Habrá propuestas cruzadas, pero las dos partes enfrentadas ya pronostican que la contraria ni siquiera llevará sus recetas por escrito. Abordarán temas cruciales como la reconstrucción de los territorios más afectados por el paso de la DANA; las dificultades de acceso a la vivienda; la situación de la sanidad; la gestión de la inmigración o la financiación autonómica. En todas estas materias, las posiciones de partida son tan distantes que ni el Gobierno ni el PP ven hoy opciones reales de acuerdo en la Conferencia de Presidentes que se celebra hoy, viernes, en Santander.
Fuentes del Ejecutivo consultadas por Artículo14 incluso tiran de humor cuando son preguntadas por sus expectativas ante esta cita, que reunirá a Pedro Sánchez y el grueso de los ministros; los presidentes de las comunidades autónomas (11 son del PP) y los de Ceuta y Melilla (también conservadores).
“Esperamos buen clima”, ironiza una de estas voces. Un ministro, cuestionado por si las comunidades gobernadas por el PP pedirán más recursos, directamente se sale del marco: “Están tan tontos…”. Otro alto cargo en un Ministerio sostiene que en este foro “no se plantean acuerdos”, que apenas se ahonda en la “reflexión”.
Tampoco albergan esperanzas en el PP, más allá de la oportunidad de entrar en la batalla política o de visibilizar su considerable poder territorial con respecto al PSOE, que sólo gestiona 4 de las comunidades autónomas. “Aquí las dos claves serán el conejo que saque de la chistera Sánchez y las tensión con Ayuso”, sostiene uno de los barones.
Una Conferencia en viernes
No ha habido reuniones preparatorias de este foro desde la que se celebró el 28 de octubre, y mientras el Ejecutivo asume que el PP no llevará “nada por escrito”, y lo achaca a la “falta de liderazgo” de Feijóo, en el PP hacen lo propio. “No se está preparando casi nada, apenas nos han dado papeles, sólo al principio para que hiciéramos propuestas”, aseguran fuentes de Génova 13, que afean a Sánchez que la 27ª Conferencia de Presidentes se celebre un viernes: “Es que le importa poco”.
Hay algunos presidentes, como el gallego Alfonso Rueda, que ante los focos descarta “acuerdos muy concretos”, pero espera que el encuentro sirva para “sentar bases”. Fuera de cámara, todas las partes consultadas son menos optimistas.
Por otro lado, desde Génova aseguran que no ha habido una reunión previa entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y los presidentes autonómicos,. Dan por hecho que habrá importantes “coincidencias”, que dirán “lo mismo” sobre buena parte de los temas a tratar, a pesar de las diferencias entre territorios. Y habrá temas más específicos, como los que presentará el presidente valenciano, Carlos Mazón, que reclamará al Gobierno la elaboración de un plan nacional contra inundaciones.
Sánchez quiso centrarse en la vivienda
El 30 de julio, antes de dar por finalizado el curso político, Sánchez anunció que la Conferencia tendría lugar en Santander, y que estaría centrada en abordar los problemas de acceso a la vivienda. No se descartan anuncios en esta materia por parte del presidente, pero fuentes del Gobierno ya han dejado claro que ven muy difícil un acuerdo con el PP en esta materia.
Barones como el popular Juanma Moreno (Andalucía) reclaman construir más vivienda pública, una de las promesas habituales del Ejecutivo. El problema es que Moreno y otros tantos también reclaman derogar la ley de vivienda; la misma norma que el Gobierno les exige que apliquen en los territorios. Hasta amagó con forzarles a hacerlo, vinculando las transferencias económicas en esta materia a que se cumpla lo dispuesto en la norma.
