El futuro del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, está cada vez más “negro”. Así lo aseguran en el Tribunal Supremo tras conocerse que el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) le atribuye una “participación preeminente” en la filtración de datos de la pareja de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. La directora de Artículo14, Pilar Gómez, informa de que Moncloa mantendrá su apoyo al fiscal a pesar de que hay miembros en el Consejo de ministros que asumen el desgaste de mantener el respaldo al primer fiscal general de la historia imputado.
En paralelo, un terremoto llamado Juan Lobato ha sacudido al PSOE en su semana clave. El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid no dimite y denuncia un “linchamiento” interno después de que el diario Abc publicara que Lobato había registrado en una notaría una conversación con un cargo de Moncloa que le reenviaba el email en el que presuntamente confesaba delitos fiscales la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador.
Y un nuevo giro en el caso Begoña Gómez. Su defensa ha aportado al juzgado unos correos electrónicos que evidencian que Cristina Álvarez, la asesora de Moncloa que señaló a Reale el interés de la esposa de Pedro Sánchez en que siguiera patrocinando la cátedra, participó en gestiones de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) mientras Gómez codirigía uno de sus máster.