El caso Begoña Gómez ha puesto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una situación crítica. La imputación de su esposa por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en negocios privados ha abierto una caja de Pandora que amenaza con salpicar directamente al líder del PSOE. Este martes, el juez Juan Carlos Peinado tomará declaración a Sánchez en el Palacio de la Moncloa. Un acontecimiento que podría desencadenar una serie de consecuencias políticas y legales de notable envergadura.
Begoña Gómez está siendo investigada por su presunta implicación en actividades de tráfico de influencias y corrupción vinculadas a negocios privados. Las acusaciones apuntan a que Gómez habría utilizado su posición y relaciones para obtener beneficios económicos. Todo ello ha generado un gran revuelo mediático y político. La situación se ha complicado aún más con la posibilidad de que Pedro Sánchez también esté implicado en el caso Begoña Gómez, dado que el juez Peinado no descarta solicitar su imputación tras la declaración.
¿Qué pasa si a Pedro Sánchez lo imputan por el caso Begoña Gómez?
La imputación de Pedro Sánchez tendría consecuencias inmediatas y profundas tanto en el ámbito político como en el judicial. En términos legales, implicaría que el caso se trasladaría a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que es la encargada de juzgar a los políticos. Esto se debe a la condición de aforado de Sánchez como presidente del Gobierno. La Sala Segunda está presidida por el magistrado Manuel Marchena, conocido por su postura crítica hacia el gobierno de Sánchez. Especialmente, en relación con la Ley de Amnistía y otros cambios legales recientes.
El caso de Begoña Gómez sigue vivito y coleando | Kilo y Cuarto
En el plano político, la imputación de Pedro Sánchez por el caso Begoña Gómez podría llevar a una crisis de gobernabilidad. Como recogen en El Español, fuentes internas del PSOE han manifestado que, de producirse la imputación, la única salida viable sería la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta situación generaría una gran incertidumbre y podría alterar significativamente el panorama político español. A fin de cuentas, obligaría al PSOE a reorganizarse rápidamente para enfrentar unos comicios imprevistos.
Dentro del PSOE, las reacciones ante esta posibilidad han sido diversas. Algunos sectores consideran que, en caso de imputación, Pedro Sánchez debería resistir y continuar en su puesto. Argumentan que las acusaciones son parte de una campaña de la derecha radical para desestabilizar al gobierno. Estos sectores sostienen que no existen pruebas concluyentes contra Sánchez y que todo el caso es un ejemplo de lawfare, es decir, el uso de procedimientos judiciales con fines políticos.
Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, antes de los saludos en el palacio Real durante el décimo aniversario del reinado de Felipe VI | EFE
Por otro lado, hay quienes piensan que la imputación de Pedro Sánchez sería insostenible políticamente y que lo mejor para el partido sería optar por unas elecciones anticipadas. Esta postura se basa en la idea de que el caso Begoña Gómez y una posible imputación de Sánchez podrían erosionar gravemente la credibilidad y la legitimidad del PSOE ante el electorado.