abascal. En Madrid, pese a la mayoría absoluta de José Luis Martínez-Almeida, también ha habido polémica.
Sonadas han sido las declaraciones esta semana de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá: “El Ayuntamiento no pone banderas. No lo pone ni el día del ELA, ni el del Alzheimer, ni el del cáncer”, argumentó.
Visto el revuelo generado, la alcaldesa apuntó que se habían malinterpretado sus declaraciones y reivindicó su compromiso con el colectivo refiriéndose a la iluminación de la fachada del Ayuntamiento con la bandera arcoíris. En paralelo, Compromís intentó desplegar una lona con la bandera del colectivo LGTBIQ+ y la Policía Local lo impidió: “Esto no se puede hacer”, dijo el agente.
Catalá gobierna con Vox el consistorio y la postura de la ultraderecha con respecto al colectivo LGTBIQ+ es conocida. De hecho, el portavoz de Vox del grupo municipal, Juanma Badenas, ya escribió un escrito rechazando la bandera para guardar “la neutralidad institucional” del consistorio.
También generó controversia el despliegue de la bandera en el Ayuntamiento de Toledo, gobernado por PP y Vox. Antes de comenzar el pleno de este jueves, el grupo socialista colocó la bandera en su bancada y el alcalde popular Carlos Vázquez instó a los ediles socialistas a retirarla. Esta vez apeló a la “urbanidad” para justificar su retirada.
En Guadalajara el argumento del alcalde del PP, Roberto Narro, fue la defensa de “la neutralidad” del consistorio para no ondear la bandera arcoíris que tampoco se lucirá en los ayuntamientos de Ciudad Real o Talavera de la Reina, ambos dirigidos por las citadas formaciones políticas.
Unas acciones que criticó la ministra de Igualdad: “No hay excusa, salvo ideológica y salvo el odio que se está sembrando”, sentenció Ana Redondo, que se plantea incluso acciones penales contra la alcaldesa de Valencia.
Guardiola, con los derechos LGTBIQ+
No en todos los gobiernos en los que el PP se apoya en Vox se impone el rechazo de la ultraderecha al colectivo. En Extremadura, el gobierno de María Guardiola, en cohabitación con Vox, lo dejó claro: “Vamos a ir a la manifestación y hemos desplegado una lona en apoyo al colectivo”, afirmó la secretaria general de Igualdad y Conciliación, Ara Sánchez Vera. Postura clara pese a la oposición de Vox cuyo portavoz parlamentario, Oscar Fernández, calificó de “absurdo” poner banderas de tendencias sexuales.
De hecho, Guardiola va más allá y en el Debate del Estado de la Región anunció medidas para apoyar el colectivo. Activará un Servicio Telefónico 028 que dará información y atención integral en materia de derechos a las personas LGTBIQ+.
En Baleares, la presidenta, Marga Prohens, también se impuso al relato de Vox. Desplegó la bandera arcoíris y promovió un manifiesto en el que el Gobierno autonómico se compromete a “la lucha contra la homofobia y cualquier forma de discriminación que atente contra la igualdad y la dignidad de las personas”, rezaba el escrito. El presidente de la Mesa del Parlamento Balear, Gabriel Lesenne, lo calificó como “traición” del PP.
El caso del ayuntamiento de Madrid
Por último, está el Ayuntamiento de Madrid, gobernado en solitario por el PP que tampoco ondeará la bandera LGTBIQ+ en la semana del Orgullo pese a ser la ciudad con más celebraciones.
José Luis Martínez Almeida defendió la cartelería del consistorio, muy criticada por asociaciones, vecinos y oposición por retratar al colectivo con unos tacones, un condón y una copa de vino: “Las fiestas del Orgullo se tienen que celebrar y no pasa nada por poner en un diseño una copa o unos tacones, por la tradicional carrera”, dijo, y añadió que la izquierda “siempre tiene que montar el pollo”.
Más Madrid y PSOE pidieron la retirada del cartel. Eduardo Fernández Rubiño, portavoz de Más Madrid, criticó al alcalde acusándole de “borrar la bandera arcoíris, negar la historia y negar el sentido”. Y Reyes Maroto, del PSOE, aseveró que Almeida “no estaba a la altura” de una ciudad que es “un referente internacional de igualdad, diversidad, inclusión y libertad”.
PP y Vox tumbaron además en el ayuntamiento una propuesta de Más Madrid y PSOE para declarar el Orgullo 2024 fiesta de interés general y suspender los niveles de ruido durante la semana de fiestas.