Ni se prevén avances aquí, ni tampoco en lo que afecta a la reforma del artículo 35 de la ley de extranjería para establecer cupos obligatorios de menores migrantes entre las distintas comunidades autónomas. El PP y Junts ya tumbaron el intento del Ejecutivo por impulsar esta reforma en julio, y desde entonces han mantenido abiertos los canales de comunicación, pero no han logrado avances. Los conservadores se quejan de que Moncloa sólo quiera abordar esta cuestión y no acepte sus propuestas, y en el Gobierno ya reconocen que cuentan con un plan ‘b’.
La Conferencia de Presidentes les servirá para escenificar que queman hasta el último cartucho para lograr el entendimiento , pero prevén que el acuerdo con Junts por el que transferirán algunas competencias en materia de inmigración a Cataluña les permita sumar sus votos a esta reforma. Lo reconocen fuentes del Ejecutivo desde el miércoles, y lo esbozó el presidente canario, Fernando Clavijo (Coalición Canaria) el martes, cuando avanzó que el Gobierno contempla aprobar un real decreto ley para el que contaría con los votos del partido de Carles Puigdemont.
También se prevé que los barones del PP aprovechen para desgastar a Sánchez recordando el acuerdo con ERC para transferir el control de la fiscalidad catalana a la Generalitat. El “cuponazo”, como lo denominaron los conservadores, levantó en armas a más de un tercio de los barones socialistas.
La elasticidad del pacto
El debate lleva meses adormecido, y el 41 Congreso del PSOE, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, sirvió para consensuar una redacción común entre los territorios sobre financiación autonómica. Según quien lo interprete, el pacto puede decir una cosa y la contraria, y la previsión es que los socialistas se mantengan en esta línea, incluso con una posible intervención del president de la Generalitat, Salvador Illa (PSC).
Si el PSOE presumirá de poder institucional en Cataluña, se espera que el PP haga lo propio con su visión de conjunto, pero también que destaquen los presidentes de comunidades como Andalucía. Moreno reclamará “igualdad” de trato para su región en el marco del debate sobre financiación, y un fondo de nivelación que compense a las comunidades infrafinanciadas, al menos hasta que se apruebe una reforma del sistema, caducado hace 10 años.
También se espera que reclame más fondos estatales para la acogida de migrantes no acompañados, y un “plan de contratación en origen”, para fomentar “la inmigración regular vinculada al empleo”. Con la ausencia de Feijóo, las diferencias de formas entre Moreno, que defenderá su “lealtad institucional”, y Ayuso, que el jueves acusó al presidente de declarar “la guerra a parte de los españoles”, quedarán más que evidenciadas.
Con todo, el PP centrará buena parte de sus esfuerzos en retratar a un Gobierno marcado por los múltiples frentes judiciales abiertos, y por las novedades en las investigaciones que afectan a familiares del presidente, su esposa y su hermano. No está previsto que Sánchez protagonice una rueda de prensa y apenas está en agenda una declaración institucional y su posterior intervención durante la Conferencia, ya sin cámaras.
La presencia del Rey
Sí se da por hecho que volverá a acusar al PP de no contar con un proyecto alternativo, y de jugar “con las cartas marcadas”, como afirmó el miércoles, en referencia a su supuesta connivencia con “algunos jueces”. En un contexto en el que sus propios aliados parlamentarios alzan el tono por distintos motivos (Junts, PNV y Podemos), Sánchez tratará de vender estabilidad, mientras el PP intentará retratarlo solo y bunkerizado.
Este foro de cooperación multilateral se puso en marcha en 2004. Desde entonces se han celebrado 26 Conferencias de Presidentes, y más de 20 han tenido lugar con Sánchez en La Moncloa -aunque buena parte se enmarcaron en la respuesta a la pandemia de Covid 19-. La reunión ha sido reclamada en varias ocasiones por el PP, y contará con una breve intervención del Rey, Felipe VI.
El Palacio de la Magdalena ya ha sido sellado para la ocasión, y la mayor parte de los dirigentes políticos estatales y autonómicos coincidirán en el mismo edificio. Muchos de ellos avanzan que saldrán casi como entraron, con las manos vacías.