La magistrada Mercè Caso ha tomado posesión este lunes como nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), relevando en el cargo a Jesús María Barrientos, en un acto celebrado en el Salón de los Pasos Perdidos del Palau de Justícia de Barcelona y ha pedido que la crítica a las decisiones judiciales no comporten “una falta de respeto”, en referencia a las palabras pronunciadas por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien tachó la sentencia de “vergüenza”.
Aunque sin mencionar la sentencia de la Sección de Apelaciones del TSJC, que absolvió a Dani Alves del delito de agresión sexual por el que había sido condenado, Caso ha dicho que es consciente de que las decisiones judiciales “a veces son difíciles de entender y de compartir, pero el derecho es un instrumento técnico que tiene reglas complejas de difícil interpretación”.
Ha recordado que el sistema de recursos garantiza la revisión de las decisiones judiciales, y que aunque puede haber críticas, esto no puede suponer “una falta de respeto hacia las resoluciones judiciales, porque de esta forma se debilita el Estado de derecho”.
La nueva presidenta ha defendido la profesionalidad de los jueces, que desenvuelven un trabajo “técnico” y sujeto a reglas en ocasiones complejas y que su función es aplicar la ley.
Defensa del Estado de derecho
Caso ha añadido que “hoy más que nunca, en un mundo en el que los derechos tan dolorosamente conseguidos parecen ignorarse impunemente” es necesario defender con vehemencia e inquebrantable convicción el Estado de derecho.
En este sentido, ha asegurado que “fuera del Estado de derecho sólo hay oscuridad” y que su protección requiere de un esfuerzo sostenidos y concertado por parte de todos los que tienen una responsabilidad.
Hoy más que nunca, ha dicho Caso en sus palabras, hay que reivindicar el Estado de derecho y lo que comporta: el respeto al principio de legalidad, la seguridad jurídica, la prohibición de la arbitrariedad, la tutela efectiva por parte de los órganos jurisdiccionales independientes e imparciales, la separación de poderes y la igualdad ante la ley.
Uso del catalán
Durante su presidencia, Caso se ha comprometido a dar “un nuevo impulso al uso del catalán” y se ha dirigido a los miembros de la familia judicial que lo usan en el ámbito privado, pero no en el profesional por falsa de seguridad, a los que ha dicho que den el paso y que el TSJC cuenta con herramientas para ayudarlos.
También se ha comprometido a trabajar por una justicia que coloque “a las personas en el centro”, especialmente a las víctimas, a las personas vulnerables y a los niños.