Todas las miradas están puestas en ella. Fuera y dentro del Partido Popular. Salomé Pradas, quien fuera consejera de Justicia e Interior, tendrá que comparecer ante la Justicia en calidad de investigada por su gestión de la DANA. Se sabrá “toda la verdad”, aseguró la protagonista en un breve comunicado, en el que advirtió que no piensa hacer declaraciones públicas. “Ese día pasaron muchas cosas y había muchas personas… pero ella siempre estuvo en su puesto”, afirman desde su entorno.
La expectación sobre lo que pueda decir es máxima. Y en destacados círculos populares dan por descontado que podría acelerar la caída política de Carlos Mazón o, en cambio, ofrecerle cierto oxígeno en términos políticos. “La clave es lo que diga Salomé. Si le salva, cogerá oxígeno”, interpreta un presidente autonómico, en conversación informal con este periódico. La dirección nacional no esconde la relevancia de la cita.
Pradas no ha perdido el contacto con algunos de sus antiguos compañeros de su partido, incluido el entorno de Mazón. En privado, todos apuntan a que continúa “muy afectada” por lo sucedido. En todo caso, en una de sus pocas declaraciones a la EFE, afirmó que su vínculo con el presidente “no iba más allá de la política”. “Le sigo respetando, es una situación complicada que no va solo de qué hizo o no hizo ese día, va mucho más allá. Cada uno sabemos lo que hicimos ese día, dónde estuvimos. Yo estaba donde tenía que estar”, afirmó.
En el Gobierno valenciano confían en que Pradas no hará daño en términos políticos a Mazón. “Tranquilidad absoluta”, afirman las fuentes consultadas por este periódico. Además, en el entorno del presidente se reafirman en que no habrá dimisiones: “Todo sigue igual”. Tampoco en el PP valenciano apuntan a que la declaración de Pradas pudiera provocar un terremoto aún mayor al existente. “Nada me hace presuponer que vaya a decir nada contrario a la línea que se está marcando”, en palabras de un alto cargo.
“Es como una pesadilla”
Aún cumpliéndose el guion al que apuntan en el equipo de Mazón, la frustración interna aumenta día a día ante la incapacidad de “salir del bucle”. “No hay día tranquilo, es como una pesadilla”, admite un barón popular. “Así organizar la agenda es imposible”, añade el mismo dirigente, que insiste en que el president “tendrá que tomar conciencia de esto porque hace daño al partido”.
Unos lamentos que surgen también de la dirección nacional del partido, aunque públicamente se le respalde, como en las últimas horas han hecho Elías Bendodo o Miguel Tellado. La consigna trasladada a la estructura regional es que Mazón trate por todos los medios de tener “perfil bajo” y se centre en la reconstrucción. Y de ahí que se apoye su decisión de no declarar voluntariamente ante la jueza, que avanzó este periódico.
“Desde los servicios jurídicos ni la Generalitat como persona jurídica, ni nadie, incluido yo como persona física, hasta el momento nos hemos planteado la personación. Si hay algún cambio, lo trasladaremos”, afirmó el presidente valenciano ante los medios.
El portavoz del PP en el Congreso respaldó esta decisión -el auto de la jueza “le deja en la misma posición porque no le afecta”- al tiempo que también apuntó al Gobierno central como corresponsable de la gestión de la DANA. Preguntado si cree que Mazón debe dimitir, Tellado aseguró que la posición de Génova es la misma que la de “hace semanas”. “Ya hemos contestado a esto y nada cambia nuestra postura”, se reafirmó. Esto es, Alberto Núñez Feijóo parece dispuesto a sujetarle.