Los barones del PP ponen “la casa en orden” antes de sopesar el adelanto electoral

Génova cree que Feijóo sale reforzado de la crisis. Los consejeros de Vox “no” querían romper, aseguran en el PP. Expectación en los consistorios compartidos

Jorge Azcón, presidente de Aragón; Fernando López-Miras, presidente de Murcia; María Guardiola, presidenta de Extremadura; Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León; y Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana. Artículo14

El Partido Popular trabaja en el día después. Consumada la ruptura con Vox, los barones autonómicos afectados ya tienen pensados los próximos pasos a dar. “Los cambios será quirúrgicos” y rápidos, coinciden las fuentes consultadas por Artículo14. La mayoría aboga por “tirar para adelante” a pesar de gobernar en minoría. Aunque no renuncian a hacer sondeos y hay incluso quienes no descartan un adelanto electoral. “Estamos trabajando en todas las posibilidades”, afirmaron a las claras desde el equipo de Fernando López Miras, el presidente de Murcia.

El runrún sobre un posible adelanto electoral se extendió por las cinco comunidades en el punto de mira. “Las elecciones se anuncian para disolver las Cortes y poner las urnas, no antes”, recalca un líder territorial. Si bien, en Aragón o en la Comunidad Valenciana alejaron dicha posibilidad. Al menos, a corto plazo. “No veo las elecciones cerca, primero intentaremos aprobar los Presupuestos”, contestaron desde el entorno de Jorge Azcón. “Convocar elecciones no es el objetivo”, añadieron desde el de Carlos Mazón.

La impresión generalizada en la formación es que el PP saldría reforzado en caso de elecciones. En Castilla y León, por ejemplo, han hecho la extrapolación de las europeas pero “no es real” porque hay partidos pequeños que en las autonómicas sí tienen representación. “Unas elecciones nos irían bien pero vamos a verlo”, destacan fuentes del partido en la región. Alfonso Fernández-Mañueco prácticamente tiene “finiquitada la legislatura”, ya que los últimos comicios se celebraron en febrero de 2022.

Los barones consultados pidieron “tranquilidad” para “poner la casa en orden” tras el cisma político. Desde el miércoles, ya estaban en ello, como avanzó este periódico. Y no todos se mostraron contentos ante el escenario de ruptura. “Estoy leyendo que si nos fumamos un puro… gobernar en minoría no es fácil y habría que ver bien cómo quedaría todo en caso de elecciones”, según fuentes del partido en Valencia.

Los consejeros de Vox “no” querían romper

En paralelo, los contactos entre populares y miembros de Vox en las comunidades se multiplicaron. Según la versión de los primeros, los consejeros y altos cargos “no” querían romper e incluso han jugueteado con la idea de que “alguno se quiera quedar como independiente”, o incluso afiliándose al PP. “Mi impresión personal es que todos los miembros del gobierno serían favorables a seguir funcionando con la actual composición”, respondió públicamente Carlos Fernández, portavoz del Ejecutivo de Castilla y León. En Extremadura, María Guardiola recordó que la migración no estaba en los puntos de acuerdo con Vox, aunque no se mostró muy afectada por la crisis.

Luego están quienes se declaran a la “expectativa”, como los decenas de alcaldes populares  que gobiernan conjuntamente con Vox. “Nuestro objetivo es que no nos afecte”, expresaron desde Toledo.

“A Sánchez se le cae el discurso”

Para Génova, el balance de esta crisis es que Feijóo “tiene palabra” y “con los principios no hay chantajes que valgan”. De hecho, en la dirección nacional están convencidos de que la brecha con Vox “beneficia” al líder gallego. “Incluso para iniciar contactos con otros partidos, cosa que hasta ahora era imposible”, sugieren al más alto nivel, citando al PNV. “A Sánchez se le cae el discurso”, enfatizaron desde el equipo del jefe de la oposición, toda vez siempre “nos vinculaba con la ultraderecha”.

“Esto es muy bueno para Feijóo. Le permite regresar al centro político que es donde el PP puede hacer daño de verdad al PSOE”, en palabras de un veterano de la formación. A diferencia de lo ocurrido a nivel autonómico, no se ha producido ningún contacto entre el líder del PP y Abascal desde que estallara la crisis. “Lo que me preocupa es ser coherente con lo que uno piensa”, respondió prácticamente a la carrera Feijóo, en los pasillos del Congreso.