Alberto Núñez Feijóo no cree tener los números para ganar una moción de censura. Los contactos directos o indirectos que el PP ha mantenido con el resto de formaciones políticas del arco parlamentario arrojan un resultado negativo. Esto es, Pedro Sánchez superaría el trance parlamentario, según los cálculos de la dirección nacional. “La muleta hay que ponerla en el momento oportuno”, traduce un interlocutor del líder gallego, que ha hablado con él sobre la cuestión. “No dan los números”, resumen desde su equipo, sin descartar dar el paso en el futuro.
De momento, el presidente del PP convocó el domingo de urgencia a su comité de dirección ante “la corrupción que acecha” al presidente del Gobierno. “Ya es la trama Sánchez”, proclamó Cuca Gamarra, la secretaria general, en rueda de prensa. Feijóo ha diseñado una “estrategia de desgaste” que continuará este lunes, cuando presenten una querella en la Audiencia Nacional contra el PSOE por los presuntos delitos de financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Aunque esta semana se ve con patronal y sindicatos, su agenda social queda de momento en un segundo plano.
En opinión de los populares, lo que hasta ahora se conoce es tan solo la punta del iceberg: “Hay mucho material por salir. Están sacando toda la mierda que hay en los móviles requisados”, apuntan las fuentes consultadas. “Queremos que se investigue hasta el final un escándalo sin precedentes”, afirmó Gamarra, tras anunciar la respuesta judicial del PP.
En lo político, además de exigir un adelanto electoral, Feijóo se guarda la baza de citar al presidente a la comisión de investigación en el Senado. Un paso que está “cada día más cerca”, según su equipo, aunque Gamarra no quiso concretar. Fuentes de la dirección del grupo parlamentario en el Senado explicaron que están a la espera de la autorización de Feijóo, una vez ya han ampliado el objetivo de la investigación para incluir las últimas ramificaciones de la trama corrupta.
Y luego está la moción, el botón rojo de Feijóo. En los tradicionales corrillos del palacio real por el día de la Fiesta Nacional, aseguró que “nunca” ha habido “tantas razones” para ello, pero dio a entender que hoy por hoy es inviable. Sus palabras, en todo caso, dispararon las especulaciones, también en el propio PP. “Hoy por hoy no se dan las circunstancias, pero no se puede cerrar esa puerta… Difícil pero no imposible”, en opinión de un líder territorial, en conversación informal con este periódico. “Ojo con generar unas expectativas que luego puedan provocar frustración”, avisó otro presidente autonómico.
El papel de Puigdemont
“La pregunta sigue siendo la misma ahora que hace unos meses: ¿Quiere Junts dejar caer a Sánchez?”, razona un alto cargo del partido. “Junts va a hacer lo que le interesa a Junts, no lo que le interesa a España. Y yo voy a hacer lo que le interesa a España. No sé si eso puede confluir. Lo que sí digo es que yo sé que no tengo votos para que prospere una moción, pero tengo una responsabilidad. La Constitución me otorga un instrumento legal. De la misma foto que no tenemos los votos para sacar la moción, no renunciamos a plantearla en el momento que consideremos oportuno”, se respondió el propio Feijóo en una entrevista antes de verano.
Hoy por hoy, Génova no tiene ninguna seguridad real del apoyo de Carles Puigdemont a una moción de censura de Feijóo. Lo que sí hizo públicamente Gamarra es dirigirse a los socios de Sánchez: “Los silencios no afectan solo al Gobierno, afectan a su socio de coalición y a los de fuera de la coalición. Esperamos sus reflexiones al respecto”, afirmó. Según la interpretación de Génova, en ERC, el PNV o incluso en Sumar “cada vez están más incómodos”. “Estamos hablando de corrupción, esto no lo pueden justificar de ninguna manera”, exclamaron las fuentes consultadas, recordando las razones por las que Sánchez llegó a la Moncloa.