Esta mañana, el Palacio de la Moncloa recogerá un momento inédito. A las 11:00h, Pedro Sánchez abrirá las puertas de su domicilio al juez Juan Carlos Peinado, la Fiscalía, la acusación particular de Vox y los abogados de la instrucción judicial que investiga a su mujer; al rector de la universidad Complutense, Joaquín Goyache; y al empresario Juan Carlos Barrabés por delitos de tráfico de influencias y corrupción de los negocios.
Además de la comisión judicial, el juez también citó a los técnicos de Madrid Digital para que este lunes instalaran los dispositivos electrónicos y hoy recojan en vídeo la declaración del presidente del Gobierno. El magistrado está convencido de una cosa: que la testifical de Sánchez “sin perjuicio de su excepcionalidad, debe tener un tratamiento similar al de cualquier otra diligencia”, según reza su última providencia.
El presidente no podrá evitar ese cara a cara con el juez. Lo intentó mediante un documento enviado al magistrado en el que expresó su voluntad de colaborar con la justicia. Pero solicitó Sánchez que fuera por escrito porque la ley recoge que algunos altos cargos como el jefe del ejecutivo pueden tomar esta vía para las testificales.
Sin embargo, en la citación de Peinado dejó claro que considera “conveniente, útil y pertinente” recoger la declaración del “esposo” de Begoña Gómez. Así que por esa condición de “cónyuge” y no de “presidente” tiene que declarar de manera presencial.
Pero para Sánchez “es notorio que su comparecencia resulta inescindible de su condición de presidente del gobierno”, según reza el escrito que envió al juez. Un argumento que comparte con la Fiscalía que también recurrió la citación de Peinado. Consideran que, si a Begoña Gómez se le está investigando por un delito de tráfico de influencias, es decir, por valerse de su condición de mujer del presidente para llevar a cabo sus negocios, no tiene sentido que el magistrado quiera recoger la declaración de Sánchez por ser marido de la imputada. En el ministerio público van más allá y apuntan que “la diligencia no es necesaria para investigación, no resulta útil, ni es pertinente ni necesaria, atendiendo a la finalidad que manifiesta perseguir”, reza el recurso al que ha tenido acceso Artículo 14.
En principio, lo que motivó esta citación del juez fue la petición de Vox, personada en el caso como acusación particular, tras la declaración del empresario Juan Carlos Barrabés como testigo. En esa cita, Barrabés reconoció encuentros en el Palacio de la Moncloa con Begoña Gómez y en algunas ocasiones con la presencia de Pedro Sánchez. Aunque fuentes de la Moncloa aclararon después que el empresario indicó que solo se refirió a dos encuentros. En uno de ellos Sánchez se habría pasado a saludar y el otro tuvo lugar en una reunión con otros empresarios para hablar de innovación y sin la presencia de Begoña Gómez.
No obstante, esa testifical motivó a Peinado para imputar a Barrabés y citar a Sánchez como testigo. El compañero de Cátedra de Gómez estaba llamado a declarar este lunes a las once de la mañana, pero por motivos de salud no pudo asistir al cara a cara con Peinado.
Así que la testifical de Sánchez mañana se producirá sin la información que Barrabés podría haber facilitado al juez. En teoría en el foco del juez están esos encuentros en la Moncloa para tratar de dilucidar si Barrabés se llevó adjudicaciones públicas gracias a la intermediación de Gómez.
Sí recogió Peinado este lunes la declaración del rector de la Universidad Complutense, Joaquín Goyache que declaró por primera vez como imputado. También reconoció un encuentro en el Palacio de la Moncloa con la mujer del presidente para cerrar la concesión de la Cátedra porque, en teoría, la Complutense estaba cerrada a cal y canto por las restricciones de la pandemia. Pero aseguró al juez que no hubo irregularidades y que la cátedra se le otorgó a Gómez por su “trayectoria profesional”.
Otra de las patas de la investigación vinculadas con la Complutense es si hubo apropiación indebida por poner, presuntamente, a su nombre un software desarrollado por Google, Telefónica e Indra para el máster que impartía Gómez. La Universidad abrió una investigación interna para aclarar estos movimientos y acabó pidiendo al juez instructor que asumiera la investigación.
Independientemente de todas las diligencias recogidas en la instrucción, mañana el juez Peinado deberá tener en cuenta que el sentido de sus preguntas solo puede ir encaminado hacia su vida marital y la información que pudiera llegar a tener Sánchez de la vida profesional de su mujer por ser su marido. Y, precisamente, por esa condición de cónyuge, Pedro Sánchez podrá negarse a contestar ya que la ley dispensa a los familiares directos a declarar en contra de sus parientes.