“Ni el Real Madrid”, comentaba una periodista en el interior de la Real Casa de Correos al ver entrar, entre aplausos y vítores de sus fans, a Javier Milei e Isabel Díaz Ayuso. Del entusiasmo exacerbado de fuera se pasó a la institucionalidad ya dentro de la sede de la comunidad, en la que todo estaba medido.
Pese a la enorme expectación de los medios de comunicación, se respetó el silencio y la calma en el patio interior de la sede del Gobierno regional. Milei y Ayuso se hacían una foto oficial nada más entrar y el presidente argentino saludaba a los nueve consejeros de la Comunidad de Madrid. Posteriormente, ambos líderes se subieron al ascensor para una reunión de casi una hora en el despacho.
Mientras, más de un centenar de periodistas esperaban en la planta de abajo sin mucha libertad de movimiento debido a las medidas de seguridad. Aunque no estaba previsto, después de la reunión, Ayuso tuvo un gesto con Milei poco usual y ambos salieron a saludar al balcón. La ovación de la calle se escuchó desde donde esperaban los informadores a la comparecencia posterior. “Milei amigo, tu pueblo está contigo”, gritaban los simpatizantes.
Sobre las ocho de la tarde bajaron los mandatarios por el ascensor y sus respectivas comitivas por las escaleras acristaladas. El último en bajarlas fue Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, atento a que todo saliera según lo establecido. Sonó una voz femenina por los altavoces distribuidos en el salón, el acto de condecoración había empezado y la voz en off iba a ser el hilo conductor que diera paso a la firma del libro de honor, la entrega de la medalla y los discursos de Ayuso y Milei.
“Contra el monstruo de la justicia social”, enfatizó Milei. Ayuso, por su parte, hablaba de “la libertad y la vida como los dos bienes más apreciados del hombre frente al colectivismo empobrecedor”. Ambos discursos mantuvieron el decoro propio del calibre institucional que se quiso dar al acto. Ayuso dejó claro el “honor” que suponía recibir al mandatario argentino, que se refirió a la presidenta en varias ocasiones como “presidente”. Porque para Milei el lenguaje inclusivo no existe y lo lleva al extremo.
Las críticas al Gobierno no faltaron. El presidente argentino, en su defensa de suprimir los impuestos, dijo: “Enarbolan cuestiones nobles, pero la discrecionalidad siempre juega una mala pasada. Siempre hay filtraciones. Se habla de las porosas manos de los políticos. Quizás no es la del político directamente, sino la del hermano o la de la pareja o lo que fuera, el que quiera entender que entienda”, en clara referencia a Pedro Sánchez y su entorno familiar. Crítica esta vez más comedida que no provocó ninguna respuesta inmediata por parte del Ejecutivo.
Por su parte, Ayuso cargó contra los “proyectos liberticidas” que comienzan a su juicio con el “asalto a la separación de poderes y la justicia”, en la misma semana en la que su partido se abrió de nuevo a negociar el poder judicial con el PSOE. El líder del PP quiso dejar claro desde un primer momento que se apartaba de la fotografía con Milei, tal y como avanzó Artículo14. Mientras Ayuso hacía gala del mayor acto de oposición a Pedro Sánchez, Feijóo visitaba una fundación de inclusión y desarrollo social.
Declaración institucional sin preguntas, a diferencia de la entrega de la misma condecoración a Daniel Noboa, presidente de Ecuador. Hace apenas unos meses en un acto similar sí se aceptó la participación de los periodistas. No hubo representación tampoco de otros partidos políticos. Un contraste más con otras ediciones: cuando se otorgó la medalla Internacional a Juan Guaidó en 2020 acudieron al acto todos los grupos parlamentarios de la Comunidad de Madrid.
En la calle, empezaron a llegar retractores de Milei y hubo algunos enfrentamientos que elevaron la tensión: “Al fascismo, ni honor ni gloria”, coreaban los retractores; “viva la libertad carajo”, gritaban los partidarios de Milei entre algún que otro insulto.
A escasos metros tenía Milei la siguiente cita y el segundo galardón de la jornada en el Casino de Madrid. Allí recibió el premio del Instituto Juan de Mariana “por una defensa ejemplar de las ideas de libertad”. Varios simpatizantes se agolparon a la entrada tras el cordón de seguridad. Momento en que las activistas de Femen protagonizaron una acción. En su pecho descubierto se leía “caviar y fascismo” y en su espalda titulaban “la cena de los fascistas”.
Tras recibir su segunda ovación del día y entre mucho despliegue de seguridad, se metió en el Casino. Ahí se encontró con Santiago Abascal, el anfitrión de su primer viaje a España. Estuvo cuatro horas en una cena de gala donde dio otro discurso. Esta vez mucho menos político. Expuso de manera extensa sus ideas económicas y se emocionó -según ha podido saber Artículo 14- al escuchar las palabras de su profesor de máster, Jesús Huerta de Soto.
Este periódico pudo hablar con algunos asistentes a la cena que no estaban del todo “cómodos” con la presencia de Milei, porque quitaba esencia al evento. Aseguraron que otros años estaban los de siempre, unos 150 asistentes y a esta cena se habían apuntado hasta 300 personas por la presencia del argentino. A algunos de estos asistentes, habituales del Instituto Juan de Mariana, tampoco les gustaba demasiado que el líder de Vox hubiera ocupado un asiento en la cena. Para ellos, Milei y Abascal son ideológicamente muy diferentes.
Hasta la una de la madrugada se quedaron unas decenas de adeptos y algunos periodistas para poder ver al mandatario argentino salir del Casino de Madrid. No se quedó a la fiesta porque este sábado continuaba su gira europea.
Se vuelve a ir de Madrid sin mantener un despacho oficial ni con el jefe del Estado ni con el presidente del Gobierno. Pero esta vez se lleva dos reconocimientos y podrá exhibir que ya no solo es aclamado en actos de partido como el Viva 24 de Vox, sino que también le ponen la alfombra roja en la Puerta del Sol.