La postura del Gobierno español tras la investidura de Donald Trump no es muy clara. Mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó a los demócratas del mundo a rebelarse contra la “tecnocasta” que “usa el poder para controlar el debate público”, en referencia a Elon Musk, Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, han tendido puentes hacia la nueva administración.
Felipe VI ha enviado un telegrama al recién investido presidente, Donald Trump, para felicitarlo. “Quisiera expresaros mi enhorabuena por vuestra investidura como presidente de los Estados Unidos de América”, ha expresado el Jefe de Estado en la misiva. “Estoy seguro de que, durante vuestro nuevo mandato, las relaciones entre España y Estados Unidos continuarán fortaleciéndose con el objetivo de promover el bienestar y la prosperidad mutua de nuestros pueblos bajo la amistad que, sincera y profundamente, hemos construido a lo largo del tiempo como leales socios y aliados”. Por su parte, Pedro Sánchez, a la vez que cargaba contra las empresas que han apoyado al presidente, le ha felicitado en su cuenta de Twitter y le ha manifestado su deseo de “trabajar con la nueva Administración de los Estados Unidos para fortalecer la relación estratégica entre nuestros países y abordar desafíos globales comunes».
Un mensaje en línea con el que ha mantenido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien a la vez que ha apostado por mantener las buenas relaciones comerciales ha asegurado que se abre un nuevo momento, “similar al del muro de Berlín”.
Felipe VI hizo unas recientes declaraciones respecto a la llegada de Trump a la presidencia. Fue durante la conferencia con embajadores, en la que aseguró que “debemos seguir haciendo valer nuestra condición de aliado necesario, tanto a nivel bilateral como en el marco de la OTAN“, aseguró. Unas palabras que se enmarcan dentro de la exigencia de Trump a los países dentro de la Alianza Atlántica para alcanzar el 5% de su gasto en Defensa o, en su defecto, dejar de tener la protección estadounidense. Asimismo, la presencia estadounidense en la base naval de Rota se va a ampliar. “La nueva etapa política que en breve se abrirá en Washington, debemos encararla con el ánimo de ahondar en esta relación, sobre la base de una agenda positiva en materia de prosperidad y seguridad, aportando nuestra sensibilidad histórica y cultural y nuestra visión del hemisferio americano”, aseguró el Monarca. Por su parte, el presidente del Gobierno no dudó recientemente en lanzar un mensaje contrario al incremento de gasto que pide Trump en Defensa, ya que se manifestó en contra de ir hacia “una deriva militarista”.
Los Reyes junto a Donald Trump y Melania en el despacho oval en junio de 2018
La última vez que el Monarca se dirigió públicamente al presidente Trump fue con motivo del ataque sufrido en Pensilvania durante un mitin. El Rey le trasladó su “solidaridad” y “alivio” por haberse mantenido con vida, y transmitió al presidente su “enérgica condena ante cualquier acto de violencia, más aún cuando se dirige contra los valores de la democracia”. Y lo hizo en nombre también de la Reina, al igual que en esta ocasión, en la que le ha trasladado su “más alta consideración y estima” y un afectuoso saludo de la Reina hacia él y la primera dama.
Los Reyes han sido invitados por Trump a la Casa Blanca en dos ocasiones: en 2018 y en 2020. En 2018 el presidente le trasladó al Jefe del Estado español: “Nuestra relación ha sido excelente a lo largo de los años: excelente relación comercial, relación militar… Lo mejor que puedas tener, así que amamos España”, dijo. Felipe VI aprovechó para invitarle a España de parte del entonces presidente de España, Mariano Rajoy. Dos años más tarde, Trump volvió invitar a Don Felipe y a Doña Letizia a Estados Unidos, esta vez en calidad de viaje de Estado. No obstante, dicha visita se tuvo que interrumpir debido a la pandemia.
Por su parte, el presidente Sánchez y su mujer, Begoña Gómez, han coincidido con el presidente estadounidense en distintas ocasiones, con motivo de recepciones organizadas por Naciones Unidas. Trump en alguna ocasión ha manifestado su poca sintonía con Sánchez, con quien mantiene una clara oposición ideológica. Ejemplo de ello fue en la cumbre del G-20 hace un lustro, cuando Sánchez lo saludó y Trump lo mandó sentar.