No está todo perdido para varios presidentes autonómicos del Partido Popular. Al menos de momento. Hasta hace un par de semanas, según confirman fuentes de PP y VOX, los contactos fluían en busca de un acuerdo presupuestario en Aragón y en la Región de Murcia. “Con ellos (Jorge Azcon, presidente de Aragón y Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia) nos entendemos. No negocian como el resto de sus compañeros y entienden que debe haber cesiones de las dos partes”, explicaban fuentes del partido de Santiago Abascal. Son dos de los barones con los que la dirección de VOX siempre ha tenido más feeling.
Así, hace unos días, los de Abascal “actualizaron” sus prioridades en materia de negociación, colocando la inmigración y la seguridad como los puntos clave para la aprobación de las cuentas en las autonomías. “Quién fomente la inmigración irregular no tendrá presupuestos”, puntualizan desde la calle Bambú. Según fuentes del partido, los populares estaban dispuestos a hablar de esas cuestiones y a “realizar gestos” hacia la formación de Abascal y así se lo habrían comunicado a la dirección del Partido Popular y a su líder, Alberto Núñez Feijóo. Además de la inmigración, los de Abascal habrían pedido eliminar ayudas a sindicatos y cuestiones específicas de los distintos territorios.
Desde entonces, las negociaciones están paradas. En los últimos días se han producido reiteradas llamadas de los líderes territoriales de VOX en busca de una respuesta de los populares. VOX sospecha que Génova estaría “obstaculizando” el pacto de sus barones territoriales, aunque eso llegue a implicar una prórroga presupuestaria. Fuentes de la dirección del PP reconocen que “no quieren que sus líderes territoriales se comprometan en cuestiones que chocan con su postura nacional”.
De ser así, se estaría repitiendo un patrón que vimos en julio de 2024 cuando se quebraron los gobiernos de coalición entre PP y VOX. Abascal no quería una ruptura en bloque, pero Feijóo obligó a todos sus presidentes autonómicos a votar a favor de la acogida de menores migrantes en la Sectorial de Infancia celebrada en esas fechas. Varios barones populares se habían comprometido con VOX en no votar a favor y terminaron obedeciendo a su líder nacional. Ahora, una vez más, la autonomía que defendía Feijóo -cuando era presidente de la Xunta de Galicia y barón fuerte del partido- brilla por su ausencia.
Acuerdo entre PP y VOX en Sevilla
La realidad es que los populares son conscientes de que no pueden demorar mucho más su respuesta a los de Abascal y pronto veremos si finalmente llegan a un acuerdo en Aragón y la Región de Murcia, como ha ocurrido esta misma semana en el Ayuntamiento de Sevilla.
Allí, el alcalde, Antonio Sanz, ha aprobado los presupuestos para la ciudad de 2025. Unas nuevas cuentas públicas estancadas durante meses (con unas negociaciones duras entre PP y VOX) que ha conseguido sacar adelante por el apoyo de los de Abascal. Han acordado la creación de una oficina de apoyo a la natalidad, otra relativa a asesoramiento en materia de vivienda y de okupación y un aumento de la plantilla de la policía local, entre otras cuestiones.
¿Una moción imposible?
Precisamente, Feijóo y Abascal han repetido una idea en los últimos días: moción de censura. Aunque (de momento) no parece que vaya a hacerse realidad. Esa hipotética moción necesitaría el apoyo de Carles Puigdemont y de ahí los vaivenes del presidente del PP.
Esta semana -en menos de 24 horas- Feijóo pasaba de decir que “no se negocia con quien tiene causas pendientes con la Justicia (Puigdemont)” a explicar que se abre a “conversar” con todos los grupos, también con Junts, sobre esa moción de censura apoyada por Vox para ir a elecciones generales. Desde las filas populares critican esos bandazos: “Vox no para de decir que, en cuento podamos, volveremos a pactar con los nacionalistas. No hay que darles gasolina. Nuestros votantes no lo entienden y cualquier movimiento en falso nos puede perjudicar”, explica un líder territorial popular.
En este punto, el portavoz nacional del partido, Borja Sémper, dejaba claro que no dan los números: “No queremos ni juegos ni piruetas, como hace VOX, ahora no tenemos los votos suficientes para una moción de censura y cosas raras no vamos a hacer. Lo que tiene que hacer elGobierno es disolverse y convocar elecciones, explicaba Sémper con dardo a VOX incluido. Fuentes de la dirección en privado creen que a Junts le interesa seguir “apretando al Gobierno”. No ahogar, pero si apretar.
Quien también ha querido apretar esta semana ha sido Abascal, retando a Feijóo a presentar ya una moción de censura contra Pedro Sánchez en vez de seguir amagando con una “cantinela”: “Que la presenten (PP). Es lo que yo hice. Y que los demás nos retratemos. El PP ya lo hizo dos veces, no apoyando las de VOX. Si no la quieren presentar, que dejen de pactar con Sánchez”, dijo el líder de VOX. El número dos de la formación, Ignacio Garriga, aseguraba poco después que veía poco probable que eso sucediese: “Hay que decir a los españoles que alberguen poca esperanza”.
VOX teme que la legislatura se alargue
Pero ellos están en un buen momento. “Hay corrimiento de voto del PP hacia otros partidos que son, en sus formas, más beligerantes”, reconocía esta semana Feijóo durante una entrevista. Y así es. Ahora mismo, desde la cúpula de VOX, calculan estar rozando los 4 millones de votantes: “Nuestro suelo de 3 millones de votantes está muy asentado”, creen en la dirección de Abascal. De hecho, durante el retiro de la semana pasada en Asturias, los barones populares hicieron un repaso de encuestas por comunidades autónomas. En todas subía VOX, especialmente en la Comunitat Valenciana.
Vox está subiendo, si, pero no durará para siempre. En la sede de la calle Bambú calculan que seguirán al alza (en estas circunstancias) durante aproximadamente un año. Los de Abascal recogen ese porcentaje de “voto refugio y de castigo” que temen que se esfume si la legislatura se alarga: “Si no hay elecciones a medio plazo, los votantes que hemos quitado al PP volverán con Feijóo. En las legislaturas largas, los votantes regresan a lo que es considerado “voto útil”, analizan en la sede de VOX. Calculan que serían cerca de medio millón de votos los que perderían.
La realidad es que nadie sabe lo que va a ocurrir. De momento, Abascal ya está en Estados Unidos y mañana tiene una foto muy importante en el Capitolio de Washington: la de la toma de posesión de Donald Trump. El líder de VOX forma parte de una lista de políticos que incluye a Javier Milei, Nayib Bukele, Viktor Orbán, Giorgia Meloni o Jair Bolsonaro. Abascal ha sido invitado en su condición de presidente del partido europeo Patriots, del que forman parte la Agrupación Nacional de Marine Le Pen o La Liga del italiano Matteo Salvini. Mientras el PP piensa como dirigir su relación con él, el presidente de VOX continúa engrandeciendo su posición internacional.