Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha recibido al presidente argentino Javier Milei para premiarle con la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid. Este galardón refleja el «reconocimiento y respeto de los ciudadanos madrileños a los representantes de otros países y a los máximos dignatarios de organismos internacionales y de la Unión Europea», y ya lo han recibido personajes como Volodimir Zelenski, el venezolano Juan Guaidó, y el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Más allá de las controversias —que son muchas— que ha suscitado el acto, el vínculo entre Ayuso y Milei ha quedado retratado, dando pie a una pregunta: ¿Cómo de similares son ambos políticos? ¿Son acaso dos caras de una misma moneda?
Rebajas fiscales
En la teoría, podría pensarse que sí. Ambos comparten un enfoque liberal en lo económico, abogando por la reducción de impuestos como un motor esencial para el crecimiento económico. Ayuso ha implementado en Madrid una política de rebajas fiscales, buscando atraer inversiones y fomentar la creación de empleo. Milei, en su visión para Argentina, propone una drástica reducción de impuestos como parte de una estrategia más amplia para disminuir la carga fiscal sobre ciudadanos y empresas, argumentando que esto estimulará la economía y reducirá la burocracia. “No dejen que el socialismo les arruine la vida”, clamó el presidente argentino este viernes en la sede de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, los expertos advierten de lo contrario. Hugo Haime, experto argentino y autor del libro ‘Qué Tenemos en la Cabeza cuando Votamos’, explica que, aunque Ayuso y Milei lleven “etiquetas parecidas”, sus hábitos políticos son diferentes y en ocasiones hasta opuestos.
“Ambos tienen un enfoque económico de matriz neoliberal, enfatizan la idea de libertad individual pero no creo que se puedan considerar propiamente populistas, en particular Ayuso. Se hace muy mal uso de este concepto. El populismo parte de una dicotomía pueblo-elite, con atributos opuestos, el pueblo virtuoso y la élite corrupta, exalta al primero, pretende hablar en su nombre y no encuentra más limitación que su voluntad, la del pueblo. El populismo de derechas además es nacionalista y nativista. Quizás en lo que más se ajustan al populismo y en lo que más se parecen entre ellos en los malos modos, que para algunos es el rasgo distintivo del populismo. Por ultimo no creo que sean comparables sus políticas en cuanto a liberalización o desregulación, son dos niveles de gobierno con atribuciones distintas, uno dirige un estado y otra una CCAA y su margen está muy constreñido”, argumenta Astrid Barrio, politologa en la Universidad de Valencia.
Ayuso no quiere destruir el Estado
“Ideológicamente podría parecer que son similares, pero en los hechos no está tan claro. En Argentina, Milei no hubiera estado de acuerdo con nada de lo que Ayuso hizo en relación con el COVID. Precisamente porque Milei sostiene que el Estado prácticamente no debe intervenir. Ayuso ofrece una gestión eficiente, mientras que en Argentina las gestiones suelen ser muy ineficientes. Milei plantea que él es un adversario del Estado, que quiere destruirlo. No veo que Ayuso esté planteando algo similar”, afirma Haime.
En cuanto al tema de los impuestos, “Milei es contradictorio con los impuestos. Dice que no debería haber impuestos, pero ha implementado varios. Hay una gran distancia entre lo que dice y lo que hace. Habla de ser libertario y destruir el Estado, pero al llegar, impuso dos o tres impuestos que complican al campo y al turismo, y quiere poner más impuestos a los trabajadores. Hay una gran distancia entre el Milei que presenta al mundo y el Milei real en Argentina, que no está cumpliendo con lo que dijo en su campaña, salvo algunas excepciones”, explica Haime.
Eficacia en los servicios públicos
En sus discursos, tanto Ayuso como Milei promueven la reducción del gasto público y la privatización de sectores estatales. Ayuso ha defendido la eficiencia del sector privado en la gestión de servicios públicos, mientras que Milei propone una privatización más agresiva, abogando por que prácticamente todos los sectores estatales pasen a manos privadas para reducir el gasto público y aumentar la eficiencia. Promesa que, según Haime, aún no ha cumplido.
Criticar al Estado
La crítica al Estado es otro punto común en sus discursos. Ayuso ha sido vocal en su descontento con el gobierno central español, especialmente cuando este está bajo el control de la izquierda, acusándolo de ineficiencia y de perjudicar a las autonomías con su gestión. Milei lleva esta crítica un paso más allá, con una postura abiertamente antiestatista. Propone una reducción radical del tamaño del Estado y frecuentemente critica a los políticos tradicionales y la corrupción, postulándose como un outsider del sistema.
En ese sentido, argumenta el experto, el equivalente a Milei sería más bien Donald Trump —y ni siquiera.
“Alguien podría decir que Milei y Trump son lo mismo, pero Trump es proteccionista y Milei es un liberal que cree en liberar las fuerzas del mercado y en que el Estado debería estar ausente. Las formas podrían parecer más similares, en su manera de conducirse, en su presencia mediática, en atacar a la política tradicional, ahí se parecen, pero en el fondo no”, explica.
La libertad individual
Sin embargo, otro elemento que une a estos líderes es la defensa de la libertad individual. Ayuso ha promovido políticas que permiten una mayor libertad de elección en áreas como la educación y la sanidad, argumentando que los ciudadanos deben poder decidir lo que es mejor para ellos. Milei, por su parte, enfatiza la libertad individual como un pilar de su ideología, proponiendo la mínima intervención estatal en la vida de las personas y criticando cualquier forma de colectivismo.
Por ello, ambos han sido etiquetados como populistas de derecha, utilizando discursos que apelan directamente a las emociones de la clase media y los sectores empresariales. Pero Ayuso defiende el modelo de gestión de Madrid como un ejemplo de éxito, mientras que Milei utiliza un estilo combativo y provocador para captar la atención de aquellos descontentos con el sistema actual en Argentina.
Con todo, su supuesta equivalencia no es algo que se comente mucho en Argentina. “No creo que haya mucha opinión. Ayuso no es un personaje del que se hable en Argentina, ni en la opinión pública ni en la política. Hoy se habla de la medalla que Ayuso le dará a Milei, pero no es un tema de discusión. Tal vez Sánchez sí sea un tema de discusión”, comparte Haime.
Y es ahí, en la animadversión al presidente del Gobierno español, en lo que más coinciden Ayuso y Milei.