La investigación sobre la filtración del correo con los datos personales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso tuvo ayer su plato fuerte con la declaración del fiscal general de Estado, Álvaro García Ortiz, como imputado. En un gesto de desautorización hacia el juez que instruye la causa, el máximo representante de la Fiscalía se negó a contestar a Ángel Hurtado. Sólo respondió a su defensa para negar la acusación de revelación de secretos que se le imputa.
Tras escuchar a García Ortiz, el magistrado seguirá con las citaciones y se espera, salvo sorpresa, que convoque a la ex asesora de Moncloa, Pilar Sánchez Acera, después de analizar el móvil que entregó el ex líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato. En el teléfono del todavía diputado y senador se constata que el correo con los datos de Alberto González Amador que le hizo llegar la entonces asesora de Óscar López en La Moncloa y hoy en el Ministerio para la Transformación Digital, le había sido previamente reenviado a ella desde otra terminal.
Con esta información, fuentes de la investigación señalan a Artículo14 que el juez tendrá que citar a Sánchez Acera para preguntarle quién le había enviado a ella el correo con la información sensible que instó a Lobato a enseñar en el pleno de la Asamblea de Madrid.
La investigación en curso, lejos de frenar la carrera política de la asesora de Óscar López parece haberla reforzado. Fuentes del PSOE en Madrid aseguran que desde que desembarcó el ministro como secretario general de los socialistas madrileños, ella ejerce “de facto” como secretaria de Organización y se espera que sea nombrada oficialmente en el congreso que se celebrará este fin de semana.
Fue precisamente la filtración del correo con datos del novio de Ayuso lo que acabó con el liderazgo de Lobato, a quién Pedro Sánchez puso en el disparadero después de conocer que el diputado por Madrid había registrado ante notario los mensajes cruzados, entre otros, con Pilar Sánchez Acera.
La cautela de Lobato, cuya formación como técnico de Hacienda le llevó a sospechar que podría haber delito en lo que se le pedía desde Moncloa, sirvió de coartada a Sánchez para forzar su destitución y acabar así con un barón díscolo que había logrado tener perfil propio más allá del “sanchismo”.
Días después tomaba las riendas de una de las federaciones más importantes, el que fuera jefe de gabinete del presidente y su equipo. Pilar Sánchez Acera ya había estado con Óscar López en Paradores y es una persona muy cercana a Rafael Simancas, que mantiene su cuota de poder Madrid.
Señalado por la Guardia Civil
Los informes de la UCO (Unidad Central Operativa) no dejan en buen lugar a la futura secretaria de Organización del PSOE madrileño. Los investigadores señalan que la entonces asesora en Moncloa no recibió el correo del novio de Ayuso de los medios de comunicación como se ha venido insinuando desde el Gobierno.
El correo íntegro entre el abogado de González Amador y el Ministerio Público no había sido publicado por los medios de comunicación a las 8:29 horas del 14 de marzo cuando ya estaba en poder de Pilar Sánchez Acera y lo mandó a Lobato, según constata la UCO. De hecho, Pilar Sánchez Acera envía la imagen del correo mencionado con un mensaje en el que le instaba a tener “cuidado con los datos personales” que aparecían y Lobato pregunta sobre el origen del correo tanto a ella como al ex secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés.
Los investigadores también han destacado que en un parte de la conversación entre Pilar Sánchez Acera y Juan Lobato, la ex asesora le indica que la información “va a salir antes” de que él comparezca públicamente y que le avisa cuando así sea. Además, la publicación en ElPlural.com se produce 36 minutos más tarde que la remisión inicial de WhatsApp con la imagen del correo, que realiza Sánchez Acera.
En el citado informe la UCO concluye que según las comunicaciones vía WhatsApp analizadas hay “distintos escalones directivos a nivel regional y nacional que están al tanto de las informaciones que se publican”. Con Óscar López y Pilar Sánchez Acera ahora en la cúpula del PSOE madrileño el círculo se estrecha, aún más.