Las tres alcaldesas que luchan juntas por desintegrar el barro

Lorena Silvent (Catarroja), Maribel Albalat (Paiporta) y Eva Sanz (Benetússer) se unen en un comunicado conjunto contra el estancamiento de las restauraciones en sus municipios

En el corazón de l’Horta Sud, tres alcaldesas alzan la voz por sus pueblos: Lorena Silvent (Catarroja), Maribel Albalat (Paiporta) y Eva Sanz (Benetússer). Estas valencianas han demostrado que la unidad puede, y debe, florecer en los momentos más oscuros. Silvent, Albalat y Sanz han revolucionado los medios y la ciudadanía con un comunicado conjunto en el que demandan su representación en el del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI). Frente a la devastación causada por la DANA y lo que califican de “abandono” por parte de las instituciones lanzan un mensaje de “auxilio” que reclama anteponer las necesidades de sus vecinos a la burocracia.

Las alcaldesas de Paiporta, Catarroja y Benetússer, tres de los municipios más golpeados por el temporal, exigen formar parte de este órgano clave en la gestión de emergencias en la Comunidad Valenciana que ahora aborda un plan para la retirada, traslado y gestión de residuos peligrosos derivados de la DANA. La coalición denuncia “el caos, falta de coordinación y de respuestas rápidas y eficaces” al ver que lo que les ofrecen desde el CECOPI no funciona.

Un liderazgo forjado en la crisis

La DANA del 29 de octubre ha dejado a su paso un rastro de calles anegadas de lodo, infraestructuras dañadas y vidas interrumpidas. Pese al creciente olvido que se evidencia en la población general, el barro no ha desaparecido, sino que se ha endurecido. Así como la herida en la población y la desafección política de la sociedad valenciana. En medio de la desconfianza y la reconstrucción, las tres alcaldesas han denunciado con firmeza la falta de respuestas eficaces y coordinadas. En sus palabras, las decisiones tomadas por el CECOPI parecen hechas “a distancia, sin pisar el terreno y sin conocer las realidades locales”.

Desde la primera línea de esta crisis, Silvent, Albalat y Sanz han trabajado incansablemente para paliar el desastre que nunca imaginaron al ser proclamadas como alcaldesas en 2023, 2021 y 2015, respectivamente. La unión de sus voces simboliza su lucha por el reconocimiento de sus municipios en los espacios de decisión, y un acto de resistencia frente al olvido. En el mensaje conjunto que enviaron lamentan las carencias de una respuesta institucional que, aseguran, no estuvo a la altura.

Más allá de la política

El ‘president’ de la Generalitat, Carlos Mazón, justificó la respuesta negativa a esta solicitud de incorporación este jueves 28 con la siguiente declaración: “la interlocución con los alcaldes es permanente desde el primer día y funciona bien”. Afirmación reprochada por Lorena Silvent, quien anuncia en sus redes sociales “nunca haber hablado con el presidente tras la DANA”. Sin embargo, lo que hace singular a esta coalición es su carácter humano. Pese a ser del mismo partido, las socialistas no han centrado su crítica en un bando político concreto sino en la acción política conjunta. La catástrofe que ha llevado por bandera ‘solo el pueblo salva al pueblo’ ha difuminado las fronteras y ha dejado espacio al liderazgo compartido que sitúa a las personas en el centro.

Silvent ha recalcado tras la comparecencia de Mazón que la razón de su solicitud para formar parte del organismo es precisamente esta falta de comunicación, que se entiende por la gran magnitud de la catástrofe. Además de ellas, otros alcaldes también han advertido que solo los organismos municipales conocen de primera mano las necesidades de cada municipio. La lentitud en la retirada de lodos y la falta de medidas para reabrir colegios e infraestructuras esenciales es uno de los temas que más conciernen a las alcaldesas. Por esta razón reclaman su lugar en la toma de decisiones. “Si nosotras, que vivimos día a día las necesidades de nuestros pueblos, no estamos presentes en el CECOPI, ¿quién defenderá lo que realmente importa?”, recalcaron en el texto.

Un modelo de resistencia

En un contexto marcado por la polarización, el ejemplo de estas tres mujeres es un recordatorio de que la política puede ser una herramienta de servicio y unión. Su coalición va más allá de una protesta ante la falta de recursos; es un símbolo de cómo los líderes locales pueden convertirse en la voz de los más afectados cuando las grandes corporaciones fallan. Las calles de Catarroja, Paiporta y Benetússer aún están marcadas por el barro y los escombros, pero también por la resiliencia de sus comunidades y el compromiso de sus alcaldesas. En sus palabras y acciones late un mensaje claro: “No pararemos hasta devolver la normalidad a nuestras comunidades”.