Continúa la polémica sobre lo ocurrido el pasado octubre el día de la DANA en Valencia. El Gobierno valenciano va a exigir una auditoría de los medios técnicos de prevención y anticipación al riesgo de inundaciones disponibles en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Desde la Generalitat consideran “inaudita y preocupante la falta de sirenas de alerta en la presa de Forata, dependiente y gestionada por la Confederación Hidrográfica del Júcar, ya que este tipo de sistemas acústicos son esenciales para avisar a las poblaciones próximas a la presa ante el riesgo de ruptura de la infraestructura”. “Es incomprensible que la CHJ no haya instalado este dispositivo en la presa, sobre todo porque es obligatorio, ya que viene recogido en el Plan de Emergencia de la propia presa”, comentan fuentes próximas al Gobierno de Mazón a Artículo14.
“Evidente irresponsabilidad”
“Estamos ante una evidente irresponsabilidad por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y del Ministerio para la Transición Ecológica, que tenían que haber instalado las sirenas de alerta a la población exigidas por la normativa”, inciden desde el Gobierno Valenciano. “Esta negligencia, que quedó en evidencia durante la DANA del pasado 29 de octubre, supone un riesgo inaceptable para los municipios del entorno de la presa, que en caso de haber pasado a Escenario 3 (rotura definitiva de la presa, una circunstancia que estuvo a punto de suceder), no hubiesen podido ser avisados por la CHJ mediante este sistema al no estar instalado. Estas sirenas tenían que servir para alertar de forma inmediata a las poblaciones de Yátova, Macastre, Alborache y Turís, entre otras, de la rotura definitiva de la presa”.
Desde la administración valenciana consideran inadmisible que una infraestructura crítica como la presa de Forata, “clasificada en la categoría de mayor riesgo, carezca de un sistema de alerta obligatorio desde hace más de una década. Esta falta de actuación pone de manifiesto una gestión ineficaz y un uso cuestionable de los recursos públicos”.
“Cabe recordar, además que la CHJ no convocó al Comité Permanente de Seguridad el 29 de octubre; asimismo, tampoco tenía instalado un sistema de alerta temprana (SAT) para evitar, reducir y anticipar los riesgos de la inundación, un sistema que, según las propias palabras de Teresa Ribera, ya hoy ex ministra de Transición Ecológica, hubiera podido “salvar vidas”, y que sí está disponible e instalado en la confederación hidrográfica del Ebro”.
Por ello, la Generalitat exige: “Una auditoría inmediata e independiente que analice con rigor el destino de los fondos públicos gestionados por la CHJ para garantizar que cada euro invertido en seguridad se utilice de manera efectiva. Explicaciones detalladas e inmediatas por parte de Miguel Polo, presidente de la CHJ, y de la ministra para la Transición Ecológica, sobre por qué no se activó el Escenario 3, pese a que las circunstancias lo justificaban plenamente. Queremos saber si esta decisión se tomó para encubrir la falta de sirenas de alerta”. Un plan de acción urgente, con plazos concretos, para instalar los sistemas de alerta obligatorios en todas las infraestructuras hidráulicas de la CHJ que lo requieran.
La Generalitat está “dispuesta a colaborar en el coste de instalar las sirenas necesarias en las zonas de mayor riesgo. Si bien la Generalitat no tiene la obligación de suplir las funciones del Gobierno central, no permitirá que la falta de medios la CHJ añada más riesgos innecesarios ante posibles inundaciones. La seguridad de los valencianos y valencianas no es negociable. El Consell no tolerará más excusas ni dilaciones en la puesta en marcha en versión en todos los sistemas de seguridad, reducción y anticipación del riesgo de inundaciones y aviso a las poblaciones de la demarcación del Júcar”.