Salvador Illa dará a conocer mañana, lunes, a la totalidad de sus consellers y pondrá en marcha un inédito gobierno socialista monocolor en Cataluña donde las mujeres van a ser protagonistas en número y en peso político. Significará, en términos de igualdad entre los dos sexos, un enorme salto respecto a los precedentes del PSC durante los siete años que controló el Palau de la Generalitat.
Pasqual Maragall presidió entre 2003 y 2006 un ejecutivo tripartito de 17 miembros en el que solo se podían contar a cuatro conselleras (Montserrat Tura, Marina Geli, Caterina Mieras y Anna Simó). El también socialista José Montilla tomó el relevo en la presidencia entre 2006 y 2010, pero el criterio de paridad no experimentó grandes avances; redujo a 15 miembros la composición del ejecutivo y dejó en cuatro las conselleras (Montserrat Tura, Marina Geli, Mar Serna y Carme Capdevila).
De transversales a pesos pesados del PSC
Las quinielas en torno a la composición del Govern de Illa pronostican un ejecutivo de unos 14 consellers y una división paritaria entre hombres y mujeres. El presidente de la Generalitat quiere, por una parte, perfiles transversales que trasciendan las siglas del PSC y puedan representar, en cierta manera, sensibilidades como la de la antigua CiU y como la de ERC.
Pero Illa también quiere a su alrededor un núcleo de dirigentes contrastados en el PSC porque está convencido de que su experiencia puede ser la mejor garantía para que funcione su gobierno monocolor. Y en este contexto hay tres dirigentes de los socialistas catalanas que destacan; son Alícia Romero, Núria Parlon y Núria Marín. Las dos primeras ya están confirmadas como futuras conselleras. La tercera todavía es una incógnita.
Romero y el concierto
Romero tendrá un papel crucial como consellera de Economía y Hacienda, ya que se encargará de negociar la implementación del acuerdo de financiación alcanzado con ERC para que Cataluña disponga de un modelo “singular” al margen de la financiación común. La consellera in pectore ha sido diputada del Parlament desde 2012, y en su etapa como portavoz del grupo del PSC consiguió atar dos acuerdos presupuestarios con el Govern de Pere Aragonès, a quien logró arrancar los compromisos de construcción de la Ronda Norte, la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y el macrocomplejo de ocio del Hard Rock.
Parlon y los Mossos
Parlon, que va a ser titular de Interior, va a heredar un departamento en llamas tras el desastroso operativo policial del pasado jueves que desató las críticas y el avergonzamiento de los propios Mossos d’Esquadra y que se saldó con la fuga de Carles Puigdemont. “Tanta incompetencia hace daño”, dijo sin tapujos el Sindicato Autónomo de Policía (SAP – Fepol) de los Mossos d’Esquadra, el mayoritario dentro del cuerpo El sindicato habló “del peor momento organizativo de la historia” de los Mossos y deploró la sensación generalizada de “improvisación constante y de falta de previsión en el diseño del dispositivo policial”. A todo ello debe enfrentarse la todavía alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet.
Marín, la incógnita
Marín, como decíamos, no está confirmada en el gobierno de Illa. Pocas dirigentes en el PSC pueden presumir de su experiencia, puesto que fue durante 16 años alcaldesa de L’Hospitalet (la segunda ciudad más poblada de Cataluña) y optó por anunciar el fin de su etapa tras obtener los socialistas la victoria en las autonómicas. Esta secuencia disparó de inmediato las especulaciones sobre su posible presencia en el futuro Govern.
Lluïsa Moret, las máquinas del partido
Hay una cuarta peso pesado del PSC que no estará en el Govern, pero que seguirá teniendo una enorme importancia en la maquinaria de Illa. Se trata de la viceprimera secretaria del PSC y presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, principal artífice del pacto de investidura con ERC tras su negociación con Marta Rovira. Moret seguirá asumiendo los mandos del partido y en muchos momentos no será la mano derecha de Illa en el PSC, sino que lo será todo.