El nombre de Andrea aparece en el último informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en conversaciones incautadas del móvil de Koldo García en 2021. En ellas, José Luis Ábalos le pregunta: “¿Le diste a Andrea? ¿Cuánto?”. Y el que fuera su asesor le contesta: “Sí, claro. 1000 más 200 para taxis”.
Unas revelaciones por las que el juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha decidido indagar en los movimientos bancarios y declaraciones de Hacienda de Ábalos. En concreto, el magistrado considera “sorprendente” que fuera Koldo García quien realizara pagos presuntamente personales que correspondían al que fuera ministro de Pedro Sánchez.
En declaraciones a Artículo14, Andrea, que dice haber roto su relación sentimental con el exministro, aunque mantienen el contacto, niega “rotundamente” que le haya pagado “nada”. “Soy yo quien paga mis gastos, cosa que siempre voy a poder demostrar. Koldo nunca medió en nada que tenga que ver conmigo”, asegura. “Estoy quedando como una mantenida”, lamenta, dejando claro su enfado.
Andrea reconoce que mantuvo contactos con Koldo García, tal y como se interpreta de las conversaciones desveladas por la Guardia Civil. “¿El papel de Koldo? Estaba disponible cuando José estaba ocupado”, explica en conversación con este periódico.
Los pagos referidos en los mensajes entre Ábalos y Koldo García los enmarca en “favores o regalos” de dos personas que mantienen “una relación amorosa”. “No soy capaz de recordar si hace años Koldo me pagó algún taxi, pero vamos, que sería lo más normal del mundo siendo pareja de Jose porque ya arreglaríamos cuentas en otro momento”, relata Andrea.
Aún más, explica: “Yo a Jose también le he regalado viajes, un ordenador, ropa, los regalos de los hijos por el día del padre… Lo normal en una relación de pareja”. Un vínculo sentimental que ya no existe, aunque no han perdido el contacto, según sus propias palabras. “Hemos roto porque es imposible de llevar así”, expone.
Preguntada por si en su relación vio movimientos extraños que vincularan a su entonces pareja con un entramado corrupto, asegura que “nunca” conoció a Víctor de Aldama, aunque añade: “Koldo no paraba de venir a Madrid cuando ya no era asesor y no sabíamos a qué. Era algo que a Jose le mosqueaba”.
El caso de la hipoteca
En el informe de la UCO, también obran conversaciones en las que Ábalos le pregunta a Koldo García: “¿Y sobre el banco? Para Andrea. Necesita financiación para 130.000”. A lo que su asesor le responde en diciembre de 2023: “Me dice Cesar esta mañana”. Gestión que Ábalos explicó así a este medio: “Cuando Andrea buscaba la hipoteca, hablé con uno del BBVA que conocía Koldo para ver si le ayudaba”.
Sobre esta cuestión en concreto, Andrea admite que “no” era consciente de que “Ábalos hubiera preguntado por esto a Koldo” y cree que la conversación se produjo porque “iba a perder una oportunidad inmobiliaria porque en su banco no andaban muy boyantes con los plazos”.
La UCO concluye que “resulta significativo que Andrea adquirió dos bienes inmuebles por valor de 125.000 euros”, meses después de la citada conversación entre Ábalos y su hombre de confianza. También subraya que el exministro se mudó a uno de esos inmuebles, que acabó siendo la sede social de Galvanostudio, sociedad creada por su entonces pareja. Extremo que ella misma reconoce: “Ahí vivimos Jose, su hija y yo. Puse como sede social esa dirección porque jamás pensé que se fuera a filtrar y pudiera ser un riesgo”.
Las amenazas
Andrea explica que abrió una tienda de joyas “sin ningún tipo de ayuda” del exministro “ni económica, ni de ningún tipo”. “Me hubiera encantado que me ayudara, pero no le llamaba la atención y no participó de ninguna manera”, reseña en la conversación con este periódico. “Tengo las facturas y que todo salió de mi cuenta lo hice con lo mínimo”, se reafirma. Indica que cuando constituyó la sociedad dejó abierto el objeto de la misma por si “le iba mal el tema de la bisutería” poder aprovecharla para otros negocios: “Si el tema de las joyas iba mal, me ahorraba unos 500 euros en ir a la notaría a cambiar el objeto social”, confiesa.
“Me llegaban amenazas e insultos tanto a la cuenta de Instagram como al número de teléfono que tenía vinculado”, desvela. De ahí que haya frenado en seco su negocio y también haya eliminado el dominio de la página web de su empresa.
Su contrato en Logirail
Por último, se muestra “muy molesta” por las informaciones que apuntan a que Ábalos la colocó en Logirail, una empresa dependiente de Renfe y que no tiene estudios. “Primero estudié gestión administrativa y después derecho. En Logirail estuve en un departamento de recursos humanos cuando José Luis ya estaba apestado, es decir, destituido”, destaca.
Andrea ahonda en esta cuestión: “Primero estuve en control de presencia y después formación, creando cursos y acreditaciones en fabricación y mantenimiento. Yo superé una oposición dentro de la propia empresa. El chofer del director me ofreció un contrato en Renfe sin tener que hacer ningún examen ni nada. Me negué. Además, ya había montado mi propia empresa porque mi intención era irme de allí por el mal ambiente y las malas prácticas que vi”.
“Ni dinero ni titulares”
Durante toda la entrevista, Andrea asegura que quiere volver al segundo plano, aunque considera importante aclarar informaciones que están apareciendo y que, según afirma, no sin ciertas. “No quiero dinero ni titulares ni tener nada que ver con todo esto”, concluye.