A Salvador Illa le queda un último quebradero de cabeza para superar la sesión de investidura. Tras superar el gran escollo de la votación (favorable) de la militancia de ERC al pacto alcanzado con el PSC, Illa vio completamente despejado el camino para convertirse en president y procedió a contactar con el presidente del Parlament, Josep Rull, para iniciar los preparativos parlamentarios de la investidura (la cual podría celebrarse el miércoles). Pero hay una pieza que todavía baila y que puede provocar el fracaso de la primera votación para escoger al presidente de la Generalitat: se trata de la diputada que representa a las juventudes de ERC en el grupo parlamentario republicano, Mar Besses.
Las juventudes de ERC han sido uno de los colectivos más críticos con el pacto de investidura con el PSC. Así lo reconoció la propia secretaria general de Esquerra: “Sé que la digestión del preacuerdo y la valoración política de esta oportunidad esta costando entre la juventud republicana”. Dicho lo cual, la propia Rovira mostró su confianza en que la rama juvenil de ERC se alinee con la decisión tomada por la mayoría (estrecha) de la militancia y acepte el “sí vigilante” al pacto de investidura con el PSC.
Los números de la investidura
Los números para que prospere la votación de investidura, hay que recordarlos, son muy ajustados. En el Parlament hay 135 diputados, así que la mayoría absoluta se sitúa en 68. El PSC logró 42 diputados en las elecciones autonómicas, ERC 20 y los Comuns 6. Así que las tres formaciones totalizan 68 escaños y son los imprescindibles para que Illa logre la investidura en el primer intento (en el que se necesita mayoría absoluta).
Por tanto, en el caso de que las juventudes de ERC, inmersas todavía en debates internos, decidan que su diputada Mar Besses se abstenga o vote en contra, la elección de Illa quedaría en vía muerta y habría un segundo intento en el que basta la mayoría simple (más síes que noes). La decisión sobre el voto de Besses la tomará un consejo nacional de Jovent Republicà que se reunirá de forma extraordinaria mañana lunes por la tarde.
El pasado 12 de junio, un mes después de las elecciones catalanas, Jovent Republicà (el nombre de las juventudes de ERC) defendió en un comunicado que “Cataluña no se puede permitir que el unionismo se apodere del Govern de Cataluña” y criticó al PSC por compartir “el modelo de país con la derecha más sucursalista”. En la misma nota, no obstante, rechazaba dar un apoyo gratuito “a quien vive del independentismo mágico y vacío de propuestas realistas”, en alusión a Junts.
El pacto con los Comuns
Mientras las juventudes de ERC deshojan su particular margarita, los Comuns firmaron con el PSC su particular pacto para investir a Illa en el barrio obrero de Sant Ildefons en Cornellà. El pacto incluye el compromiso de 50.000 nuevos pisos protegidos, la recuperación progresiva de la sexta hora escolar y la gratuidad de la etapa 0-3 durante la legislatura, así como el compromiso de “no facilitar” macroproyectos como el Hard Rock.