La carrera política de Laura Borràs (Barcelona, 1970) parecía por momentos no tener otro techo que el de ser la líder de Junts y la primera presidenta de la Generalitat. Entre las elecciones al Parlament de Cataluña de diciembre de 2017 —las que convocó el Gobierno a raíz de la aplicación del artículo 155— y julio de 2022, Borràs escaló los peldaños políticos de dos en dos ocupando un sinfín de responsabilidades. Pero su meteórico ascenso se torció a finales de ese año 2022 y desde entonces el declive se ha producido sin freno hasta confirmarse esta semana su paso a la segunda línea como próxima presidenta de la Fundación de Junts.
¿Qué ha ocurrido? La figura pública de Borràs comenzó a gestarse en 2013, en la primera fase del procés, como directora de la Institució de les Lletres Catalanes. Esta entidad le sirvió de trampolín para saltar, cuatro años después, a la amalgama política que representaba la primera Junts puesta en marcha por Carles Puigdemont. El destituido presidente de la Generalitat buscaba una lista electoral heterogénea para proyectar la idea de un movimiento soberanista transversal y encontró en Borràs una figura con cierta experiencia en la gestión pública y sin la clásica trayectoria larvada durante años en un partido político.
Consellera y líder en el Congreso
En aquellas elecciones de 2017 al Parlament, Borràs concurrió como número cinco de Junts. El presidente vicario de Puigdemont, Quim Torra, no dudó en nombrarla consellera de Cultura (junio de 2018). Pero tan siquiera llegó a cumplir un año en el cargo, puesto que Junts había hallado en ella una política magnética con su parroquia y, en consecuencia, la promovió como cabeza de lista al Congreso en las elecciones de noviembre de 2019.
Candidata en Cataluña y presidenta del Parlament
Su buen resultado en aquellas elecciones y la proyección adquirida en la tribuna del Congreso catapultaron a Borràs dentro de Junts. Puigdemont no dudó en apoyarse en ella para lanzar la candidatura al Parlament en unas elecciones de 2021 en las que el partido postconvergente logró salvar el tipo de manera muy notable: las encuestas pronosticaron durante meses una victoria clara de ERC y finalmente no hubo tal victoria clara (33 diputados de Esquerra vs 32 de Junts). Y así Borràs consiguió un nuevo ascenso, en este caso como presidenta del Parlament (marzo 2021).
El escándalo de los contratos
Su carrera política se había desarrollado a velocidad supersónica, pero un episodio del pasado comenzaría a atravesarse en su camino. En octubre de 2021, se abrió un procesamiento judicial en su contra ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por supuestos delitos de corrupción, en concreto por malversación, prevaricación, fraude y falsedad documental. Se trataban de acusaciones relacionadas con su época al frente de la Institució de les Lletres Catalalanas, desde donde fraccionó 18 contratos por valor de 300.000 euros para beneficiar a su amigo informático Isaías H. entre 2013 y 2018.
Pero Junts, completamente entregada al relato de la lawfare (guerra jurídica), no solo no la castiga en un primer instante, sino que en junio de 2022 la elige presidenta de Junts per Catalunya después de que Puigdemont le abriera paso apartándose de los cargos orgánicos en el partido. Ahí culmina, en realidad, su carrera política después de haber demostrado en muy poco tiempo una insólita ascendencia sobre la militancia del partido impulsado por Puigdemont. Borràs fue decisiva a la hora de propiciar que las bases votaran a favor de romper el gobierno de coalición con ERC.
La presidenta destituida
Pero sus problemas con la Justicia no se resolvieron con las inconsistentes denuncias de lawfare y el TSJC la acabó condenando en marzo de 2023 a 4 años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por trocear contratos. La Mesa del Parlament la destituyó como presidenta y el golpe político ya fue irremontable.
Desde entonces, su figura se ha ido desdibujando hasta llegar a un acuerdo con Puigdemont para refugiarse como presidenta de la fundación de Junts. Todo ello se consagrará este fin de semana, en el congreso de Junts. Borràs, que estuvo llamada a todo, se despide de la presidencia del partido y de la primera línea política.